Informe Estado de la MYPE 2024: las microempresas aportan el 42.9% al PIB de El Salvador

Mayra Valle Calero. Microempresaria “Jandet Organic”.

Informe Estado de la MYPE 2024: las microempresas aportan el 42.9% al PIB de El Salvador, por lo que siguen siendo pilar fundamental de la economía

El informe «Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía», presentado por el Observatorio MYPE, el 29 de agosto, ofrece una nueva perspectiva sobre la economía de El Salvador, actualiza las características del sector y analiza por primera vez la participación de las microempresas en el PIB, destacando sus fortalezas y desafíos a corto y mediano plazo.

Peso determinante en la economía, de las microempresas

Una de las principales novedades del informe es la medición de la contribución de las MYPES al Producto Interno Bruto (PIB), utilizando una metodología basada en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN). Los resultados muestran que, entre 2016 y 2023, las MYPES aportaron un promedio del 42.9% al PIB, consolidándose como un pilar esencial de la economía salvadoreña. Este enfoque mejora notablemente los estudios anteriores, que no diferenciaban adecuadamente entre la economía informal y el sector MYPE.

El informe revela que, en los últimos tres años, las microempresas han enfrentado desafíos significativos, entre ellos el sobreendeudamiento y el impacto de la inflación, los cuales han limitado su capacidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento económico que el país experimenta en diversos sectores.

Perspectivas empresariales en un entorno adverso

Para facilitar la comprensión de la realidad de las microempresas, el informe ofrece un análisis de la percepción de los empresarios sobre el entorno económico. Este análisis se desarrolla en el capítulo 2, utilizando como herramienta principal el Índice de Confianza MYPE.

Los resultados revelan un panorama complejo: al consultar a los empresarios sobre su situación económica en comparación con el año anterior, el 38.5% considera que ha mejorado (13.2% de manera significativa y 25% ligeramente), mientras que el 25.8% opina que ha empeorado (6.5% de forma significativa y 19.3% ligeramente).  

Considera que ha mejorado 38.8%
Considera que ha empeorado 25.8%

Este análisis, junto con otros indicadores de expectativas, inhibidores y confianza empresarial, proporciona una mejor comprensión de las dinámicas internas del sector en un periodo desafiante, que incluyó la crisis derivada de la pandemia por Covid 19. En él, se subraya la necesidad de intervenciones coordinadas entre el sector público y privado para fortalecer la confianza y mejorar el entorno de negocios del sector. 

Barreras invisibles: desafíos socioeconómicos y estructurales

El informe dedica un análisis detallado a los desafíos persistentes que enfrentan las microempresas en El Salvador, incluyendo la formalización. Aunque el documento señala que el 76% de las microempresas en el país operan en la informalidad, sin cumplir con sus obligaciones fiscales ni laborales, también destaca que las principales barreras para aquellos empresarios que desean formalizar sus negocios son los altos costos, la falta de información y la complejidad del proceso. Esto es especialmente cierto para las empresas de subsistencia y las más pequeñas. 

Se destaca la situación de las unidades económicas lideradas por mujeres, que constituyen aproximadamente el 60% de las microempresas en el país. El informe revela que el 57.1% de estas propietarias considera que les resulta difícil o muy difícil obtener un crédito, por el exceso de deuda y problemas en los burós de crédito.

Además, el 75% de las empresarias tiene un nivel educativo de noveno grado o menos, y el 35.3% señala que lidian con una sobrecarga de responsabilidades empresariales y familiares. Esta combinación de factores limita su potencial de crecimiento. Para abordar estos obstáculos, se están explorando programas de apoyo específicos para fomentar su desarrollo.

 

Migración y microempresas: un vínculo crucial

Otra aportación innovadora del informe es el análisis que hace de la relación entre las microempresas y la migración, un tema crucial en el contexto salvadoreño. Uno de los principales hallazgos del informe revela que iniciar un negocio reduce en más del 60% la intención de emigrar entre los empresarios MYPE que estaban considerando esa opción. Además, se encontró que este efecto es aún mayor, alcanzando más del 80%, entre los microempresarios de subsistencia y del sector agropecuario. 

En este nuevo informe, además de abordar nuevamente el tema de las migraciones y relación con las MYPES, se exploró el uso de las remesas. Según la investigación, las políticas más efectivas para fomentar el arraigo y disuadir a sus familiares de emigrar son mayor acceso a financiamiento para expandir el negocio (52%), apoyo para formalizar la empresa (36.9%), y capital semilla a bajo costo para que sus familiares inicien sus propios negocios. En este sentido, la publicación sugiere que el acceso a financiamiento de las microempresas y el apoyo a su formalización gradual pueden constituir políticas efectivas para mitigar la decisión de emigrar.

La expansión del turismo y su impacto en las microempresas

Finalmente, el informe explora las oportunidades y desafíos de las MYPES en las zonas turísticas, un sector en crecimiento en la economía salvadoreña. Aunque se ha observado una recuperación tras la pandemia, el informe revela que el 46.2% de las microempresas que operan en las zonas turísticas atienden a menos clientes que antes de la pandemia, y solo un 12.9% ha superado completamente las consecuencias de la crisis sanitaria. 

Ante este entorno, los microempresarios que operan en zonas turísticas expresaron que las principales limitaciones que enfrentan son:

Los apoyos más solicitados al sector público incluyen la organización de ferias para impulsar el turismo, mejoras en la infraestructura vial, capacitación empresarial, promoción de sus negocios en el extranjero y un mejor acceso a servicios de internet.

Necesidad de mayor comprensión de la importancia del sector

El informe enfatiza la relevancia de este sector a nivel nacional y la necesidad de asignar más recursos para fortalecer a las microempresas, que son el motor económico actual y desempeñan un papel crucial como estabilizadores sociales en el desarrollo del país. Los datos presentados revelan una dimensión de la realidad salvadoreña que había estado oculta en las estadísticas oficiales, permitiendo una mejor comprensión de la vida y los desafíos que enfrentan quienes sostienen la economía del país con su esfuerzo diario, a menudo invisibilizado.

El estado de la MYPE 2024: La otra cara de la economía

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    La realidad de las MYPES lideradas por mujeres en El Salvador. Entre la familia y  el negocio

    La realidad de las MYPES lideradas por mujeres en El Salvador: entre la familia y el negocio

    En El Salvador, las micro y pequeñas empresas (MYPES) desempeñan un papel crucial en la economía, especialmente en el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, el camino hacia un crecimiento sostenible para estas empresarias está lleno de desafíos considerables. Un estudio reciente del Observatorio MYPE, que forma parte del informe MYPE 2024 presentado en agosto, para muchas empresarias, el desafío más grande no es solo hacer crecer su negocio o financiamiento, sino equilibrarlo con las responsabilidades familiares.

    El desafío del doble rol: proveedoras y cabezas de familia

    El estudio señala que aproximadamente una tercera parte de las mujeres propietarias de microempresas no solo son las principales proveedoras de ingresos en sus hogares, sino que también asumen por completo la responsabilidad del cuidado familiar. Aunque el sector MYPE ofrece una flexibilidad de horarios valiosa, que difícilmente se encuentra en el sector formal, esta misma flexibilidad obliga a muchas empresarias a desempeñar un doble rol, ya que no siempre cuentan con el apoyo necesario para atender otras necesidades. 

    Esta situación refleja cómo la flexibilidad inherente al sector de las micro y pequeñas empresas (MYPE) se convierte en una doble carga para muchas empresarias que deben equilibrar sus responsabilidades empresariales y familiares, lo que las coloca en desventaja frente a los empresarios del sector y se convierte en una barrera que limita su capacidad de crecimiento. 

    Rosa Alvarado, además de administrar una tienda de productos de cuidado personal en San Julián, Sonsonate, debe cuidar a su madre mientras su hermano trabaja en el campo. 

    "Mi negocio me da la flexibilidad necesaria para cuidar a mi madre", comenta Rosa. "Sin embargo, eso también implica que a veces debo renunciar a oportunidades cuando mi madre me necesita".
    Rosa Alvarado
    Empresaria

     

    Ada Gonzáles, madre soltera y empresaria, enfrenta retos similares con Adaxi, su academia de costura en Sierra Morena, Soyapango. «Adaptarme al negocio y cuidar a mis hijos ha sido un reto constante, especialmente cuando debo organizar mi tiempo entre la confección, la academia y las responsabilidades familiares. Ser mamá soltera y empresaria no es fácil; implica hacer sacrificios significativos como dejar actividades que mis hijos disfrutaban para poder sostener el negocio y la familia», explica Ada, quien con esfuerzo ha visto crecer su academia que comenzó como una pequeña operación en casa y ha llegado a tener  veinte alumnas en su cuarta promoción.

    Según el mencionado informe, la participación femenina disminuye considerablemente en los segmentos más grandes y económicamente más estables, como el de acumulación ampliada y pequeña empresa, donde predominan las unidades dirigidas por hombres.

    El estudio indica que, aunque la mayoría de las unidades económicas del sector son lideradas por mujeres y que ellas también emplean una mayor proporción de mujeres en comparación con las lideradas por hombres, esta predominancia femenina no se traduce en un crecimiento proporcional. De hecho, casi el 90% de las empresarias están concentradas en los segmentos de subsistencia o acumulación simple, que corresponden a los estratos más vulnerables del sector de las micro y pequeñas empresas (MYPE). Rosa reflexiona sobre esta realidad:

    "A veces, lo que necesitamos no es financiamiento, sino programas que entiendan la realidad que vive uno y nos ayuden según lo que uno necesita."
    Rosa Alvarado
    Empresaria

     

    En los segmentos más grandes y económicamente más estables, la representación femenina disminuye considerablemente, predominando las unidades dirigidas por hombres. Ada, quien inició sin el respaldo de su familia, reconoce la importancia de contar con apoyo externo, especialmente para aquellas que realmente quieren avanzar con su negocio. «Enseño a mis alumnas que el error no es un fracaso, sino una oportunidad para aprender y mejorar. Siempre les digo: ‘Tranquilas, no pasa nada si se equivocan; lo importante es volver a intentarlo y seguir adelante’. Aunque inicié sola, ahora veo cómo, con el apoyo adecuado, se pueden superar muchos obstáculos». 

    Con frecuencia, en este doble rol las empresarias enfrentan desafíos adicionales como la falta de educación y financiamiento. Como sugieren los resultados del mencionado estudio, estas empresarias enfrentan una brecha de género que se amplía a medida que las empresas crecen. La concentración de las empresarias en los segmentos más pequeños del mercado las sitúa en una posición vulnerable. Estos segmentos a menudo se caracterizan por una menor capacidad de inversión y menores niveles de remuneración, lo que representa importantes desafíos que deben enfrentar las empresarias. Sin embargo, Rosa subraya la importancia de la independencia en este contexto: 

    Historias como las de Rosa y Ada subrayan la necesidad de implementar estrategias integrales que ayuden a crear un entorno más propicio para que las empresarias salvadoreñas lideren negocios sostenibles y prósperos, superando las brechas que obstaculizan su crecimiento y consolidación en el mercado. 

    Necesidad de programas de soporte

    Una respuesta efectiva en esta dirección podría ser la implementación de programas de cuidado infantil y apoyo a las responsabilidades familiares de las empresarias. Estos programas serían un primer paso esencial para facilitar la transición hacia la reducción de la brecha de género, promoviendo así un desarrollo empresarial más sostenible e inclusivo.  Para lograr un mayor impacto, estas iniciativas deben complementarse con políticas e inversiones que promuevan la educación, la mejora laboral, ofreciendo mejores oportunidades de financiamiento y acceso a tecnologías que optimicen sus negocios. 

    "Creo que invertir en personas que realmente quieren salir adelante es clave. Con el apoyo adecuado, las mujeres pueden superar muchos obstáculos y llevar sus negocios al siguiente nivel", destaca Ada, quien ha aprendido que empezar un negocio puede dar miedo, pero con esfuerzo y dedicación se puede alcanzar el éxito.
    Ada Gonzáles
    Empresaria

     

    El desafío de cerrar la brecha de género en las MYPES es tanto una cuestión de equidad como de eficiencia económica. Empoderar a las mujeres empresarias no solamente fortalece la economía, sino que también promueve un crecimiento más equitativo y sostenible entre hombres y mujeres . Como expresa Rosa Alvarado: «lo que nos impulsa, no es solo la necesidad de crecer, sino el deseo de cambiar nuestra vida, la de la familia y amigos.»

    La persistencia de esta brecha no debe ser vista como una fatalidad, sino como una oportunidad para redoblar esfuerzos en la promoción de la igualdad de género en el sector empresarial. Con el apoyo adecuado, las mujeres pueden convertirse en una fuerza aún más poderosa para el desarrollo económico y social de El Salvador. «Adaxi le da vida a su negocio», dice Ada con orgullo, aludiendo al impacto que su academia ha tenido en la vida de sus alumnas y en su comunidad. De hecho, tres de sus alumnas han dado el paso de abrir sus propios pequeños negocios de costura, demostrando el tipo de transformación que es posible cuando las empresarias reciben el apoyo que necesitan

    Como lo advierte el Informe MYPE 2024, las empresas lideradas por mujeres tienden a tener un impacto positivo en las comunidades, generando empleos, innovando con productos y servicios, y fortaleciendo la resiliencia económica local. Además, las emprendedoras suelen reinvertir una mayor proporción de sus ganancias en el bienestar familiar y el desarrollo comunitario.

    Retos de las MYPE ante la fuerte competencia y menor demanda: ¿peligra la recuperación del sector?

    Archivo Observatorio MYPE. 

    Retos de las MYPE ante una fuerte competencia y menor demanda: ¿peligra la recuperación del sector?

    En los primeros seis meses de 2024, El Salvador ha enfrentado un panorama económico complejo y lleno de desafíos. La incertidumbre política generada por el proceso electoral, junto con los impactos de fenómenos naturales como tormentas y sequías, han afectado la estabilidad y previsibilidad que requieren los empresarios para tomar decisiones de inversión y crecimiento.

    Adicionalmente, la desaceleración económica global, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la alta inflación han reducido la demanda interna y aumentado los costos de operación para las empresas.

    No obstante, el más reciente Informe de Dinámica Empresarial del segundo trimestre revela que las micro y pequeñas empresas (MYPE) han demostrado una notable capacidad de resiliencia durante este periodo.

    Aunque el Índice de Confianza Empresarial (ICE), que mide el grado de optimismo de los empresarios sobre el estado general de la economía y sus propios negocios, experimentó una leve disminución de 3.6 puntos en comparación al trimestre previo, aún se mantiene por encima del umbral de 100 puntos establecido tras la pandemia en 2021. Esto sugiere que, pese a que las condiciones económicas actuales no son óptimas, tampoco pueden considerarse como insuperables para el sector empresarial. Por otro lado, el Índice de Expectativa Empresarial logró una mejora, alcanzando los 57.4 puntos. Este incremento indica un moderado optimismo entre las micro y pequeñas empresas (MYPE), que anticipan un repunte en la demanda de productos y servicios durante el próximo trimestre.

    Para asegurar un buen desempeño en los próximos trimestres y evitar una prolongada caída, es fundamental preguntarse: ¿Cuáles son los factores que afectaron al sector durante ese periodo?

    Al analizar el comportamiento del sector empresarial en los primeros seis meses de 2024, podemos identificar algunos desafíos persistentes que enfrentan las micro y pequeñas empresas (MYPE) en El Salvador. Uno de los retos más significativos ha sido la creciente competitividad del mercado. Las MYPE se han visto obligadas a competir en un entorno cada vez más saturado y exigente, lo cual representa un obstáculo importante para su desarrollo. La debilidad de la demanda ha sido otro factor que ha impactado negativamente en el desempeño de las MYPE. La reducción del poder adquisitivo de los consumidores, derivada del entorno inflacionario actual, también ha limitado el crecimiento y las perspectivas del sector.

    Marina del Carmen Cardona de Alvarenga, una empresaria que comenzó su negocio con una pequeña tienda en su casa en San José Villanueva, La Libertad, es un claro ejemplo de la lucha diaria que enfrentan muchas mujeres emprendedoras en un entorno competitivo. Aunque su vida no está exenta de desafíos, Marina está viviendo un momento de profunda felicidad, ya que recientemente se ha convertido en abuela. Su hija, quien la ayuda frecuentemente en el negocio, ha dado a luz a una hermosa bebé, llenando de alegría a toda la familia. Para Marina, su tienda no es solo un medio de subsistencia, sino un legado que espera dejar a su hija y a su nieta, combinando su lucha diaria con el deseo de asegurar un futuro mejor para las próximas generaciones.

    Navegando en un mercado saturado

    Según los datos recopilados durante el primer semestre de 2024, el 44% de los empresarios encuestados reportó un incremento en los niveles de competencia en comparación al periodo anterior. Si bien esta cifra ha experimentado una leve disminución de 5.5% respecto al mismo lapso del año previo, la percepción de una competencia intensa ha sido una constante desde el primer trimestre de 2021.«Yo he visto varias personas que, tal vez por necesidad, han puesto sus pequeños negocios« agrega Marina, subrayando la saturación del mercado. 

    En un sector tan dinámico como el de las micro y pequeñas empresas (MYPE), este aumento sostenido de la competencia representa un desafío significativo para los empresarios, que deben esforzarse constantemente por mantener sus operaciones y mantenerse en el mercado. Esto resulta particularmente adverso para los segmentos más vulnerables del sector MYPE, como la microempresa de subsistencia y las de acumulación simple. Estas empresas, que operan con recursos y márgenes limitados, enfrentan mayores dificultades para adaptarse y responder a las presiones de un mercado cada vez más saturado.

    El incremento de la percepción de una mayor competencia durante este primer semestre de 2024 podría estar relacionado con el hecho de que, en promedio, solo el 2% de los empresarios MYPE ha expresado que la delincuencia representa un obstáculo para las operaciones de sus negocios. Esto sugiere que los empresarios podrían estar percibiendo un ambiente empresarial más seguro y rentable en comparación a periodos anteriores. No obstante, aunque la teoría económica plantea que la competencia fomenta la innovación y mejora la calidad, beneficiando tanto a empresarios como a consumidores, la realidad para muchas micro y pequeñas empresas (MYPE) es bastante diferente.

    La fuerte competencia, sumada a otros factores políticos, económicos y meteorológicos, parece haber afectado negativamente las ventas del sector. Un promedio del 34% de los empresarios expresó percibir una menor demanda entre enero y junio de 2024. Además, el 39% reportó menores ventas durante el segundo trimestre, lo cual representa un incremento de 5.3% con respecto al primer trimestre y el porcentaje más alto registrado desde 2021. Esta disminución en la cantidad de clientes e ingresos afecta directamente los resultados de los empresarios, así como a los empleados y familiares que dependen de estos negocios.

    Carlos Acevedo, analista económico de FLACSO, sugiere que, aunque el número total de consumidores en el mercado se mantiene constante, la percepción de una menor demanda por parte de los empresarios puede estar influenciada por la intensa competencia, que distribuye a los clientes entre más opciones disponibles.

    Manteniéndose a flote

    Dentro de los segmentos que podrían resultar más afectados por esta situación se encuentran las microempresas de subsistencia y las de acumulación simple. Estos empresarios, que conforman alrededor del 82% del sector MYPE, tienen un patrón de generación de ingresos orientado al consumo inmediato o únicamente a lo necesario para mantener el negocio, sin posibilidad de ahorrar. Debido a sus márgenes de maniobra muy reducidos, estos microempresarios a menudo se ven obligados a tomar medidas drásticas, como recortar gastos o reducir su propio consumo, simplemente para mantenerse a flote.

    En respuesta a esta situación adversa, es fundamental que las MYPE busquen formas de innovar y diferenciarse para mantener su competitividad. Una estrategia clave puede ser la fidelización de clientes, la cual les permitiría asegurar una mayor estabilidad. No obstante, la gestión financiera adecuada es igualmente crucial en un mercado donde la competencia es intensa y los márgenes de error son mínimos. Cada centavo cuenta para estas MYPES, detrás de cada una hay familias y empleados cuya supervivencia depende de la sostenibilidad de estas unidades económicas. Muchos de estos microempresarios se han visto obligados a emprender debido a la falta de oportunidades en el empleo formal.

    A pesar de los enormes retos, muchos empresarios siguen luchando con perseverancia y esperanza por prosperar en un ambiente difícil. Marina, como tantos otros, continúa trabajando con el objetivo de dejar un legado duradero y seguro para su familia. Sus palabras reflejan su compromiso con su negocio y su deseo de asegurar un mejor futuro para su hija y su nieta, con la esperanza de que su trabajo del día brinde estabilidad en el mañana. 

    Sus palabras reflejan su compromiso con su negocio y su deseo de asegurar un mejor futuro para su hija y su nieta, con la esperanza de que su trabajo del día brinde estabilidad en el mañana. 

    Es por eso que se vuelve esencial implementar políticas que, además de capacitar a los empresarios en la gestión financiera, también les brinden apoyo para enfrentar con éxito los desafíos de un panorama competitivo cada vez más complejo. Hablamos de negocios y empresas familiares que buscan salir adelante, sosteniendo no sólo sus propios sueños, sino también la esperanza de un futuro próspero, tanto económico como social, para todos 

    Clima de Confianza Empresarial- Segundo Trimestre 2024

    Clima de Confianza Empresarial - Segundo Trimestre 2024

    Evolución de la Confianza Empresarial del Sector MYPE en El Salvador

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    RESUMEN

    El índice de confianza de las MYPE para el segundo trimestre de 2024 se situó en 102.2 puntos, lo que representa una disminución de 3.6 puntos con respecto al trimestre anterior y una reducción de 0.9 puntos en comparación con el mismo período del año anterior.

    La disminución en el índice sugiere que las micro y pequeñas empresas han experimentado una menor confianza en las condiciones económicas y empresariales. Los empresarios se mostraron más insatisfechos con su situación empresarial actual, en contraste con una leve mejora en sus expectativas a futuro.

    A pesar de la disminución, el índice sigue en un rango positivo, indicando cierto nivel de optimismo de los empresarios. Es importante seguir de cerca los indicadores económicos en general y las políticas gubernamentales para evaluar la confianza empresarial en el próximo trimestre.

    La disminución en el índice de confianza empresarial MYPE tiene implicaciones en la reducción de contrataciones de nuevos empleados, pone en riesgo la estabilidad laboral del empleo actual, y podría postergar o reducir las inversiones destinadas a mejorar la productividad o en la adquisición de inventarios de mercadería.

    (Cuadro) y (Grafico de indice)

    SITUACIÓN ACTUAL

    El índice de situación es una herramienta fundamental para evaluar varios aspectos clave como la salud económica y financiera de las empresas, además de permitir determinar la situación económica general y las tendencias de corto plazo.

    Durante el segundo trimestre de 2024, este índice se situó en 7.8 puntos, reflejando una situación empresarial desafiante. Las micro y pequeñas empresas (MYPES) habían comenzado el año al cierre del primer trimestre con un indicador de 24.8. Sin embargo, como lo muestra la gráfica, en El Salvador este índice experimenta fluctuaciones significativas en los segundos trimestres de cada año.

    El índice de situación empresarial MYPE se calcula a partir de la diferencia entre el porcentaje de empresarios que perciben una evolución favorable en sus negocios y aquellos que la perciben como desfavorable. Específicamente, en el último trimestre (abril-junio 2024), el 31.4% de los empresarios MYPE entrevistados consideraron que el comportamiento de sus negocios fue favorable en comparación con el período de enero a marzo 2024. Por otro lado, el 23.6% de los empresarios opinaron que su situación fue desfavorable.

    Por lo tanto, el índice de situación empresarial MYPE resulta de la diferencia entre el 31.4% de opiniones favorables y el 23.6% de opiniones desfavorables.

    La inflación sigue siendo el principal problema de las micro y pequeñas empresas, con un 42% de empresarios reportándolo como el problema más importante que enfrentan actualmente sus negocios, 3 puntos más que en el primer trimestre de este mismo año 2024.

    EXPECTATIVA

    A pesar de los desafíos económicos y las incertidumbres, los empresarios continúan mostrando confianza en la estabilidad y crecimiento de sus negocios. El índice de expectativa empresarial alcanzó 57.4 puntos, reflejando una mejora gradual con respecto al trimestre anterior, cuando las expectativas empresariales se situaron en 55.6 puntos.

    Las MYPES esperan una mayor demanda de productos y servicios que revierta los resultados adversos del segundo trimestre de 2024. La estabilidad macroeconómica y la capacidad de adaptación a los cambios son esenciales para mantener este impulso positivo.

    CONFIANZA EMPRESARIAL

    La confianza empresarial, que resulta de la combinación de los dos componentes anteriores, define el momento coyuntural de la economía en tres categorías posibles: Pesimista, Neutral u Optimista.

    Un resultado por debajo de -20 significa una condición pesimista, lo cual corresponde a un momento que no es propicio para la inversión ni el aumento en la producción, sugiriendo un posible decrecimiento económico en los próximos meses. Cuando el indicador oscila entre -20 y +20, señala que los empresarios no perciben cambios significativos en la economía. En cambio, será un momento optimista cuando el indicador supere +20, indicando que los empresarios creen que la economía presentará un crecimiento positivo en los próximos meses.

    Durante el segundo trimestre de 2024, la confianza empresarial se situó en 31.5 puntos, lo que representa una disminución significativa de 8.2 puntos respecto al trimestre anterior. A pesar de esta disminución, el índice aún refleja cierto nivel de optimismo por parte de las micro y pequeñas empresas. La ciclicidad de corto plazo evidencia patrones estacionales y expectativas cambiantes.

    COMENTARIOS

    Los indicadores descritos evalúan la percepción de los micro y pequeños empresarios en El Salvador. Otros aspectos relevantes de la investigación se citan a continuación:

    • La microempresa de acumulación simple permanece como el segmento menos favorecido, manteniendo su Índice de Confianza Empresarial, que compara el indicador de confianza empresarial de cada trimestre con el del período base (primer trimestre 2021), cerrando con 99.5, levemente superior al 99.4 del primer trimestre de 2024.
    • Los resultados de los demás segmentos, aunque siguen siendo positivos, están en descenso: la microempresa de subsistencia bajó de 107.3 en el primer trimestre de 2024 a 103.7 en este segundo trimestre. La microempresa de acumulación ampliada cayó de 107.1 a 100.1. Por su parte, la pequeña empresa redujo sus cifras de 108.5 a 102.3.
    • En cuanto a los sectores económicos, los resultados del Índice de Confianza Empresarial muestran que el sector servicios pasó de 99.1 al cierre del primer trimestre de 2024 a 98.5 en este segundo trimestre, prolongando su contracción por cuarto trimestre consecutivo.
    • Producción pasó de tener 101.9 a un indicador en contracción de 99.5. Los sectores que siguen reportando resultados favorables son: transporte, que disminuyó de 109.3 a 108.0, y comercio, que bajó de 107.8 a 102.3. El único sector que experimentó crecimiento fue el agropecuario, que subió a 110.0 frente a los 107.8 registrados en el primer trimestre.

    Otros hallazgos

    Dinámica de ventas - Cuarto trimestre 2023
    Aumento de ventas 21.6%

    El 21.6 por ciento de los empresarios entrevistados manifestaron que sus ventas aumentaron en este segundo trimestre de 2024, mientras que el 39.0 por ciento reportó una disminución.

    Inversión en el sector
    Aumento de inversión 22.5%

    El 22.5 por ciento incrementó la inversión en su negocio, mientras que el 32.5 por ciento la redujo.

    Empleabilidad en el sector
    Más empleos 17.5%

    El 17.5 por ciento de los empresarios reportó un aumento en el empleo, mientras que el 29.6 por ciento manifestó que redujo personal. 

    Comportamiento de los precios de mercadería y materias primas
    Precios aumentaron 34.7%

    El 17.3 por ciento percibió una disminución en los precios de compra de mercadería e insumos de producción, mientras que el 34.7 por ciento reportó un aumento en los mismos.

    INHIBIDORES

    0 %

    de los empresarios resienten un aumento de la competencia, 2 más que el trimestre anterior.

    0 %

    manifestó una disminución en la demanda, 4 más que el trimestre anterior.

    0 %

    de los empresarios señaló dificultades para acceder a financiamiento, 11 más que el período anterior.

    0 %

    identificó la escasez de mercadería como un desafío en el periodo evaluado.  

    0 %

    expresó ser afectado por disposiciones municipales y de gobierno para operar, 3 más que el período anterior.

    0 %

    señaló que la atención de situaciones familiares o de índole personales representa una barrera al operar su negocio a plenitud. 6 que el trimestre anterior. 

    0 %

    de los encuestados manifestó verse afectado por la delincuencia, el indicador se mantuvo igual al del trimestre
    anterior.

    El sector de transporte de El Salvador se recupera gradualmente tras el impacto de la pandemia por COVID-19

    El sector de transporte de El Salvador se recupera gradualmente tras el impacto de la pandemia por COVID-19

    El Salvador ha enfrentado un desafío significativo en su economía como consecuencia de la pandemia por COVID-19. Uno de los sectores económicos que se vio más afectado fue el del transporte, debido a las medidas de confinamiento implementadas durante 2020 y los meses posteriores. Las restricciones de movimiento y los cierres temporales de muchas actividades económicas tuvieron un impacto directo en la demanda de servicios de transporte, tanto de pasajeros como de mercancías.

    Sin embargo, a medida que el país ha avanzado en su proceso de recuperación, este sector ha comenzado a mostrar señales de estabilización, evidenciando la capacidad de adaptación y perseverancia de los actores que lo conforman.

    En el trimestre correspondiente a los meses de abril a junio de 2024, el Índice de Confianza Empresarial para el sector transporte cerró en 108, posicionándolo como el segundo sector con mejor desempeño y con un puntaje superior al promedio obtenido por todo el sector MYPE.

    «La pandemia supuso un golpe duro y difícil al momento de iniciar mi negocio, pero ahora vislumbramos la luz al final del túnel«, comenta Dalila Chavarría, empresaria MYPE del sector transporte con sede en Apopa.

    Este dato no solo pone de manifiesto la fuerte dependencia de las familias salvadoreñas de los ingresos generados por las micro y pequeñas empresas (MYPE), sino que también refleja la importancia vital que estas empresas tienen para el bienestar de millones de hogares y para la economía del país. La fuerte dependencia de los ingresos generados por las MYPE pone de manifiesto la fragilidad de la situación económica de muchas familias salvadoreñas. Cuando estas empresas enfrentan dificultades, ya sea por recesiones, desastres naturales, cambios regulatorios u otros factores, el impacto se transmite rápidamente a los hogares que dependen de ellas.

    Al observar el desempeño del sector durante los primeros meses de la pandemia, se identifica que el punto de mayor inflexión ocurrió en el segundo trimestre de 2021, cuando el 41% de los empresarios del sector informaron una disminución en sus ventas. Esta situación adversa se reflejó en el trimestre siguiente, donde el 30% de los empresarios del sector de transporte expresó haber tenido que reducir su planilla laboral. Esto a su vez se tradujo en el puntaje más bajo registrado en el Índice de Confianza Empresarial para este sector.  (101.1). No obstante, a diferencia de otros sectores, este sector comenzó a recuperarse rápidamente. Para el cierre de 2021, su indicador había mejorado en seis puntos y, para el cierre de 2022, había superado el puntaje obtenido en los trimestres anteriores. 

    En cuanto al empleo, durante el segundo trimestre de 2024, aproximadamente el 59.80% de los empresarios han mantenido su planilla laboral y un 17.09% ha incrementado su personal. Esto indica una mejora considerable en el desempeño y la resistencia de las unidades económicas del sector ante un entorno post COVID. En el 2023 también se experimentó un aumento del 10% en el salario en comparación al año anterior. Sin embargo, esta mejora se ha visto atenuada por la inflación y el aumento del costo de vida. 

    Dalila Chavarría, quien lleva operando su negocio de transporte desde hace tres años, expresa: «Todo está más caro ahora, desde la canasta básica hasta los utensilios de limpieza. Esto nos afecta porque debemos pagar salarios justos mientras nuestros ingresos se ven reducidos.»  

    Al evaluar la situación que experimentaron los empresarios del sector transporte en el segundo trimestre de 2024, el Indicador de Situación cerró en 7.7. Este dato revela que, si bien la mayoría de los empresarios del transporte seguían luchando por recuperarse de los impactos de la crisis, un pequeño porcentaje (7.7) logró mantener e incluso mejorar su situación durante ese período. 

    Al consultar a los empresarios del sector de transporte sobre los principales desafíos que afectaron su desempeño, los resultados fueron los siguientes: el 48.70% de los empresarios reportó un aumento en la competencia; el 34.20% notó una disminución significativa en la demanda por sus servicios; y el 30.80% afrontó dificultades financieras, lo que puso en riesgo la viabilidad de sus negocios. Estos datos resaltan la necesidad apremiante de brindar apoyo al sector de transporte en dos áreas clave para mantener una buena salud financiera: innovación y diferenciación, y estrategias de reducción de costos y mejora del flujo de caja.

    "En esta industria, el dinero llega, pero a veces tarde, obligándonos a endeudarnos temporalmente."
    Dalila Chavarría
    Empresaria MYPE del sector transporte con sede en Apopa

    Es importante resaltar que para el segundo trimestre de 2024, las regulaciones municipales y gubernamentales también han impactado significativamente al sector de transporte, por tercer trimestre consecutivo. En este período, el 18% de los empresarios reportó dificultades relacionadas con la normativa. Este aumento en los desafíos regulatorios podría sugerir la necesidad de una mejor colaboración entre el sector y el Gobierno para crear políticas que beneficien a los empresarios sin entorpecer sus operaciones. «El IVA y otros impuestos nos afectan significativamente,» comenta Dalila. «A veces, el margen de ganancia apenas cubre los costos.»

    En lo que se refiere a los precios de mercadería e insumos de producción, los empresarios MYPE expresan que la inflación sigue siendo el principal problema reportado por el 42%, tres puntos más que en el primer trimestre de 2024. «Recuerdo que cuando comenzamos en 2021, el diésel costaba dos dólares y ahora casi cinco», reflexiona Dalila, resaltando el impacto de los altos precios en los costos operativos.

    A pesar de estos retos, la confianza del sector en la economía ha mejorado notablemente desde 2021. El indicador de confianza empresarial alcanzó 36.5 puntos en el último trimestre evaluado, superando al índice general de MYPES. Este optimismo es crucial para el crecimiento económico, ya que al posicionarse por encima de los 20 puntos significa que los empresarios consideran que la economía presentará un crecimiento positivo, incentivando la inversión y la contratación.

    Estos resultados muestran que el sector de transporte MYPE de El Salvador posee una notable capacidad de determinación y adaptación frente a los desafíos que presenta un entorno post COVID. Sin embargo, para asegurar un crecimiento sostenido, es crucial implementar políticas que apoyen la innovación, eduquen en salud financiera y fomenten una colaboración más estrecha entre el Gobierno y los empresarios. Con una perspectiva optimista, el sector de transporte está bien posicionado para contribuir significativamente al crecimiento económico de El Salvador.

    El Índice de Confianza Empresarial MYPE de El Salvador se contrajo. ¿Por qué debería importarnos?

    El Índice de Confianza Empresarial MYPE de El Salvador se contrajo. ¿Por qué debería importarnos?

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    El sector de las micro y pequeñas empresas (MYPES) es la fuente de empleo o autoempleo más importante del país, representando alrededor del 70% del mercado laboral. Aunque gran parte de estos trabajos pueden considerarse precarios debido a la informalidad, inestabilidad y bajos salarios, su enorme tamaño y su papel como un pilar económico crucial para numerosas familias hacen que este sector desempeñe un rol fundamental en la economía nacional.

    Los últimos resultados del Informe de Dinámica Empresarial 2T 2024 muestran una disminución en el Índice de Confianza Empresarial para el sector MYPE. Este índice, que se mide tomando como referencia el primer trimestre de 2021 con un valor base de 100, ahora se encuentra en 102.2 puntos. Esto representa una caída de 3.6 puntos comparado con el trimestre anterior y 0.9 puntos menos que el mismo periodo del año pasado. Un índice cercano a 100 indica que los empresarios sienten que la situación es más difícil que cuando salieron de la pandemia (primer trimestre de 2021). Esta disminución en la confianza podría llevar a menos inversiones, menos crecimiento e innovación, y menos contrataciones. En este contexto, se vuelve imperativo realizar un seguimiento continuo de los indicadores y adoptar medidas efectivas para mantener el desempeño positivo del sector MYPE en El Salvador. Esto será crucial para garantizar el bienestar de los asalariados y familias que dependen de este importante motor económico. 

    Desafíos y retrocesos en el desempeño empresarial MYPE

    Para el segundo trimestre de 2024, el índice de situación empresarial se situó en 7.8 puntos, reflejando una situación desafiante (ver gráfico). Este índice comenzó el año en 24.8 puntos, mostrando fluctuaciones significativas debido a factores estacionales. Durante el último trimestre, el 31.4% de los empresarios MYPE entrevistados consideraron que el comportamiento de sus negocios fue favorable en comparación con el primer trimestre, mientras que el 23.6% opinaron que su situación fue desfavorable. Estos resultados indican que, a pesar de algunos momentos favorables, un porcentaje considerable de las MYPE enfrentan una realidad económica difícil. 

    A pesar de los desafíos económicos, el índice de expectativa empresarial alcanzó 57.4 puntos, mostrando una mejora gradual respecto al trimestre anterior (55.6 puntos). Eso indica que las MYPE esperan una mayor demanda de productos y servicios en el próximo trimestre, lo cual podría revertir los resultados adversos del segundo trimestre de 2024. Este optimismo debe interpretarse con cautela, dado el contexto inflacionario y las dificultades estructurales del sector.

    Inflación: el enemigo silencioso de las MYPE

    Entre los principales desafíos que enfrenta el sector se encuentran el aumento de la competencia (43%) y la disminución de la demanda (36%), que podrían ser señales de un mercado saturado y con baja capacidad de compra. También se destacan las dificultades para acceder a financiamiento (43%) y la escasez de mercadería (29%), lo cual podría limitar la capacidad de las MYPE para operar y crecer, creando un ciclo de estancamiento económico.

    Aumento de competencia 43%
    Disminución de la demanda 36%
    Dificultades financieras 43%
    Escasez de mercadería 29%

    Sin embargo, el principal desafío que enfrenta el sector MYPE es el aumento de precios en mercadería y materia prima. Este problema afecta al 42% de empresarios y ha crecido tres puntos comparado con el trimestre anterior.

    A nivel nacional, la inflación ha seguido una tendencia alcista por tercer mes consecutivo en este año. Según el Banco Central de Reserva (BCR), luego de 2021, se ha observado un notable aumento en el índice general de precios, especialmente en alimentos y bebidas no alcohólicas. Desde 2021, la inflación acumulada ha sido aproximadamente del 18.78% en precios generales y del 30% en alimentos y bebidas no alcohólicas (ver gráfico). 

    Como se observa en el gráfico, la tendencia inflacionaria ha mostrado un marcado aumento constante desde el año 2021. Esto afecta directamente los costos operativos de las MYPE y disminuye el poder adquisitivo de los consumidores, lo cual resulta particularmente desafiante para los asalariados que tienen menos flexibilidad para incrementar sus ingresos y, por lo tanto, se ven más vulnerables ante el incremento de los precios. 

    Panorama MYPE: un futuro desafiante, pero con potencial

    Los resultados del informe del segundo trimestre de 2024 revelan un período adverso para los empresarios del sector MYPE. El Índice de Confianza Empresarial cerró en 102.2 puntos, representando una disminución de 3.6 puntos respecto al  trimestre anterior. Este puntaje sugiere que la situación económica percibida por los empresarios no es muy favorable, y acercarse a los 100 puntos indicaría una situación muy mala.

    La percepción negativa fue compartida por las diferentes MYPES, con todos los segmentos afectados, aunque algunos más que otros. El más afectado es la microempresa de acumulación simple que se encuentra por debajo de los 100 puntos y también la microempresa de acumulación ampliada que cayó siete puntos cerrando en 100.1. Esto es especialmente importante porque suelen ser los segmentos más pujantes del sector MYPE.  Los otros segmentos redujeron su puntaje, pero aún no han tocado los 100 puntos o menos. Este panorama sugiere establecer mecanismos de coordinación y articulación entre los diferentes actores públicos y privados que intervienen en el ecosistema de las MYPE, con el objetivo de lograr un desempeño sostenible y asegurar el bienestar de los asalariados y familias que dependen del sector. 

    Al consultar la percepción de los empresarios sobre el ambiente empresarial para inversión y contratación, a través del índice de confianza empresarial, se registró una confianza de 31.5 puntos, lo que representa una disminución de 8.2 puntos respecto al trimestre anterior. Aunque ha disminuido, este nivel aún muestra cierto grado de optimismo entre las micro y pequeñas empresas. Sin embargo, la ciclicidad de corto plazo refleja patrones estacionales y expectativas cambiantes. 

    Confianza Empresarial experimenta una reducción
    39.2

    En general, el Índice de Confianza Empresarial de las MYPE en El Salvador refleja desafíos económicos significativos, especialmente, por la inflación y el acceso a financiamiento. A pesar de estos desafíos, persiste un nivel de optimismo ligero para el futuro. Los próximos dos trimestres, y el fin del año, darán sin duda una señal si este estancamiento relativo es temporal o más persistente. 

    Angélica Sigüenza: los cinco dólares que se convirtieron en un exitoso emprendimiento

    Angélica Sigüenza: los cinco dólares que se convirtieron en un exitoso emprendimiento

    Todo comenzó en 2015 cuando, con una inversión inicial de solo 5 dólares, Angélica logró hacer y vender dos docenas de panecillos. En pocas semanas sus ventas se multiplicaron por cuatro. En la actualidad, en un sector tradicionalmente dominado por hombres, Angélica emplea a 11 personas y su negocio tiene sucursales en Santa Ana y San Salvador.

    El comienzo…

    A una edad en la que muchas jóvenes se dedican a sus estudios y a hacer planes para el futuro, Angélica se vio enfrentada a la maternidad. Tras quedar embarazada a los 16 años, su vida dio un giro inesperado, con nuevos retos que afrontar y con poco apoyo de su pareja. Sin embargo, en 2014, cuando el padre de su hijo se vio obligado a migrar, ella se encontró en la necesidad de buscar una alternativa para sostener a su familia. En este momento de gran adversidad, Angélica decidió cambiar el rumbo de su vida, volviendo a vivir con su madre y buscando formas de mantenerse y cuidar de su hijo.

    Fue entonces cuando, con una pequeña inversión de solo 5 dólares, Angélica comenzó a vender cruasanes en las escuelas locales. Este emprendimiento fue un respiro para sus finanzas, generándole ingresos y permitiéndole recuperar gradualmente el control sobre su vida.

    Para su sorpresa, la respuesta del mercado fue impresionante. En pocas semanas había cuadriplicado sus ventas, los cruasanes se vendían rápidamente y se dio cuenta de que tenía un negocio en ciernes. Su pasión y dedicación la llevaron a aprender lo necesario para mejorar su producción y atender la creciente demanda. En poco tiempo, su negocio, al que llamó Innova Croissant, se expandió a varias escuelas y colegios, convirtiéndose en un nombre conocido en la comunidad.

    Aunque la falta de experiencia empresarial y el acceso limitado a recursos financieros eran obstáculos significativos, Angélica nunca se dio por vencida. Buscó apoyo en su comunidad y en organizaciones locales que ofrecían capacitación y asesoría a pequeños empresarios. Estas conexiones le dieron las herramientas necesarias para administrar su negocio de manera más eficiente.


    Adaptación y perseverancia

    En 2020, la pandemia por COVID la colocó ante nuevos desafíos, pero también le ofreció nuevas oportunidades. Angélica se adaptó rápidamente y utilizó las redes sociales para promocionar sus productos y encontrar nuevos clientes. Su perseverancia la llevó a dar un paso significativo: abrir una sucursal en Santa Ana. Con un nuevo préstamo bancario, estuvo lista para enfrentar los riesgos y oportunidades que le presentaba este nuevo mercado.

    Después de la pandemia, Angélica expandió su cartera de clientes y experimentó un aumento en los pedidos al por mayor. Los pedidos crecieron tanto que su hermano y su madre tuvieron que involucrarse en las operaciones productivas y de distribución. Esto es común en el sector MYPE, donde la mayoría de las empresas son operadas por familiares. Según nuestro informe MYPE 2023, se estima que alrededor del 40.5% de las personas empleadas en el sector son familiares de los administradores del negocio. 

    Angélica también ha utilizado su éxito para retribuir a la comunidad que la apoyó, participando en programas de mentoría para jóvenes emprendedores y ofreciendo empleo a madres solteras que enfrentan desafíos similares a los que ella experimentó. Para 2024, su empresa de Angélica se ha convertido en una pequeña empresa que brinda empleo a 11 personas, de las cuales 8 son mujeres, contribuyendo a mejorar su situación y a reducir la brecha de género en un segmento donde la mayoría de las empresas (70%) son administradas por hombres.

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    Para el futuro, Angélica tiene planes ambiciosos para seguir creciendo y diversificando su negocio. Ahora explora la apertura de nuevas sucursales en otras ciudades y la posibilidad de introducir nuevos productos. Su visión aspira a crear una cadena de panaderías que ofrezcan productos de alta calidad, reconocidas por su compromiso con la excelencia y la innovación. Angélica Sigüenza ha demostrado que con determinación se pueden superar obstáculos y alcanzar el éxito.

    Retos financieros MYPE frente a la inflación y un entorno post COVID

    Retos financieros MYPE frente a la inflación y un entorno post COVID

    En el dinámico y competitivo mundo de los negocios, las micro y pequeñas empresas (MYPE) son el alma de la economía salvadoreña. Estos emprendedores, resilientes y dedicados, navegan constantemente los desafíos de la inflación y los efectos de la pandemia. Pero, ¿qué tan saludables son las finanzas de las MYPE en El Salvador hoy en día?

    Un reciente estudio del Observatorio MYPE, que abarca a 574 empresarios de 14 municipios, arroja luz sobre la situación financiera de este crucial sector. La salud financiera promedio de las MYPE es de 7.5 sobre 10, lo que indica una gestión competente, pero con amplio margen de mejora. ¿Qué revelan realmente estos números?

    empresarios de 14 municipios

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    La distribución de la salud financiera entre los empresarios muestra que el 58.89% se encuentra en un estado de salud media, lo que implica una gestión adecuada pero no óptima. Este grupo podría beneficiarse significativamente de estrategias financieras mejoradas. Por otro lado, el 36.76% de los empresarios demuestra un manejo financiero robusto, ofreciendo un modelo a seguir para otros. Sin embargo, el 4.36% enfrenta vulnerabilidades críticas, necesitando urgente apoyo y asesoramiento.

    ¿Dónde se ubica tu empresa?

    Para evaluar dónde se encuentra tu empresa, es útil considerar estas tres categorías: salud media, salud alta o salud baja. La mayoría de los empresarios están en el rango medio, indicando una gestión adecuada pero mejorable. Si tu negocio podría beneficiarse de mejores estrategias financieras, tal vez sea el momento de actuar. Algunas empresas muestran una gestión sólida, sirviendo como ejemplo para el resto. Sin embargo, hay un pequeño grupo que enfrenta serias dificultades y requiere apoyo inmediato.

    El estudio también revela diferencias interesantes según el tipo de empresa. Las pequeñas empresas, gracias a su agilidad organizativa, parecen tener una ventaja en la adecuación financiera. Sin embargo, ¿qué mantiene despiertos a los empresarios MYPE por la noche?

    Aunque el manejo del presupuesto no es la mayor preocupación, aquellos que lo priorizan lo hacen con gran eficacia, sugiriendo que un buen presupuesto es clave para la estabilidad financiera.

    Fortalecer la educación financiera, mejorar el acceso a asesoría y compartir mejores prácticas son pasos cruciales para mejorar la salud financiera de las MYPE. Estos cambios no solo estabilizarán tu empresa, sino que también potenciarán su capacidad para crecer y prosperar en un entorno económico en constante cambio.

    Empresarios de subsistencia en un mundo con inflación

    Empresarios de subsistencia en un mundo con inflación

    Entre datos y vidas: estampas de una lucha

    La economía salvadoreña se caracteriza por el predominio absoluto de las micro y pequeñas empresas (MYPE) como principales fuentes del 70% del empleo. Aproximadamente el 95% de las empresas están compuestas por MYPEs; dentro de este grupo, los empresarios de subsistencia representan una mayoría con un 49%. A pesar de su importancia en la economía, su realidad aún es poco conocida.

    En un esfuerzo por aclarar la situación de este segmento, el Observatorio MYPE realizó un estudio en comunidades de todo el país, entrevistando a 537 empresarios, de los cuales el 66% eran de subsistencia. El estudio revela preocupaciones significativas: sus negocios solo alcanzan para cubrir necesidades básicas como la alimentación, dejando poco o ningún margen para gastos esenciales.

    La lucha de Henry

    Henry, un barbero en su hogar, encarna la dura lucha de un amplio sector de empresarios de subsistencia que se ganan la vida y con ello alimentan a muchos de los hogares en condiciones similares, la mayoría liderados por mujeres (60% de empresas en el sector de subsistencia son lideradas por mujeres). Como muchos empresarios de este tipo, Henry es de mediana edad, 30 años, y apenas pudo terminar su educación básica.

    «Al inicio, venir de una familia de pocos recursos fue un gran desafío. Me costó comprar las herramientas necesarias, pero ahorré y logré comprar mis primeras máquinas, lo que mejoró mi negocio.» comenta Henry. Esta limitación influye en su capacidad para gestionar y expandir su negocio, restringiendo sus oportunidades de crecimiento.

    Desde temprana edad, Henry mostró interés en los negocios. A los 13 años comenzó a vender pan y, después de terminar sus estudios, optó por aprender el oficio de la barbería, en el cual ya lleva seis años. «La falta de empleo fue una gran motivación para emprender; al no encontrar trabajo» comenta Henry. Muchas personas le aconsejaron que aprendiera un oficio, con la esperanza de abrir puertas y tener mayores oportunidades.

    El negocio de Henry tiene niveles de ventas por debajo de los 600 dólares, con una media de 585 dólares mensuales. Con un margen aproximado del 50%, apenas le alcanza para sufragar parcialmente sus gastos de comida, transporte, educación y salud. Su capacidad para cubrir sus gastos ha venido cayendo mes a mes como resultado de la inflación. Cada día se enfrenta a crecientes dificultades para pagar sus gastos, lo que lo obliga a reducir la calidad y cantidad de comida para él y su familia. A esta situación para muchos empresarios, se suma el pago de créditos que están atrasados que representan más del 50% de su ingreso disponible, y solo con el apoyo de las remesas logran salir adelante.

    Entre la supervivencia y la pobreza extrema

    El índice de precios al consumidor para alimentos y bebidas no alcohólicas cerró en mayo en $156.28, reflejando un incremento del 2.71% respecto al año anterior. De forma acumulada, en los últimos 3 años, la inflación se sitúa en un 25% en promedio. Esta tendencia inflacionaria pone una presión constante sobre los hogares salvadoreños, especialmente aquellos con ingresos limitados. Para los empresarios de subsistencia, estos aumentos en los precios de los alimentos básicos representan una carga adicional ya que sus ingresos deben estirarse aún más para cubrir estos incrementos.

    El rescate de las remesas: salvavidas para empresarios en apuros

    Si no fuera por la ayuda que recibe de sus familiares, Henry no podría sobrellevar el creciente aumento de los precios y la disminución de las ganancias de su negocio. Como tres de cada diez salvadoreños, las remesas juegan un papel crucial en la supervivencia de muchos empresarios de subsistencia. El 33% de ellos recibe remesas con un promedio de $259 y, de este grupo, el 39% ha considerado mejorar su negocio con estos fondos. Sin embargo, la dependencia del sector de remesas refleja la insuficiencia de los ingresos generados por sus negocios, perpetuando un ciclo de dependencia económica externa.

    Desafíos país de cara a esa problemática

    Los empresarios de subsistencia en El Salvador enfrentan una serie de desafíos económicos y sociales que dificultan su capacidad para mejorar sus condiciones de vida. La inflación, el alto costo de la canasta básica y la falta de programas de rescate crediticio son solo algunos de los obstáculos que deben superar. A pesar de esto, Henry, como miles de empresarios de subsistencia, ha visto mejorar sus ventas en el cierre del trimestre pasado y espera con optimismo este próximo trimestre.

    Henry es un ejemplo de la resiliencia y de la actitud admirable con la que este tipo de empresa familiar lucha para sobrevivir en un mundo con inflación. Su historia es un testimonio del esfuerzo incansable y la valentía de aquellos que, a pesar de las adversidades, continúan adelante, sosteniendo no sólo a sus familias, sino también contribuyendo significativamente a la economía del país.

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