Foro MYPE 2025: Claves para fortalecer el conocimiento del sector MYPE en El Salvador

Foro MYPE 2025: Claves para fortalecer el conocimiento del sector MYPE en El Salvador

El sector de la micro y pequeña empresa en El Salvador sigue enfrentando desafíos y explorando nuevas oportunidades. Con este panorama en mente, la Escuela de Empresarios Líderes MYPE (LID), en alianza con Red Alumni, una red de empresarios graduados de sus programas, organizó el foro “Oportunidades y desafíos para la MYPE en el 2025”, un evento que reunió a empresarios, expertos y actores clave para discutir el futuro del sector.

En el encuentro, realizado el 26 de febrero,  emprendedores y especialistas compartieron sus experiencias y análisis sobre el contexto actual. En el conversatorio, Claudia Dueñas, Gerente de la Escuela para Empresarios Líderes MYPE (LID), destacó la importancia de la formación continua para afrontar los cambios del mercado. Las MYPE, dijo, “no pueden quedarse estáticas. Adaptarse significa aprender, innovar y responder a las necesidades de los clientes con nuevas soluciones”, enfatizó.

Uno de los momentos más esperados del evento fue la presentación del Lic. Francisco Góchez, consultor e investigador del Observatorio MYPE, quien ofreció un análisis detallado sobre las tendencias del sector para 2025. Un elemento clave de su intervención fue su enfoque en el bono demográfico. Góchez resaltó que, actualmente, en El Salvador, la población en edad de trabajar, particularmente aquellos que se encuentran entre los 19 y 35 años de edad, representa el 31% de la población total. “Esta generación está redefiniendo el consumo. Buscan rapidez, tecnología y experiencias diferenciadas. Si el sector no logra conectar con ellos, corren el riesgo de volverse irrelevantes”, advirtió Góchez. Esto supone una oportunidad para las MYPE, pero también un reto en términos de mercado.

La transformación digital, uno de los principales desafíos para muchas MYPE en el país, fue otro de los temas del debate. A pesar del crecimiento del comercio electrónico, entre las MYPE la adopción de herramientas digitales sigue siendo limitada. Erick Morán, director comercial de Banco Integral, resaltó la importancia de este cambio en los hábitos de consumo. 

“Los negocios que no se digitalicen van a quedar rezagados. Hoy en día, los clientes esperan pagar desde su celular, encontrar productos en redes sociales y recibir información inmediata”.
Erik Morán
Director Comercial Banco Integral

En el foro se mencionó que uno de los asuntos que frenan la transición digital es que muchos empresarios aún desconfían de las plataformas digitales. “El reto es acompañar a los microempresarios en esta transición. No se trata solo darles tecnología, sino enseñarles a aprovecharla”, agregó Morán.

Otro punto que generó discusión fue el incremento de la competencia. Según el informe presentado, el 51 por ciento de los empresarios encuestados señaló que ha percibido una mayor competencia en los últimos meses. Flor Cadenas, propietaria de International Logistics S.A. de C.V., compartió su experiencia al respecto. “La competencia es cada vez más grande. Lo que marcará la diferencia no será solo el precio, sino la atención, la personalización y la capacidad de adaptarse al cliente”, comentó. Cadenas subrayó la necesidad de innovar y desarrollar estrategias que permitan destacar en el mercado.

Fotografía 1. Claudia Dueñas, Gerente de la Escuela para Empresarios Líderes MYPE (LID); Erick Morán, Director Comercial de Banco Integral; Flor Cadenas, fundadora de International Logistics S.A. de C.V.; y Raúl Figueroa, propietario de Aire Frío. 

 

Fotografía 2. Francisco Góchez, consultor e investigador del Observatorio MYPE.

 

Fotografía 3. Dinora Morales, empresaria Red Alumni El Salvador.

A pesar de estos desafíos,  el índice de confianza empresarial cerró en 45.7 puntos, lo que sugiere que los empresarios ven con optimismo el 2025. Para Raúl Figueroa, propietario de Aire Frío,“este inicio de año ha sido bueno para nosotros, vemos que hay más oportunidades, más inversión y más ganas de emprender. Claro que hay obstáculos, pero también mucha motivación”, expresó. Sin embargo, el informe también evidenció que el 27 por ciento de los empresarios ha percibido una disminución en la demanda, mientras que el 28 por ciento reporta que enfrentaron dificultades financieras al cierre del año 2024.

La conclusión a la que llegó el foro fue clara: las tres acciones fundamentales para asegurar el crecimiento del sector son diseñar modelos de negocio adaptados a las tendencias del mercado, fortalecer la organización financiera y generar alianzas entre empresarios. “El conocimiento es la herramienta más poderosa que puede tener un emprendedor”, afirmó Dueñas, resaltando la importancia de capacitarse constantemente.

Este evento reafirmó el compromiso de la Escuela LID y la Red Alumni, de impulsar el desarrollo del sector MYPE a través de espacios de diálogo y aprendizaje. En un país donde la micro y pequeña empresa sigue siendo el pilar de la economía, fortalecer estrategias que garanticen su sostenibilidad y crecimiento no solo es una prioridad, sino una inversión clave para el futuro. 

Empresarias salvadoreñas: la apuesta por la resiliencia en un mercado desafiante

Empresarias salvadoreñas: la apuesta por la resiliencia en un mercado desafiante.

Las empresarias salvadoreñas del sector MYPE no solo representan la mayoría dentro del segmento, sino que también están redefiniendo su papel en la economía nacional. A pesar de operar en un entorno con barreras estructurales y en sectores tradicionalmente menos dinámicos, han demostrado una notable capacidad de adaptación y crecimiento.

El índice de confianza empresarial entre las empresarias MYPE cerró 2024 en 107.7 puntos, un incremento de 5.2 puntos respecto al año anterior. Aunque todavía están por debajo de sus pares masculinos, que alcanzaron los 109 puntos, la brecha se está reduciendo de manera constante. La tendencia sugiere que su resiliencia no solo es un atributo, sino un motor de expansión económica.

El contexto en el que operan explica, en parte, las diferencias. “Las mujeres tienden a concentrarse en sectores más vulnerables y menos dinámicos, lo que influye en su desempeño financiero y en su capacidad de crecimiento”, señala Luis Castillo, director del Observatorio MYPE. Sin embargo, las cifras revelan algo más: su confianza en la economía y en sus propios negocios no solo está en aumento, sino que ya supera al promedio del sector y a los empresarios hombres en percepción de oportunidades.

Al cierre del cuarto trimestre de 2024, marcaron 46.4 puntos en el indicador de Confianza Empresarial, superando en 1.7 puntos el registro de los hombres. Este dato no es menor. Implica que, a pesar de los desafíos, las empresarias no sólo ven el futuro con optimismo, sino que están tomando decisiones estratégicas para crecer en un mercado competitivo.

Mujeres mejoran desempeño de sus negocios

El desempeño de las empresarias salvadoreñas durante 2024 dejó en claro que la narrativa de la fragilidad financiera en el sector MYPE necesita una revisión. Durante los primeros tres trimestres del año, sus puntajes en el indicador de situación —que mide qué tan bien han administrado sus negocios— estuvieron por debajo de los hombres. Pero al cierre del cuarto trimestre, igualaron el nivel de sus pares masculinos con 39.6 puntos. No fue un golpe de suerte ni un fenómeno aislado, la tendencia sugiere cambios de mayor importancia.

En términos de inversión, los números refuerzan la solidez de su apuesta. Siete de cada diez empresarias mantuvieron o incrementaron su inversión a lo largo de 2024. De ellas, el 49.15% optó por conservar su nivel de inversión, mientras que un 24.17% decidió incrementarla. Estas cifras prácticamente igualan a las de los hombres, quienes en un 49.37% mantuvieron su inversión y en un 27.25% la aumentaron. En términos globales, el 76% de las empresas en el sector MYPE no redujo su inversión durante el año. Esto indica una tendencia clara: estabilidad con miras a un crecimiento progresivo.

Sin embargo, no todas las cifras son alentadoras. La competencia en el mercado se ha convertido en el principal desafío para las empresarias salvadoreñas. Según los datos, el 50% considera que el incremento de competidores en su zona con productos o servicios similares es su mayor obstáculo. Claudia Dueñas, gerente de la Escuela LID, lo advierte con claridad: “Sin estrategias sólidas de diferenciación y optimización de modelos de negocio, la competitividad se erosiona y el crecimiento se convierte en un reto mayor”. Es aquí donde muchas empresarias enfrentan su mayor prueba: traducir su confianza en el entorno económico en decisiones que garanticen su estabilidad en el mediano y largo plazo.

El desafío para 2025: crecimiento con solidez

El primer trimestre de 2025 pondrá a prueba la capacidad de resistencia de las empresarias del sector MYPE. Tradicionalmente, esta etapa del año es un periodo de desaceleración tras el dinamismo de la temporada navideña y de vacaciones. Sin embargo, las proyecciones apuntan a que las empresarias podrían desafiar la tendencia. Su índice de expectativa para el primer trimestre cerró en 53.3 puntos, superando en 3.4 puntos el registro de los empresarios hombres. Este dato sugiere que las empresarias ven oportunidades donde otros anticipan dificultades.

Pero el optimismo, por sí solo, no es suficiente para garantizar resultados. Para sostener el crecimiento observado en 2024, será fundamental consolidar modelos de negocio más sólidos, mejorar la gestión financiera y fortalecer la capacidad de respuesta ante el aumento de la competencia. La estabilidad no es un derecho adquirido, sino una consecuencia directa de decisiones estratégicas bien ejecutadas.

Las empresarias salvadoreñas han demostrado que pueden crecer incluso en un entorno desafiante. La pregunta ahora no es si seguirán avanzando, sino si lograrán convertir su resiliencia en una ventaja competitiva sostenible.

Transformar el conocimiento en crecimiento: un nuevo modelo para las MYPES

Transformar el conocimiento en crecimiento: un nuevo modelo para las MYPES

Las micro y pequeñas empresas (MYPE) son la columna vertebral de la economía salvadoreña, conformando más del 90% del tejido empresarial y generando empleo para 7 de cada 10 trabajadores. A pesar de su peso económico, 67 de cada cien empresarios opera en condiciones de subsistencia, con ingresos apenas suficientes para cubrir sus necesidades básicas, lo que restringe sus posibilidades de inversión y crecimiento.

¿Cuáles podrían ser las causas detrás de esta situación? Si bien existen barreras estructurales que dificultan la integración de las micro y pequeñas empresas en las cadenas de valor y frenan su crecimiento, uno de los principales obstáculos es el bajo nivel educativo de los empresarios, lo que limita su capacidad de innovación y competitividad.  

De acuerdo con el informe El Estado Actual de la MYPE 2023, publicado por el Observatorio MYPE, en El Salvador 6 de cada 10 propietarios de negocios tienen un nivel educativo menor a noveno grado. Para Luis Castillo, un profesional con más de tres décadas de experiencia en el trabajo con el sector y director del Observatorio MYPE,  estos datos reflejan una realidad compleja: muchos empresarios necesitan  adquirir conocimientos  sin descuidar su gestión diaria.

“No basta con capacitarlos en un aula: necesitan un aprendizaje que les permita aplicar los conocimientos en la administración de su negocio en tiempo real".
Luis Castillo
Director del Observatorio MYPE

El modelo de formación de la Escuela LID

Para Claudia Dueñas, gerente de la Escuela de Empresarios Líderes MYPE (LID), el verdadero impacto de la capacitación se mide en la práctica. “Cuando el empresario logra aplicar lo aprendido en su entorno de trabajo, empieza a notar cambios tangibles en la gestión de su empresa, desde una mejor distribución del tiempo hasta la implementación de procesos más sólidos”, afirma. 

La Escuela LID, fundada en 2016, ha desarrollado un modelo de formación y acompañamiento empresarial que prioriza la aplicación del conocimiento en entornos reales. Esto facilita no solo la aplicación del conocimiento, sino que también ayuda a estructurar un camino claro hacia la eficiencia y la competitividad.

Claudia Dueñas resalta que uno de los principales diferenciadores del programa es el aprendizaje entre pares y el seguimiento a cargo de un “coach”. Esto permite a los empresarios aplicar sus aprendizajes desde el primer día. “Esta dinámica les ayuda a identificar errores, ajustar estrategias y consolidar modelos de negocio más eficientes”, añade.

El impacto de este modelo se refleja claramente en la experiencia de Marcelo Rivera, propietario del taller automotriz Pits-Car Center. Después de un año implementando las estrategias aprendidas, sus ventas han aumentado en un 90%. Este cambio no solo resalta la eficacia del modelo, sino que también subraya su potencial para transformar negocios.

“Antes no tenía confianza para tomar decisiones, pero gracias a la escuela desarrollé nuevas habilidades que comencé a aplicar en mi empresa. Aprendí de otros empresarios como yo y, sin darme cuenta, la percepción que tenía de mí mismo cambió. Ahora me siento más seguro en mis decisiones, y esto se refleja en el crecimiento de mi negocio”.
Marcelo Rivera
Empresario

Para alcanzar un crecimiento sostenido, la Escuela LID enriquece su programa ofreciendo acceso a financiamiento a través del Banco Integral, el primer banco del país dedicado exclusivamente a las MYPE. Además, facilita la integración en una red de más de 100 empresarios graduados, lo que fortalece las conexiones y genera nuevas oportunidades.

En un país donde el emprendimiento es un motor clave de la economía, ofrecer una formación diferenciada y práctica no solo fortalece el liderazgo del empresario MYPE, sino que también impulsa la expansión de sus negocios, beneficiando a sus empleados, familias y comunidades.

Muchos empresarios de las MYPES entienden la necesidad de operar legalmente, pero encuentran una barrera de requisitos

Muchos empresarios de las MYPES entienden la necesidad de operar legalmente, pero encuentran una barrera de requisitos

En El Salvador, estudios recientes del Observatorio MYPE han destacado el papel clave que juegan las micro y pequeñas empresas (MYPE) en la economía nacional y su potencial para el desarrollo local. No obstante, su alta informalidad ha llevado durante años a subestimar su impacto, bajo la idea de que sus trabajadores carecen de seguridad social, prestaciones laborales y, además, evaden impuestos. 

Comúnmente, en términos empresariales, la informalidad se refiere a aquellas actividades económicas que operan al margen de la ley y las regulaciones establecidas. Esto implica que las empresas informales no cumplen con obligaciones legales como el registro mercantil, el pago de impuestos, el cumplimiento de normas laborales y de seguridad social, entre otros.

Sin embargo, esta visión no contempla las razones estructurales que llevan a los empresarios a operar en la informalidad, lo que convierte esta condición en una estrategia más que en una simple falta de cumplimiento.

Esta visión “tradicional” de las MYPE incluso ha llegado a considerar al sector como un obstáculo para el progreso social y económico. Frente a esto el Observatorio MYPE de la Escuela LID de FUSAI, en su estudio “Las microempresas en El Salvador: del refugio en la informalidad a la inclusión socioeconómica”, elaborado con el apoyo de CONAMYPE y publicado en 2024, revela que la informalidad suele ser más bien una estrategia de supervivencia ante la falta de oportunidades formales en el mercado laboral o barreras infranqueables para hacer negocios para los emprendedores.

En este sentido, la informalidad no es únicamente una elección sino, en muchos casos, la única alternativa para quienes no logran acceder a empleos estables o cubrir los costos de operar bajo regulaciones demasiado rígidas. El mencionado informe indica que muchas personas inician negocios informales a causa de la escasez de oportunidades laborales o a la necesidad de generar ingresos adicionales. Luis Castillo, director del Observatorio MYPE y un profesional con más de tres décadas de experiencia trabajando con el sector, amplía sobre esto:

“Esta realidad (la informalidad) está vinculada principalmente a la dinámica del mercado laboral: durante los últimos 40 años, de los aproximadamente 85,000 jóvenes que cada año alcanzan la edad y tienen la disposición para ingresar al mercado laboral, en promedio, solo unos 15,000 han logrado incorporarse a este. Lo que deja a 35,000 salvadoreños frente a dos opciones: encontrar un espacio en la economía informal, ya sea como empleados o creando sus propios negocios, o buscar oportunidades en otro país”.
Luis Castillo
Director del Observatorio MYPE

Este déficit estructural de empleo explica en parte por qué el 76% de las MYPE operan sin registrarse formalmente, sugiriendo que la falta de intención no es el principal obstáculo, sino más bien las condiciones adversas del entorno. Por el contrario, el estudio revela que casi la mitad (47.2%) ha considerado dar el paso hacia la formalización en algún momento.

La formalización desde la perspectiva de los empresarios

Para profundizar en este fenómeno, el estudio preguntó su opinión  sobre la formalización a más de mil empresarios . Entre los principales beneficios que señalaron sobre alcanzar la formalización destacan el acceso a mejores condiciones financieras (45.1%) y la tranquilidad de cumplir con la ley (33.9%).

Esta misma percepción es compartida por empresarios que han pasado por el proceso de formalización. Karla Urquiza, una empresaria que pasó de la informalidad a la formalización tras varios años de operar sin registro, comenta: 

“Es cierto que al formalizarte todo cambia. Cuando lo hice, sentía que tenía un respaldo frente a empresas y clientes. Mi imagen empresarial cambió, e incluso podía aplicar a créditos con mejores tasas de interés”.

Su opinión  refuerza la percepción de que la formalización no solo está ligada al cumplimiento de la ley, sino también a una mayor credibilidad ante clientes y proveedores. Para muchos empresarios, sin embargo, la formalización no es una decisión simple, ya que implica asumir costos y compromisos que pueden representar un desafío financiero.

Karla comenta al respecto: «Al inicio me daba miedo intentar la formalización porque lo veía como un gasto muy grande. Pero luego vinieron los beneficios. No fue fácil, pero me alegro de haberlo hecho, ha sido bueno para la empresa y para mis empleados”.

Por otra parte, los datos señalan que, en promedio, estos empresarios estarían dispuestos a destinar el 7% de sus ganancias para ser reconocidos formalmente. Al respecto, Luis Castillo destaca: “Para un sector que opera en su mayoría en la informalidad, ser reconocidos por el Estado les brinda seguridad de operar sin el miedo de ser desplazados o interrumpidos en sus operaciones”.

En este sentido, la formalización se concibe menos como un fin en sí mismo y más como un medio para mejorar las condiciones de operación y crecimiento. Incluso en el tema de empleados, el estudio revela que la tercera razón para no pagar las cuotas del ISSS o de la AFP (23.9% de los casos) es que los propios trabajadores prefieren que no se les descuente de su salario. Luis Castillo explica esta situación: “Es comprensible que muchos empleados del sector no quieran que se les descuente; muchos prefieren destinar esos ingresos a sus necesidades económicas más inmediatas”.

Como puede apreciarse, la decisión de formalización no debe considerar únicamente a los empresarios, sino también las preferencias de sus trabajadores.

La formalización desde la perspectiva de los empresarios

A lo largo de los años, las políticas públicas han promovido la formalización como la principal vía para alcanzar estabilidad, tanto para las MYPE como para sus empleados. Sin embargo, estas iniciativas suelen estar diseñadas bajo un patrón que no distingue entre empresas con diferentes niveles de ingresos y capacidades operativas. Como resultado, los requisitos administrativos y tributarios pueden ser excesivos, lo que muchas veces termina desincentivando la formalización.

Para que este proceso sea efectivo, las políticas deben concebirse como un esfuerzo gradual, adaptado a las realidades del sector y que consideren sus intereses. Para ello, es necesario eliminar barreras tales como la falta de información, los altos costos de registro o la percepción de que los beneficios no compensan las exigencias. Además, si bien es cierto que la formalización puede ofrecer estabilidad y acceso a mejores oportunidades, su implementación debe adecuarse y ser lo suficientemente flexible como para adecuarse a un sector muy heterogéneo. De lo contrario, seguirá viéndose como un obstáculo en lugar de una oportunidad para fomentar su resiliencia y crecimiento.

Digitalizando, paso a paso

Digitalizando, paso a paso

Para muchas micro y pequeñas empresas (MYPE), hablar de digitalización suena como algo inalcanzable o excesivamente costoso. Sin embargo, la adopción de estas herramientas y procesos digitales es un proceso que se puede lograr con pequeños pasos. No se trata de invertir grandes sumas de dinero en el software más reciente o en computadoras avanzadas. A menudo, el primer paso ya se ha dado y el empresario no se ha dado cuenta.

Marielos Navarrete, experta en marketing digital, lo resume así: “La digitalización es un proceso gradual en el que las empresas incorporan herramientas digitales para mejorar su eficiencia y competitividad. En el caso de las MYPE, el primer paso suele ser aprovechar un teléfono inteligente para gestionar su negocio. A medida que el negocio crece, pueden integrarse soluciones más avanzadas que optimicen sus operaciones y amplíen sus oportunidades de mercado”. 

En El Salvador, la mayoría de los empresarios del sector ya cuenta con esa herramienta básica. De hecho, el estudio “El Estado Actual de la MYPE 2023”, publicado por el Observatorio MYPE de FUSAI, reveló que el 76.4% de los emprendedores dispone de un teléfono con acceso a internet, y más de la mitad ya utilizan alguna herramienta digital para comercializar productos. De acuerdo con el mencionado informe, 7 de cada 10 empresarios MYPE recurren a WhatsApp como principal herramienta digital, seguido de Facebook (26%). Estos datos revelan que muchos empresarios ya han dado el primer paso para digitalizar su negocio. Esto podría convertirse en la primera piedra para avanzar a la digitalización ¿Podría ser posible?

De WhatsApp a WhatsApp Business

Como demuestra el estudio, muchas MYPES ya usan WhatsApp como una herramienta digital para comercializar sus productos.  Esto, en esencia, constituye el primer paso hacia la digitalización. El reto consiste en optimizar ese canal como una herramienta para administrar mejor el negocio. Para esto, no es necesario hacer un cambio drástico. Muchos empresarios MYPE ya han comenzado a incorporarlo. Una alternativa para seguir este recorrido se encuentra en WhatsApp Business. Una plataforma muy similar a la versión personal, pero con funciones que pueden hacer más fácil el día a día de un negocio. 

David Edgardo Flores, propietario de Servicios Creativos ID, una empresa especializada en impresión digital, láser y productos personalizados, nos comenta al respecto: “Al principio podría costar un poco encontrar la manera de incorporar WhatsApp Business, pero poco a poco se logra ir incorporando nuevas funciones que sustituyen procesos o los hacen más eficientes. Ahora atendemos pedidos y consultas de forma más organizada, y nuestros clientes notan la mejora en la atención y esto también se refleja en nuestros bolsillos”.

La digitalización no consiste en adquirir herramientas de última generación que a la larga podrían resultar  innecesarias. Más bien, se trata de realizar cambios en procesos actuales, como la forma en que se atienden los pedidos, se gestionan las consultas y se presentan los productos o servicios. Una vez sentadas estas bases, es posible sumar otras herramientas para continuar expandiendo el negocio a su propio ritmo y de acuerdo con cada etapa de crecimiento.

David Edgardo Flores con su equipo.

Pequeños pasos, grandes beneficios: el caso de David

David Flores nos cuenta que antes de dar el salto a utilizar herramientas de mensajería, uno de sus principales problemas era la organización de sus pedidos y la atención al cliente.

“Al principio parecía complicado adaptarnos a algo nuevo, pero la rutina diaria ayuda a dominarlo rápidamente”.
David Edgardo Flores
Diseñador

Afirma David, quien hoy valora de gran manera las funciones de la aplicación. “Antes, las llamadas estaban dispersas y los mensajes de texto se perdían. Ahora, cada nuevo cliente que escribe recibe un saludo automático con nuestro catálogo, puede ver opciones y, en cuestión de minutos, enviarnos su pedido. Esto facilita muchísimo la comunicación y nos hace lucir más profesionales», concluye.

Estas herramientas facilitan la interacción con los clientes y ofrecen formas sencillas, por ejemplo, de configurar mensajes automáticos de bienvenida y respuestas a preguntas frecuentes de la clientela. También permiten crear un perfil de empresa con información importante como dirección, correo electrónico, sitio web y horario de atención, y hasta crear un catálogo de productos o servicios para que los clientes puedan verlos y adquirirlos.

La clave de su éxito estuvo en la persistencia. Uno de sus principales desafíos iniciales fue mantener actualizado su catálogo de productos, pero el esfuerzo dio resultados inmediatos:

“Nuestra variedad de productos es muy amplia. Al principio, subir cada opción con su descripción y precio fue laborioso, pero ahora  los clientes entienden mejor lo que ofrecemos y ya no tenemos que invertir tanto tiempo en dar explicaciones”.

Para Marielos Navarrete, la experiencia de David demuestra que la digitalización puede crecer de la mano de la empresa:

“Lo bueno de este tipo de herramientas es que no se necesita un cambio radical de la noche a la mañana. Puedes empezar con un teléfono y un par de productos en el catálogo de WhatsApp Business, como lo hizo David, y a medida que la MYPE se expande, pueden irse integrando más herramientas, como la promoción de catálogos en otras redes soluciones para manejar inventario y plataformas de análisis de datos. Lo importante es ir sumando mejoras que agilicen la operación y faciliten la toma de decisiones”.

En definitiva, digitalizar un negocio no significa invertir sumas exorbitantes en un software complejo, sino adoptar soluciones accesibles que se ajusten a la realidad de cada negocio o empresa, y que les permitan crecer a su ritmo. Cada paso hacia la digitalización tiene el potencial de convertirse en mejoras internas, una relación más cercana con los clientes y, en última instancia, un mayor potencial de crecimiento. Al final del día, el camino hacia la modernización deja de ser tan empinado cuando se tienen a la mano herramientas sencillas, fáciles de usar y capaces de adaptarse  a cada empresa. 

La MYPE frente a la nueva regulación municipal y gubernamental en El Salvador

La MYPE frente a la nueva regulación municipal y gubernamental en El Salvador

Desde 2020, el Observatorio MYPE de FUSAI monitorea el impacto de las disposiciones municipales y gubernamentales con el propósito de medir el impacto en el sector MYPE. Las nuevas normativas podrían comprometer la fuente de ingresos de muchos vendedores informales que dependen de las ventas a paseantes y turistas. Esto también podría impactar a aquellos que ya operaban con locales fijos establecidos. En algunos casos, los comerciantes se quejan de que hay un aumento de las tasas municipales que se les cobra para usar los espacios públicos.

El informe señala que este indicador mostró reducciones significativas en dos momentos: en el tercer trimestre de 2021, cuando la reactivación económica tras la pandemia alivió las restricciones a la circulación de las personas, y en 2022, posiblemente debido, en parte, a medidas de flexibilización temporal que redujeron la carga regulatoria. Sin embargo, el endurecimiento reciente de las normativas en zonas de alta actividad empresarial parece haber revertido estos avances. Como veremos enseguida, en nuestros días, las disposiciones municipales y de gobierno han seguido una tendencia creciente afectando a 15 de cada 100 empresarios.

¿Qué dicen los afectados?

El informe revela que más del 50% de los empresarios afectados han resentido el incremento de impuestos municipales, y un 48.7% atribuye a los cambios en las leyes. Además, un 37.66% enfrenta restricciones y trámites administrativos complejos, y casi una cuarta parte ha sido afectada por el nuevo ordenamiento territorial.

Los pequeños negocios son los que más sufren. Para este grupo, cualquier cambio puede hacer la diferencia entre seguir operando o cerrar. 

Casi la mitad de los afectados por las disposiciones municipales (45%) reportan verse gravemente perjudicados, lo que reduce aún más sus escasas ganancias. Además, 4 de cada 10 (40%) enfrentan problemas debido a las restricciones en los permisos para operar, lo que les impide crecer o incluso realizar sus actividades con normalidad.

Finalmente, el reordenamiento territorial, aunque impacta a un porcentaje menor  de los afectados (17%), también acarrea dificultades para algunos, posiblemente por reubicaciones o cambios en las zonas donde operan.

En resumen, estos pequeños negocios se enfrentan a un contexto complicado donde las regulaciones, en lugar de impulsar su crecimiento, se convierten en barreras para su supervivencia.

Francisco Góchez, coordinador del informe Dinámica Empresarial MYPE, al reflexionar sobre la vulnerabilidad que experimenta el sector advierte: «Los empresarios de subsistencia son los que más difícil la pasan. Debido a sus ingresos mínimos, cualquier incremento en impuestos o nuevas restricciones puede dejarlos sin margen para operar” Y agrega: “Si no logran cumplir con estas obligaciones, muchos pierden sus espacios de venta y deben buscar nuevos mercados o, en el peor de los casos, cerrar sus negocios».

Emma Martínez, propietaria de la empresa Choco Express,  también se siente afectada por estas regulaciones: 

“Yo antes trabajaba en toda la zona del centro de San Salvador, pero con el reordenamiento se me complicó tener un lugar donde vender y tuve que moverme”
Emma Martínez
Microempresaria

Los empresarios, como Emma, de segmentos de mayor tamaño en la MYPE también son afectados por estas regulaciones. El segmento de expansión conforma el segundo grupo más afectado (22%), principalmente debido a modificaciones legislativas (62%) y al aumento de impuestos municipales (60%). 

Luis Castillo, director del Observatorio MYPE, considera que «muchos empresarios en expansión aún operan en la informalidad, lo que los hace más vulnerables a cambios normativos. Sin un proceso de regularización claro, cualquier nueva disposición puede traducirse en sanciones o costos adicionales que afectan su estabilidad». Esta opinión coincide con lo revelado en el Informe MYPE 2024, según el cual más de la mitad de estos empresarios (60%) aún no ha formalizado su negocio.

Necesidad de un equilibrio regulatorio y más diálogo

Los resultados del informe confirman que el endurecimiento de las regulaciones municipales y gubernamentales en El Salvador ha impactado significativamente en el desempeño de segmentos importantes de la MYPE. El incremento en impuestos municipales—que en algunos casos ha superado el 100%— junto a cambios de leyes y el reordenamiento territorial, se refleja en la tendencia al alza que señala que el indicador de regulaciones municipales y de gobierno monitoreado por el Observatorio MYPE. 

El desafío no consiste en eliminar la regulación, sino en encontrar un enfoque equilibrado que, por un lado, garantice el orden y el cumplimiento normativo, y que, por otro, brinde a los empresarios alternativas y vías de acceso a nuevos mercados. Esto debe ser un proceso gradual que les permita adaptarse paulatinamente a los cambios, sin comprometer abruptamente sus medios de subsistencia. Medidas como la revisión de tasas municipales, la simplificación de trámites, la creación de incentivos para la formalización y la reubicación a lugares apropiados podrían permitir que estos negocios continúen operando. 

Luis Castillo, director corporativo de FUSAI, concluye: «Para fortalecer la economía, necesitamos regulaciones que impulsen y entiendan las necesidades de ese amplio sector afectado por las nuevas disposiciones municipales». Agregando: «Para lograrlo, el diálogo entre autoridades y empresarios es esencial para construir un marco regulatorio adecuado a la realidad del sector».

Transformación integral: el corazón de la metodología de la Escuela LID

Transformación integral: el corazón de la metodología de la Escuela LID

Detrás de cada idea de negocio que inicia hay una historia personal cargada de sueños: un mejor futuro para sus familias, estabilidad financiera o comprar una nueva casa… Sin embargo, en el camino, esos sueños suelen quedar relegados.

Roxana Girón, coordinadora de programas de la Escuela de Empresarios Líderes MYPE (LID), con más de 15 años de experiencia en formación empresarial y consultorías, nos comenta: Cuando los empresarios se acercan a nuestra escuela, es interesante conocer su respuesta ante la pregunta: ¿Qué sueña para usted, como persona … no como empresario, ni para su empresa o equipo sino para usted?”. De acuerdo con la especialista, la respuesta que recibe es sorprendente:La mayoría de veces, el empresario MYPE se olvida de soñar para sí mismo una vez que han iniciado su recorrido, ya que las responsabilidades terminan absorbiéndolo por completo.

Recuperar sueños para alcanzar un negocio exitoso

Para Roxana las múltiples responsabilidades y la presión por mantener el negocio a flote, suele convertir al empresario en un mero administrador de tareas, dejando poco espacio para su bienestar y crecimiento personal.

¿Es posible recuperar esos sueños mientras se construye un negocio exitoso? La respuesta parece estar en un cambio profundo: la transformación del ser. Para comprender la naturaleza de esta transformación, exploramos el programa de la Escuela LID de FUSAI, una iniciativa que nació de una alianza entre FUSAI y la ONG ACTEC Bélgica en 2015. Desde su creación, el programa ha graduado a más de 2,600 empresarios MYPE, destacándose por su enfoque integral. Combina la formación empresarial con el crecimiento personal, generando un impacto positivo no solo en la vida de los participantes, sino también en sus familias, empleados y comunidades. Más allá de desarrollar habilidades técnicas, el programa busca que los participantes logren una transformación interna que les permita alinear sus sueños y propósitos con la activación o aceleración de su negocio.

En este sentido, la Escuela LID de FUSAI rompe con la idea de que el éxito empresarial se logra a costa del sacrificio personal. Su metodología innovadora propone una transformación integral del empresario, ayudándolo a reconectarse con sus sueños más profundos.

De acuerdo con la coordinadora de programas de dicha escuela, uno de los mayores desafíos que enfrentan los empresarios es la falta de confianza para encomendar tareas a otros. La mayoría no delega porque sienten que nadie hará las cosas como ellos, comenta. Este exceso de control sobrecarga al empresario y lo desconecta de los motivos iniciales que lo llevaron a emprender.

Empresarios MYPE en la Rueda de Negocios Verdes. Este espacio marcó un paso importante hacia el fortalecimiento de conexiones comerciales basadas en la responsabilidad ambiental.

Liderar y crear hábitos: dos caras de la misma moneda

En el corazón de la metodología de la Escuela LID se encuentra un principio fundamental: para transformar a los empresarios en líderes de éxito, primero hay que transformar sus hábitos.

Más allá de impartir conocimientos técnicos, el programa de la Escuela LID se enfoca en la creación de nuevas rutinas y comportamientos que impulsen un cambio profundo en los participantes.

Mediante ejercicios prácticos y un acompañamiento personalizado, los empresarios aprenden a reemplazar los viejos patrones que los limitan, por hábitos que fomentan su crecimiento personal y profesional, y que son esenciales para integrar  equipos sólidos y delegar tareas de manera efectiva, sin la necesidad de supervisar cada detalle operativo. A través de un enfoque práctico, los participantes adquieren estas habilidades fundamentales, porque, como afirma Roxana Girón: “Pensar en un empresario exitoso no es pensar en alguien que lo sabe todo, sino en alguien con buenos hábitos”.

Un enfoque integral de la mano con el crecimiento empresarial

La transformación en el ser comienza desde el primer nivel de sus programas de formación empresarial. Con un enfoque integral, los empresarios aprenden a liderar sus negocios de una manera estratégica y con propósito. “Les ayudamos a recordar los sueños que los impulsaron a emprender”, afirma Roxana. Este proceso no solo beneficia al empresario, sino también a sus familias y colaboradores. Al delegar, organizarse y crear nuevos hábitos, los empresarios liberan tiempo para dedicarse a su autocuidado y a fortalecer sus relaciones personales, sin perder de vista su negocio.  

Esta metodología de la Escuela LID demuestra que el éxito empresarial y la realización personal no son caminos opuestos, sino complementarios. Roxana lo resume de manera contundente: “La transformación comienza en el ser, y eso repercute en la empresa y el entorno del empresario”. 

En un contexto donde emprender a menudo significa sacrificios personales, la Escuela LID ofrece una perspectiva diferente. Su metodología transforma vidas y empresas, mostrando que el verdadero liderazgo radica en cultivar una visión integral que coloque al ser humano en el centro. 

Las expectativas de los empresarios Mypes mejoran para este trimestre

Las expectativas de los empresarios Mypes mejoran para este trimestre

Obtén acceso al informe completo aquí

El más reciente informe de Dinámica Empresarial MYPE para el cuarto trimestre de 2024 muestra una mejora en las expectativas de los micro y pequeños empresarios. Al cierre de dicho período, el Índice de Confianza Empresarial alcanzó los 108.5 puntos, lo que representa un aumento de 3.1 puntos respecto al trimestre anterior y una mejora de 4 puntos en comparación con el cierre de 2023. 

Lo más destacado es que este dinamismo se reflejó de manera transversal en todos los sectores económicos y segmentos de la MYPE. Cada uno de ellos reportó un Índice de Confianza superior a 100, lo que evidencia estabilidad o crecimiento hacia el cierre de 2024. Estos resultados reafirman la resiliencia y capacidad de adaptación que distinguen al sector MYPE, posicionándolo como un sector muy dinámico.

Un 2024 con resultados positivos y con un optimismo moderado para 2025

Al analizar los resultados del informe, se observa que los últimos meses del año fueron especialmente positivos para el sector. El indicador de situación, que mide la salud económica del sector y su coyuntura en el corto plazo, cerró en 39.6 puntos. Esto significa que el número de empresarios MYPE que percibieron una mayor rentabilidad superó en casi 40 puntos a aquellos que expresaron lo contrario. Este comportamiento coincide con la tendencia histórica reflejada en los informes de Dinámica Empresarial MYPE, que desde 2020 muestran cómo el último trimestre suele ser el periodo de mayor actividad para el sector, en gran parte impulsado por las festividades de fin de año.

En términos generales, 2024 fue un año mejor que 2023 para las MYPE. Aunque persisten ciertos ciclos estacionales, en promedio los empresarios MYPE que reportaron una situación favorable en el manejo de sus negocios durante el año superó en 6 puntos al año anterior. 

Este desempeño positivo al cierre del año ha generado expectativas favorables para el inicio de 2025. El indicador de expectativa cerró en 52 puntos, lo que representa un incremento de 8 puntos respecto al mismo período de 2023. Este nivel de optimismo sugiere que los empresarios perciben un entorno económico favorable para continuar con sus actividades y generar nuevas oportunidades.

Aumenta Confianza Empresarial
31.5

La mejora de la situación y las altas expectativas tuvieron un impacto directo en la Confianza Empresarial del sector, que cerró en 45.7 puntos. Esto equivale a un aumento de 7 puntos respecto al trimestre anterior y un crecimiento de 9.1 puntos en comparación con el cierre de 2023. Al superar los 20 puntos, este indicador refleja que los empresarios confían en un entorno económico con posibilidades de crecimiento positivo para 2025, además de considerar rentables las inversiones y la contratación de personal.

Desafíos pendientes para un crecimiento sostenido

A pesar del panorama positivo, persisten desafíos que limitan el crecimiento y el desarrollo del sector. El principal reto identificado por los empresarios es el aumento de la competencia, que afecta al 51% de ellos, un incremento de seis puntos en comparación con el mismo período del año anterior. Este aumento en la competencia podría estar relacionado con la entrada de nuevos competidores de mayor tamaño (empresas formales mediana y grandes), impulsada por la mejora en la seguridad tras el régimen de excepción. 

Otro factor que restringe el desempeño del sector son las disposiciones municipales y gubernamentales. Desde 2023 se ha observado una tendencia al alza en este indicador, y al cierre de 2024, 15 de cada 100 empresarios señalaron haberse visto afectados por estas medidas. Esto podría obedecer al reordenamiento de plazas y centros públicos, que han provocado dificultades para las actividades y los negocios de un número importante de empresarios.

Estos desafíos revelan que, aunque los resultados del informe reflejan una dinámica empresarial favorable, es fundamental atender varias áreas críticas a fin de impedir que el sector se vaya relegando en su crecimiento. Para ello, es necesario implementar políticas públicas que promuevan la integración del sector en nuevas cadenas de valor, fomentando su participación en mercados más amplios. Según, el investigador del Observatorio Mype, Francisco Góchez, además deben diseñarse estrategias que reduzcan o simplifiquen los obstáculos operativos, como permisos, regulaciones y trámites, lo que permite que estas empresas se formalicen. Añadió, que para enfrentar la competencia, los empresarios deben encontrar formas de diversificar su oferta de productos y servicios y diferenciarse.  Observó que las crecientes conflictos por las ordenanzas locales de reordenamiento deben ser atendidas,  ya que de forma creciente los microempresarios señalan problemas para acceder a los espacio públicos que antes eran sus mercados naturales.

Rompiendo límites: el crecimiento empresarial de Emma Martínez frente a la necesidad 

Rompiendo límites: el crecimiento empresarial de Emma Martínez frente a la necesidad

La MYPE salvadoreña se conforma en su mayoría por mujeres. Según el estudio El Estado de la MYPE 2023, seis de cada diez unidades económicas del sector están lideradas por mujeres, lo que subraya su papel fundamental en el desarrollo de esta actividad económica. El informe más reciente, correspondiente al año 2024 reveló, sin embargo, un desafío persistente: si bien las mujeres constituyen la mayoría de los propietarios de microempresas y pequeñas empresas (MYPE), tienden a concentrarse en los segmentos más vulnerables de este sector.

De acuerdo con el estudio, mas de mitad de las empresarias MYPE opera en el segmento de subsistencia (68.8%), el más vulnerable frente a crisis, donde los ingresos diarios solo alcanzan para sobrevivir. En contraste, solo el 31.2% de los empresarios hombres se encuentra en este segmento. Estas cifras sugieren la existencia de barreras estructurales que limitan el crecimiento de las mujeres en el sector. 

Con este contexto en mente, conocemos a Emma Martinez, una empresaria de San Salvador que inició desde lo más básico, enfrentando desafíos diarios con determinación. Su trayectoria dio un giro significativo al formar parte del Programa Mujer Apoyamos tu Desarrollo, impulsado por USAID Catalyze WBR en colaboración con la Escuela de Empresarios LID y el Banco Integral. Gracias a este apoyo, Emma transformó su negocio Choco Express.  En  dos años pasó de ser un pequeño emprendimiento con un carretón, a una empresa consolidada, con seis carretones, un local propio, una bodega de almacenamiento  y una cartera de clientes a las que brinda servicios en eventos sociales.

Los primeros pasos para hacer frente a la necesidad…

Emma Martínez nos cuenta que en los inicios de su negocio, recorría las abarrotadas paradas de autobuses de San Salvador empujando un carretón cargado de dulces y golosinas.

“Todos los días salía bien temprano a buscar mi sustento y el de mi familia con lo que vendía”, rememora. Pero no siempre había clientes, y la frustración crecía. “Lo que vendía no me alcanzaba para cubrir lo básico para mí y mi familia”, confiesa.

La necesidad la llevó a reinventarse. En el año 2022 decidió  cambiar su oferta vendiendo chocobananos. Su esposo le construyó un nuevo carretón, y juntos apostaron por vender en el Centro Histórico. Esto representó  el inicio de lo que, poco después, se convertiría en su exitosa empresa Choco Express.

“El inicio fue bien difícil”, admite Emma. Sin un equipo adecuado para almacenar los productos, se veía obligada a desechar mercancía en días de bajas ventas. Sus jornadas eran maratónicas. Emma empujaba el carretón de lunes a domingo, de nueve de la mañana a nueve de la noche. “Caminaba bajo sol o lluvia, no podía regresar con mercancía sin vender a mi casa porque no tenía dónde guardarla”, explica. 

Con el tiempo, y gracias al apoyo de sus hijos, Emma logró adquirir un segundo congelador, aumentando  su capacidad de almacenamiento. Poco después, añadió un segundo carretón y, finalmente, un tercero. Cada carreton nuevo eran manos nuevas, para este momento contaba con tres empleados que le ayudaban con los carretones. Pero todo paso que daba hacia adelante traía nuevos retos. 

A medida que los ingresos crecían, también lo hacían los costos. “No  veíamos ganancias porque todo lo que ganábamos se iba para el negocio”, recuerda. Primero, intentó reducir costos asociándose con grandes proveedores, pero los resultados a su favor fueron mínimos. Las  preocupaciones financieras y las exigencias diarias comenzaron a pesar.  

Por si fuera poco, le tocaba estar pendiente de todas las áreas de la empresa. “A veces lidiaba con los empleados, otras con los gastos. Sentía que no iba a pasar de ahí. No era fácil”, confiesa. 

“A veces lidiaba con los empleados, otras con los gastos. Sentía que no iba a pasar de ahí. No era fácil”
Emma Martínez
Microempresaria

Puentes hacia el crecimiento

Con el tiempo, la responsabilidad  se volvió abrumadora y comenzó a sentir que el esfuerzo no era suficiente para avanzar. Emma nos cuenta que llegó a un punto crítico en el que sintió que necesitaba ayuda. “Yo no tenía ninguna experiencia”, explica. Fue entonces cuando ingresó al Programa Mujer Apoyamos tu Desarrollo, financiado por USAID y desarrollado en colaboración con la Escuela de Empresarios MYPE LID de FUSAI y Banco Integral.

“Todo cambió cuando entré al programa”, asegura. “Al inicio no llevaba un control financiero, no sabía cuánto ganaba ni cuánto gastaba, todo eso lo aprendí cuando llegué al proyecto”, agrega.

Con el apoyo de la Escuela LID, Emma aprendió a llevar un control financiero, delegó tareas a sus tres hijos y capacitó a su personal. “Ahora sé administrar mi dinero y también identificar a mi cliente potencial”, comenta con entusiasmo. 

El programa también le permitió acceder a un crédito, algo que antes había intentado sin éxito en cooperativas y bancos. “Siempre me pedían cosas que no tenía”, recuerda. Este crédito marcó un antes y un después en su vida. “Fue el impulso que realmente necesitaba. Si Banco Integral no me hubiera dado el crédito, aún estaría luchando , sin percibir un mayor crecimiento”, admite.

Emma junto a empresarias del Programa Mujer Apoyamos tu Desarrollo, impulsado por USAID Catalyze WBR en colaboración con la Escuela de Empresarios LID y el Banco Integral.

Según El Estado de la MYPE 2024, el 57% de las empresarias enfrentan dificultades para acceder a financiamiento, siendo la informalidad uno de los principales obstáculos. Frente a esta realidad, proyectos como Catalyze El Salvador WBR son fundamentales para que mujeres como Emma puedan superar estas barreras y liderar en los segmentos más rentables del sector MYPE.

Emma mira hacia atrás con gratitud y orgullo. Su participación en el Programa Mujer Apoyamos tu Desarrollo marcó un antes y un después, convirtiendo a Choco Express en algo más que un negocio: un símbolo de esfuerzo, aprendizaje y resiliencia. Este año, logró incrementar sus ventas en un 66%, ofrece servicios para eventos sociales o empresariales y espera alcanzar aún mayores ventas a finales de este año. “Fue difícil, pero valió la pena”, concluye. 

Las dificultades de las microempresas para integrarse a la economía, ponen de nuevo en la mesa la necesidad de políticas compensadoras

Las dificultades de las microempresas para integrarse a la economía, ponen de nuevo en la mesa la necesidad de políticas compensadoras

El país registra una notable aceleración económica, evidenciada por el crecimiento nominal promedio del PIB en el período 2020-2023, del 6.43%, el cual  supera con creces el promedio histórico de 2.1% de las últimas tres décadas, según reporta el Banco Central de Reserva (BCR). 

Este crecimiento económico, sin embargo, ha sido desigual entre los diferentes sectores. Los resultados del informe «El estado de la MYPE 2024» del Observatorio MYPE de la Escuela LID de FUSAI, sugieren que las microempresas, mayoritariamente informales, estan quedando rezagadas de este dinamismo.

El país vive uno de sus mejores momentos, pero las microempresas no tanto

Según el citado informe, la contribución de las microempresas al PIB ha descendido de un promedio del 42% en la última década, al 36.3% en 2023. Este declive  podría responder a varios factores, entre ellos la incapacidad de muchas microempresas para trasladar el aumento de costos a los precios de sus productos y servicios, sus altos niveles de informalidad y las dificultades que parecen encontrar para integrarse en las nuevas cadenas de valor y competir con las pequeñas y medianas empresas, que normalmente están mejor preparadas para aprovechar las nuevas oportunidades. 

El aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo, conocido como inflación, está teniendo un efecto negativo sobre la capacidad de las microempresas para ajustar sus precios y mantener sus márgenes de ganancia. Para el economista William Pleites, director del Informe Mype 2024,  «la inflación actúa como  un impuesto regresivo que golpea especialmente a las microempresas de menor tamaño»

Frente a este panorama, el Observatorio MYPE respalda la propuesta de la CONAMYPE, que hasta ahora ha recibido escasa atención pública, sobre la necesidad de integrar de manera gradual al sector MYPE en las cadenas de valor. Esto debería iniciar con la profesionalización de los empresarios, seguida de una formalización progresiva que facilite el aumento de sus ventas y competitividad. 

De acuerdo con Luis Castillo, director del Observatorio MYPE,  para que las microempresas puedan competir de manera efectiva y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado, “es vital brindarles los medios y el apoyo necesarios para integrarse en estas nuevas cadenas de valor; de otra manera, su situación no cambiará sustancialmente»

Según Castillo, esta integración requiere fortalecer significativamente los programas que faciliten la participación de las microempresas en la economía. Según él, se requiere impulsar la integración gradual de las MYPES mediante programas de profesionalización y mejora de la competitividad, convirtiéndolos en proveedores y oferentes de servicios y productos de valor y de importancia en las nuevas cadenas que se van conformando.

Es necesaria una reasignación de recursos e implementar una estrategia de integración efectiva

El dinamismo económico actual ha demostrado que la expansión de sectores como el turismo, la inversión inmobiliaria y los servicios no se traslada automáticamente al sector MYPE, aunque este constituya más del 90% del tejido empresarial del país. Para lograr esta integración, resulta urgente implementar de manera efectiva una política bien perfilada que facilite la participación de las MYPES en la economía.

Aunque la política de integración de CONAMYPE reconoce esta deficiencia, es evidente que se requiere un cambio en la asignación de recursos. Actualmente, las asignaciones presupuestarias del gobierno central de USD $40 millones al presupuesto de CONAMYPE resultan insuficientes, especialmente si se comparan con las transferencias fiscales a otros sectores, que pueden ser hasta diez veces mayores. Con tan pocos recursos a disposición es muy difícil que las iniciativas para mejorar la competitividad de las MYPES puedan lograr el impacto que se requiere.

Además, es imprescindible contar con un marco institucional moderno que simplifique los procesos necesarios para que las MYPES puedan profesionalizarse, formalizarse y competir en condiciones más equitativas. Esto permitiría no solo mejorar su competitividad, sino también integrarlas como actores clave en las nuevas cadenas de valor que están emergiendo en el país.

Si el objetivo es construir un modelo de desarrollo más inclusivo, donde las MYPES sean uno de los pilares de una economía de mercado más equilibrada y menos desigual, este es el momento de actuar. Estamos a tiempo de corregir estas desigualdades y apostar por un futuro más justo para el sector.

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