La revolución silenciosa. Cómo las MYPES salvadoreñas están descubriendo el poder de las redes sociales
El despertar digital de los pequeños empresarios
Todos los días, María Esther Saldaña se despierta antes del amanecer en Tacuba, Ahuachapán. Mientras prepara los tamales que venderá ese día, toma su teléfono y publica una fotografía en sus historias de WhatsApp. Minutos más tarde, los pedidos comienzan a llegar. Lo que hace cinco años era impensable para esta criadora de cerdos y comerciante de productos cárnicos, hoy se ha convertido en una importante herramienta de ventas.
«Cada vez que voy a tener venta de tamales, chicharrones o cualquier otro producto lo difundo en las historias, y la gente me escribe para hacer sus pedidos», cuenta María Esther, quien sin saberlo forma parte de una revolución silenciosa que está transformando el rostro empresarial de las micro y pequeñas empresas (MYPES) en El Salvador.
La realidad detrás de los números
Según datos del Observatorio MYPE 2023, el panorama digital de las pequeñas empresas salvadoreñas revela un proceso de adaptación constante a las nuevas herramientas tecnológicas: mientras el 40.8% utiliza WhatsApp como canal principal de comercialización, solo el 15.7% aprovecha Facebook, y apenas el 1.1% usa Instagram. Más revelador aún es que únicamente el 1.9% cuenta con página web propia.
Estos porcentajes no reflejan resistencia al cambio, sino una adaptación pragmática a las herramientas más accesibles. El 76.4% de las MYPES accede a internet principalmente a través del teléfono móvil, lo que explica por qué WhatsApp se ha convertido en el canal predilecto: es inmediato, directo y funciona perfectamente en los dispositivos que ya poseen.
Más allá de la venta: construyendo relaciones
Para Gilberto Amador, experto en redes sociales con más de ocho años trabajando con marcas nacionales e internacionales, el potencial de las plataformas digitales va mucho más allá de las transacciones comerciales. «Las redes sociales no solo son para vender, sino para crear relaciones», enfatiza, señalando un cambio de paradigma que muchas MYPES aún no han descubierto.
Esta perspectiva cobra relevancia cuando se considera que el 40.4% de las MYPES todavía no utiliza ninguna plataforma digital para comercializar sus productos. «Una imagen sólida transmite confianza, y la confianza genera ventas», asegura Amador, quien ve en esta brecha una oportunidad extraordinaria para que los pequeños empresarios transformen no solo sus ventas, sino la percepción que los clientes tienen de sus negocios.
El factor emocional: la clave olvidada
María Catalina Canales conoce bien el poder de las emociones en los negocios. Esta empresaria, dedicada a la deshidratación de frutas que distribuye en ferias gastronómicas y exporta al extranjero, ha visto cómo sus clientes no solo compran productos, sino que muestran un interés en conocer el origen, la producción y el proceso de elaboración de estos alimentos..
«Quiero hacer mi página web, quiero hacer fotos, quiero hacer videos, pero necesito a alguien que me explique cómo hacerlo», reconoce Canales, articulando una necesidad que comparten miles de emprendedores salvadoreños: el deseo de profesionalizar su imagen digital sin perder la esencia humana que caracteriza a los negocios familiares.
Cinco estrategias para la transformación digital
Basándose en su experiencia trabajando con empresas de diferentes tamaños, Amador propone cinco estrategias específicas para que las MYPES construyan una presencia digital auténtica y efectiva.
Humanizar la marca a través de historias reales
Las MYPES tienen una ventaja competitiva que las grandes corporaciones envidian: autenticidad. Mostrar el rostro humano del negocio, desde los clientes satisfechos hasta la historia personal de los empresarios, crea conexiones emocionales que ningún presupuesto publicitario puede comprar.
Diseñar con propósito, no solo con estética
La consistencia visual no requiere grandes inversiones. Usar plantillas, colores y estilos que reflejen la esencia de la marca contribuye a crear una identidad reconocible. Herramientas gratuitas como Canva pueden marcar la diferencia entre parecer amateur o profesional.
Publicar con intención estratégica
Cada publicación debe comunicar algo significativo o responder a una necesidad específica de la audiencia. No se trata de publicar por publicar, sino de pensar qué mensaje se quiere transmitir con cada contenido.
Convertir cada interacción en una oportunidad
Cada comentario o mensaje privado es una oportunidad para fortalecer el vínculo con los clientes. La calidez en las respuestas puede ser el factor diferenciador que convierta a un cliente ocasional en un embajador de la marca.
Aprovechar la inteligencia artificial como aliada
Herramientas como ChatGPT pueden ayudar a generar ideas, escribir textos atractivos y optimizar el tiempo dedicado a la creación de contenido. Para empresarios con recursos limitados, la IA democratiza el acceso a herramientas de marketing que antes eran exclusivas de grandes empresas.
Los errores que pueden costar caro
La experiencia de Amador trabajando con diferentes tipos de empresas le ha permitido identificar patrones de errores comunes que las MYPES deben evitar. El principal: enfocarse únicamente en vender.

Otros errores frecuentes incluyen publicar sin estrategia definida, ignorar los comentarios de los usuarios, y no aprovechar herramientas gratuitas que podrían facilitar significativamente la gestión de redes sociales.
El futuro está en las manos de los emprendedores
La transformación digital de las MYPES salvadoreñas no es solo una cuestión tecnológica; es una evolución cultural que requiere cambiar la mentalidad sobre cómo se hacen negocios en el siglo XXI. Las herramientas están disponibles, muchas de ellas gratuitas o de bajo costo. Lo que falta es la capacitación y el acompañamiento para que emprendedores como María Esther y María Catalina puedan explotar todo el potencial de estas plataformas.
La historia de estas dos mujeres demuestra que la digitalización de las MYPES no es solo posible, sino inevitable. La pregunta no es si las pequeñas empresas salvadoreñas adoptarán las redes sociales, si no cuan rápido podrán hacerlo para no quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo.
Las redes sociales han demostrado ser más que un canal de venta: son el puente que conecta la tradición empresarial salvadoreña con las oportunidades del mundo digital. Para las MYPES que sepan aprovechar esta herramienta, el futuro promete ser no solo más rentable, sino también más humano y conectado con sus comunidades.