Las microempresas salvadoreñas muestran un creciente interés en la formalización. Muchas lo intentan con éxito, pero no son la mayoría.

Las microempresas salvadoreñas muestran un creciente interés en la formalización. Muchas lo intentan con éxito, pero no son la mayoría.

A menudo, se suele decir que  los microempresarios prefieren operar en la informalidad. Sin embargo, ¿qué tan fundamentada es esta afirmación? Un reciente estudio del Observatorio MYPE de FUSAI arroja luz sobre este estigma: la informalidad suele ser más una consecuencia de barreras estructurales que una elección deliberada. 

El estudio “Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía”, que encuestó a más de 1,000 microempresarios de todo el país, ofrece una nueva perspectiva: mientras que el 47.2% de los microempresarios MYPE encuestados ha intentado formalizarse, solo el 30% opera de manera formal. Esta brecha del 70% entre quienes lo intentaron y quienes lo lograron sugiere que existen obstáculos significativos en el proceso de formalización, más que una falta de interés por parte del sector.

¿Qué opinan quienes lo lograron?

Armando Juárez es un propietario de un negocio de servicio técnico para impresoras en San Salvador. Nos cuenta que por ocho años había operado de manera informal hasta que decidió dar el salto a la formalidad este año. “Con esfuerzo y trabajo, logramos crecer poco a poco hasta formalizarnos por completo hace un mes”, expresó. Agregó:

“Esto ha dado tranquilidad a mis colaboradores y ha reforzado nuestra solidez como empresa”.
Armando Juárez
Microempresario

El reto de costos y conocimientos para formalizarse

Aunque la percepción de un número significativo de empresarios MYPE muestra una cara optimista respecto a la formalización, los desafíos que tuvieron que enfrentar son los que suelen disuadir al otro 70% de empresarios que operan en la informalidad.  

Armando reconoce que el costo de formalizarse es un aspecto lave: “Ha sido un poco complicado avanzar paso a paso solo con capital propio y sin una fuente de financiamiento”. Para muchos, este factor representa el principal obstáculo para formalizarse. El mencionado estudio del Observatorio MYPE confirma que el costo de la formalización es el reto número uno para quienes lo intentan (48.1% de los encuestados). 

“Al principio sentíamos que eran gastos adicionales con los que no debíamos cargar”, comparte Carla, “pero con el tiempo, la misma formalización fortalece y da impulso a la empresa”, agrega.

El mayor reto para la formalización
Costos 48.1%

Por otro lado, ambos empresarios coinciden en la importancia de contar con asesoría profesional para superar los retos del proceso. Esto se alinea con el estudio, que señala que la falta de conocimientos (31.3%) es el segundo obstáculo más grande que enfrentan los microempresarios para formalizarse. Carla destaca que la asesoría de la Escuela LID le permitió ver la formalización como una oportunidad de crecimiento, más que como un gasto adicional, lo que transformó su visión y la convirtió en “una empresaria con una visión de expansión”.En el caso de Armando, él decidió delegar los trámites a una empresa especializada para concentrarse en su negocio.

Trazar un nuevo camino hacia la formalidad

Las experiencias de Armando y Carla muestran que la informalidad no se debe tanto a la falta de voluntad, sino a barreras estructurales que dificultan alcanzar la formalidad. En este contexto, los resultados del estudio sugieren la necesidad de construir políticas y procesos adaptados a la diversidad del sector. Los primeros pasos podrían centrarse en reducir los costos de formalización, educar sobre los procesos y simplificar los trámites, siendo estos los tres principales obstáculos que enfrentaron los microempresarios que intentaron formalizarse. 

Como expresa Carla: “La microempresa es el motor de la economía salvadoreña, y cuando te formalizas, todo fluye y te ayuda a crecer”. Este crecimiento se traduce en bienestar para miles de familias salvadoreñas que dependen de sus actividades. Es momento de revisar las normas y procesos actuales para facilitar el acceso a nuevas oportunidades y crecimiento para las microempresas, promoviendo así el bienestar de los dos millones de salvadoreños que dependen de este sector.

“La microempresa es el motor de la economía salvadoreña, y cuando te formalizas, todo fluye y te ayuda a crecer”.
Carla Urquiza
Microempresaria

Este crecimiento se traduce en bienestar para miles de familias salvadoreñas que dependen de sus actividades. Es momento de revisar las normas y procesos actuales para facilitar el acceso a nuevas oportunidades y crecimiento para las microempresas, promoviendo así el bienestar de los dos millones de salvadoreños que dependen de este sector.

Más allá de los números: Michell de Reyes, una madre de familia y microempresaria exitosa

Más allá de los números: Michell de Reyes, una madre de familia y microempresaria exitosa

Los estudios realizados por el Observatorio MYPE de FUSAI nos han permitido visualizar con claridad la influencia decisiva de la microempresa en El Salvador. Entre otros datos relevantes, este sector conforma más del 90% del parque empresarial, es responsable de emplear a 7 de cada 10 personas y contribuye con el 42.9% del PIB. Sin embargo, los números no cuentan toda la historia completa. ¿Cómo es la vida de estos microempresarios? ¿Quiénes son ellos? ¿Cuáles son sus desafíos? Para conocer su experiencia, hay que hablar con ellos, conocerlos de cerca.

Con este propósito en mente, llegamos al establecimiento de Michell Aguilar de Reyes, una microempresaria que, después de una década de esfuerzo, ha consolidado su negocio. Su establecimiento está ubicado en la colonia Flor Blanca, sobre la concurrida calle sexta décima poniente, cerca del renovado estadio Mágico González. 

Con una sonrisa cálida, Michell nos comparte que ella creció en una familia de emprendedores. “Siempre admiré su esfuerzo”, dice, con una sonrisa nostálgica, recordando cómo de niña vendía calcomanías en el colegio para contribuir a los ingresos familiares. Esos primeros pasos marcaron lo que vendría más adelante. Ahora, ella dirige su propia empresa, empleando a cuatro personas. Junto a ella, trabajan su esposo y su madre, quienes le ayudan a dirigir su empresa Multilaser que ha construido con esfuerzo por diez años. 

“Al principio todo era prueba y error”, confiesa. Vendía pequeñas cosas que le generaban ingresos modestos, pero pronto descubrió que ser empresaria implicaba mucho más de lo que había imaginado. “Había responsabilidades que cumplir, horarios que seguir, cuentas que mantener al día” comenta. 

Los inicios del negocio de Michell se remontan a sus años universitarios, donde estudiaba diseño de interiores. En esa época, sus compañeros, en su mayoría arquitectos e ingenieros, requerían constantemente trabajos manuales como maquetas o prototipos para proyectos.  Fue ahí cuando Michell comenzó a utilizar la máquina de corte láser de sus padres para realizar proyectos para sus compañeros de estudios. “Al principio no lo veía como algo muy serio”, recuerda Michell, “pero luego me di cuenta de que ese trabajo tenía alguna demanda y decidí darle más importancia”.

Hoy, Michell tiene un negocio formalizado. “Pasé de poseer una pequeña máquina de corte a un local con empleados”, dice con orgullo. Pero lo que más la satisface es haber logrado una mayor estabilidad para su familia. En estos diez años al frente de su empresa, formó una familia y ahora su hija sueña con heredar el negocio. “Creo que esa es la mayor satisfacción. Lo que empezó tan pequeño, ahora es la base para el futuro de mi hija“, comenta emocionada.

Al preguntarle cómo es la vida de un empresario, Michell sonríe y comenta:

"Todo el mundo cree que como empresaria tienes más tiempo, pero en realidad es lo contrario. Das el mil por ciento por tu empresa, siempre es una constante sed de llevar tu sueño y tu empresa más allá."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Su camino no ha sido fácil. Michell ha vivido la transición de ser soltera a casarse y tener una hija, lo que cambió su manejo del tiempo y sus prioridades. “Antes, atendía a mis clientes a cualquier hora. Luego, tuve que aprender a poner horarios y a separar el teléfono personal del de la empresa”, agrega.

Este desafío de equilibrar las responsabilidades del negocio con las del hogar no es exclusivo de Michell. Casi la mitad de los microempresarios que han logrado aumentar sus beneficios, ampliar su capacidad productiva y expandir sus mercados, grupo al que pertenece Michell, se enfrentan a situaciones similares.

Poner límites, como explica Michell, es fundamental para cualquier microempresario. Es crucial separar el tiempo dedicado al negocio y no descuidar a la familia, amigos y el cuidado personal. Nos comenta que, aunque emprender puede parecer sinónimo de libertad, esa libertad trae consigo muchas responsabilidades que consumen el tiempo personal si no se ponen límites, pero no siempre es fácil hacerlo. “Me daba miedo poner límites, pensaba que mis clientes se irían con la competencia”, confiesa. Pero menciona que en la Escuela de Negocios LID de FUSAI aprendió que los clientes valoran la calidad y el servicio. “Mis clientes me buscarán por lo que ofrezco”, dice ahora con la sabiduría adquirida a lo largo de los años.

Michell también reconoce que para crecer es necesario aceptar la ayuda de otros. “Uno ama su empresa, pero no lo sabe todo”, afirma. El acompañamiento de mentores e instructores como los de la escuela LID fue fundamental en su desarrollo. “Un instructor es como un árbitro externo en tu empresa, y eso es vital, sobre todo cuando la empresa es un esfuerzo familiar”. También destaca la importancia de delegar, un reto que muchos empresarios enfrentan. “El error es creer que nadie ama a tu empresa como tú”, reflexiona.

Michell recuerda un momento especialmente difícil, ocurrido hace dos años, cuando su hija enfermó gravemente y tuvo que cerrar su negocio temporalmente para cuidarla. “Como madre y empresaria, sentí que el mundo se me derrumbaba”, dice con la voz entrecortada. “Pero tuve que estar ahí y atender lo más importante, mi hija”.

Esta experiencia la llevó a aprender dos grandes lecciones en su vida empresarial. La primera, la importancia de poner límites: “es fundamental dedicarle tiempo al negocio, pero también a las cosas que nos hacen felices y nos dan paz mental”, reflexiona. Para Michell, la familia, los amigos y el tiempo personal son esenciales para mantener el equilibrio emocional. La segunda lección, igualmente vital, es aprender a delegar y aceptar ayuda. “No puedes hacerlo todo sola. Aceptar el apoyo de otros no solo te libera, sino que también fortalece tu negocio”

Con la experiencia adquirida a lo largo de los años, Michell concluye: 

"Hay que saber cuándo ser empresaria y cuándo ser madre, esposa y amiga. Solo así puedes lograr el éxito en ambas partes de tu vida."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Banco INTEGRAL  Nace el primer Banco Mype del país

Banco INTEGRAL

Nace el primer Banco MYPE del país

A pesar de que las micro y pequeñas empresas representan en El Salvador el 99% del tejido empresarial y proporcionan empleo a casi un millón de personas, el acceso a servicios financieros adecuados para este sector ha sido históricamente limitado. Frente a esta realidad, el nacimiento de Banco Integral, en octubre del 2024, marca un antes y un después en la inclusión financiera del sector MYPE.

Según afirma su Fundador, Luis Castillo, “se busca fortalecer la seguridad de los ahorristas y las capacidades del nuevo banco, para que pueda servir mejor a un sector que demanda nuevos servicios de tipo bancario, a medida que crece”. “Hemos tenido que dar este salto para acompañar el crecimiento de nuestros clientes, que ahora necesitan medios de pago, ahorros de seguridad bancaria y otros servicios“. Estamos preparados no solo para brindar financiamiento, sino también para asesorarlos en el desarrollo de sus negocios” explicó el Ing. César Barahona, Director Ejecutivo de Banco Integral, “somos un banco que entiende profundamente a los empresarios de este sector”, agregó.

De programa de crédito a entidad bancaria

Banco Integral comenzó en 1990 como un programa de créditos impulsado por FUSAI y Naciones Unidas, en un contexto en el que El Salvador aún lidiaba con las secuelas de la guerra civil. El programa se creó para brindar apoyo financiero a familias que enfrentaban un futuro incierto, ofreciendo apoyo financiero y programas de mejoras de capacidades empresariales para apoyar su integración económica.

A medida que el país avanzaba hacia una nueva etapa de paz, Integral también dio pasos firmes para consolidarse. En 2002, se convirtió en una sociedad anónima y en el 2009 obtuvo la licencia cómo la primera Sociedad de Ahorro y Crédito, lo que le permitió ampliar su oferta de productos financieros para las MYPE. 

Rompiendo barreras de acceso a servicios financieros

La falta de confianza en las instituciones bancarias tradicionales ha sido uno de los mayores desafíos para el sector MYPE. Según el estudio El Estado Actual de la MYPE 2023, publicado por el Observatorio MYPE de FUSAI, una de las principales razones por las que los empresarios no acceden a la banca tradicional es la desconfianza, seguida de los altos costos asociados con los servicios financieros. Esto pone de manifiesto que, hasta ahora, no se han diseñado productos financieros adaptados a la realidad y las necesidades de las microempresas y pequeñas empresas.

Como consecuencia, numerosas micro y pequeñas empresas han optado por acudir a instituciones financieras no reguladas, como cooperativas, cajas de crédito, sociedades de ahorro e incluso prestamistas informales. El estudio revela que el 65% de los empresarios encuestados gestionan sus cuentas a través de este tipo de entidades, mientras que solo 3 de cada 10 tienen cuentas en bancos tradicionales. Este dato evidencia la baja bancarización que sufre la economía de El Salvador.

“La oferta financiera actual no está alineada con la realidad del microempresario, quien necesita soluciones ajustadas a su entorno y capacidades”, señala Luis Castillo, quien a través de las tres décadas de experiencia con Integral ha podido estudiar de cerca al sector.

“Es necesario entender estas particularidades y derribar las barreras que mantienen a muchos empresarios sin acceso a la banca ”
Luis Castillo
Fundador de Banco Integral

Es importante destacar que las barreras de género suelen impedir a muchas mujeres acceder a la banca. Según el estudio El Estado de la MYPE 2024, 6 de cada 10 mujeres microempresarias enfrentan dificultades para acceder a crédito. Según los directivos del Banco Integral, su línea de crédito Mujer Integral tendrá un papel fundamental en asegurar que las mujeres empresarias puedan obtener financiamiento y hacer crecer sus negocios.

“En Integral, no solo se quedan con dar un crédito,” comenta Clara Guadalupe Melara, propietaria de Just in Time Road Logistic y beneficiaria de los servicios de Banco Integral. “Nos apoyaron, creyeron en nosotros y nos impulsaron. Se convierten en asesores y en amigos. Nos motivan a tomar programas gratuitos que fortalecen nuestras habilidades. Ese tipo de apoyo es invaluable”.

El reto de la digitalización y la apuesta por servicios verdes

Además de los desafíos financieros, el sector MYPE enfrenta otro reto significativo: la digitalización. Según el estudio El Estado Actual de la MYPE 2023, el 59.6% de los empresarios MYPE aún prefieren realizar compras y hacer o recibir pagos en efectivo. Solo un 6.6% utiliza medios electrónicos o digitales para sus transacciones, mientras que apenas un tercio combina ambas opciones. Esto muestra que muchos empresarios aún no han adoptado plenamente la digitalización en sus operaciones.

El estudio también revela que el 42.5% de los microempresarios perciben riesgos al usar medios electrónicos para realizar compras, pagos y cobros, lo que evidencia una falta de confianza en estos sistemas.

“Integral ha entendido que la digitalización es clave para la modernización del sector MYPE, pero también es consciente que aún existe cierta resistencia en el sector” comenta Luis Castillo. “Por eso, en Integral, también nos hemos fijado como objetivo facilitar la transición de los empresarios hacia medios electrónicos, a través de alianzas con instituciones especializadas.” Con el apoyo de COFIDES, Banco Integral ha lanzado recientemente una iniciativa para promover la digitalización y los servicios financieros verdes en el sector MYPE. 

Apuesta a largo plazo por el sector MYPE

“La creación de Banco Integral es una prueba de que, con la visión correcta y continuo esfuerzo, es posible transformar una microfinanciera en una entidad bancaria que se convierta en el aliado principal de los microempresarios”.
César Barahona
Director Ejecutivo de Banco Integral

El surgimiento de Banco Integral como la primera entidad financiera dedicada a impulsar a las MYPE representa un hito en la industria del país. Con 9 de cada 10 empresarios pertenecientes a este sector que genera 2 de cada 3 empleos, no cabe duda que la existencia de una oferta especializada para las Mypes es un paso importante para el país. “Ese es nuestro compromiso: seguir impulsando este sector que es el corazón económico de El Salvador”, concluyó su Director Ejecutivo, César Barahona.

Tomando el pulso al ánimo de las Mypes. Las microempresas parecen recuperar el ritmo de cara al cierre del año

Tomando el pulso al ánimo de las Mypes. Las microempresas parecen recuperar el ritmo de cara al cierre del año

Este año 2024 ha sido un año más volátil para el sector MYPE en comparación con el año anterior. El país atravesó un periodo electoral y sufrió tormentas; además, la inflación, que parecía haberse estabilizado, volvió a incrementarse. Todo esto ha tenido un impacto en las empresas y en las familias. Pese a este panorama, los microempresarios parecen haber retomado el ritmo.

Al iniciar el año, las microempresas contaban con un Índice de Confianza Empresarial de 105.8 puntos, continuando con una tendencia positiva que venía desde el año anterior.  En el segundo trimestre, sin embargo, este índice se contrajo a 102.2 puntos, reflejando una visión menos optimista de los empresarios sobre la situación económica del país en ese periodo. Esto pudo estar influenciado por la incertidumbre generada por el proceso electoral, así como por otros factores como la inflación, los fenómenos meteorológicos y las intensas lluvias que afectaron al país.

Índice de Confianza Empresarial Trimestre III
130

El panorama parece haber  mejorado para el tercer trimestre. El Índice de Confianza Empresarial cerró en 105.4 puntos, apenas 0.4 puntos por debajo de los valores con los que inició el año. Esto sugiere que el sector percibe un ambiente económico más favorable que en el segundo trimestre, posiblemente debido a la temporada del año, que tradicionalmente es más dinámica.

¿Qué opinan los empresarios hasta ahora?

El informe más reciente sobre la dinámica empresarial MYPE para el tercer trimestre de 2024, del Observatorio MYPE de LID, que recopila la opinión de los microempresarios de todo el país, muestra que el sector experimentó un buen desempeño en comparación con el trimestre anterior. Los datos revelan que el porcentaje de empresarios que reportaron una mejoría superó en 14% a aquellos que vivieron una situación desfavorable. Este indicador se mantiene cerca del promedio del sector, que es de 15.2%, lo que refleja un buen dinamismo en general, aunque ligeramente por debajo de los niveles promedio.

Esta mejora podría estar relacionada con varios factores. Al consultar la opinión del sector, por un lado, se observó una mejor administración financiera, reflejada en la reducción del porcentaje de empresarios que enfrentan dificultades financieras, de 42% a 37%. Además, la escasez de inventarios disminuyó del 29% al 21%, una caída significativa considerando que el trimestre anterior había tocado el punto más alto desde el año 2020.

No obstante, el dinamismo del sector sigue estando limitado por la fuerte competencia, un factor que ha permanecido constante durante el último año. Desde el tercer trimestre de 2023, cuatro de cada diez empresarios han señalado un aumento en la competencia dentro del sector. Esto podría estar relacionado con la mejora del clima de seguridad en el país, que ha facilitado la aparición de nuevos negocios y, en algunos casos, la entrada de medianas y grandes empresas en el mercado.

Además, los empresarios continúan sintiendo el impacto de los precios altos. El 80% de ellos reportó que los precios de la mercancía y las materias primas se mantuvieron estables o experimentaron aumentos (35% y 45.2%, respectivamente). 

¡Las expectativas para el cierre de año son muy positivas!

Aunque es habitual que los empresarios muestren entusiasmo por el último trimestre del año debido a festividades de Navidad y Año Nuevo, este 2024 las expectativas han alcanzado niveles muy altos. Al ser consultados sobre sus expectativas para el fin de año, siete de cada diez empresarios manifestaron que anticipan un cierre exitoso. Este porcentaje supera en un 66.3% a aquellos que tienen opiniones contrarias, logrando el puntaje más alto hasta la fecha en este indicador. La última vez que se registraron cifras similares fue hace dos años. Estos datos son alentadores, ya que los empresarios con expectativas positivas suelen incrementar sus operaciones a través de inversiones y contrataciones. 

Este escenario sugiere que las microempresas en El Salvador han retomado el optimismo propio del sector hacia el cierre de 2024. Con un 50% de los empresarios manteniendo su nivel de inversión y un 23% incrementándola, siete de cada diez empresarios están apostando por un crecimiento sólido en los próximos meses. Este optimismo también se refleja en la contratación del sector, donde el 55% de los empresarios ha mantenido su plantilla y un 20% la ha ampliado.

Empresarios manteniendo su nivel de inversión 50%
Empresarios que han mantenido su plantilla 55%

Todo esto se refleja en la Confianza Empresarial situada en 38.7 puntos que refuerza este panorama positivo, superando con creces los 20 puntos que marcan un crecimiento económico favorable. Con estos niveles de confianza y optimismo, el sector MYPE una vez más apuesta con todo al cierre del año.

Perdió su empleo en la pandemia y conoció la desesperación. Conozca cómo Dinora se reinventó con éxito para cumplir el sueño de toda su vida

Dinora Pérez. Empresaria.

Perdió su empleo en la pandemia y conoció la desesperación. Conozca cómo Dinora se reinventó con éxito para cumplir el sueño de toda su vida

La idea de dejarlo todo y aventurarse a empezar un negocio propio es algo que cruza por la mente de muchas personas en algún momento. No obstante, con el tiempo, la rutina y las obligaciones nos devuelven a la realidad y el deseo de emprender se desvanece.

Para algunos, emprender no es una elección, sino una necesidad. En El Salvador, año tras año, miles de jóvenes intentan incorporarse al mercado laboral, pero las oportunidades escasean. La llegada de la pandemia en 2020 solo empeoró la situación. De la noche a la mañana, los comercios cerraron, algunas empresas redujeron su personal y otras cesaron sus operaciones.

Dinora fue una de las personas que se quedó sin empleo. Las circunstancias y la necesidad la convirtieron en una emprendedora. Hoy en día, lidera un emprendimiento de cosmética artesanal reconocido por atraer tanto a turistas locales como internacionales, que le ha permitido disfrutar de la independencia que siempre anheló. Sin embargo, su camino estuvo lleno de obstáculos. Según sus propias palabras, su éxito fue el resultado de una lucha tanto interna como externa.

Dinora nos cuenta su historia mientras nos encontramos sentados en una pequeña oficina de FUSAI. El cielo amenaza con lluvia que nunca llega, como si el clima mismo reflejara la incertidumbre que vivió al inicio de su viaje. Sus manos juegan con la correa de una mochila que reposa a su lado. Más tarde, señalando el bulto, comenta: “Siempre llevo productos para mis clientes cuando salgo, especialmente si están cerca de donde me encuentro”. Esta declaración resume la dedicación que le ha puesto a su negocio.

Productos naturales elaborados por Dinora.

Ella es una empresaria, madre de dos hijos adultos que viven con ella en una casa ubicada en el cantón El Progreso, en las frescas y fértiles montañas del volcán de San Salvador, lejos del bullicio de la ciudad. En su pequeño terreno, además de cuidar perros rescatados, cultiva sábila, romero, rosas y otras plantas que utiliza para sus productos. “Después de la pandemia, todo se detuvo. No tenía trabajo y me preguntaba qué podía hacer”, recuerda. Siendo ella una persona activa que anhelaba su independencia económica, se vio abrumada por el desempleo. Decidió entonces inscribirse en varios cursos, siendo uno de ellos sobre cosmética artesanal, el que transformaría su vida.

Tiempo después, gracias al apoyo del dueño de la finca de café San Cristóbal, quien le ofreció un espacio en sus instalaciones, Dinora abrió un pequeño local en esta zona turística del Boquerón, aprovechando el constante flujo de visitantes nacionales e internacionales para vender sus productos.

“Me encantó la idea de hacer champú artesanal. Todos usan champú, pensé”. A pesar de su entusiasmo inicial, las dudas no tardaron en aparecer. “¿Cómo voy a vender esto? ¿La gente lo comprará? ¿Qué precio debo ponerle?”, se preguntaba. A pesar de que el temor a fracasar la acechaba, su anhelo de independencia era más poderoso.

Los primeros meses fueron duros. Dinora recuerda las largas horas que pasaba ajustando fórmulas y perfeccionando sus productos. “Hubo días en los que me pregunté si todo esto valdría la pena”, admite, pero con la ayuda de amigas y el acompañamiento de profesionales, siguió adelante produciendo su producto de lo que cultivaba en su terreno. Esta práctica, de producir lo que tiene demanda, es común entre empresarios que operan en zonas turísticas, donde alrededor del 60% venden productos elaborados por ellos mismos.

Mapa de El Salvador con zonas turísticas

Uno de los momentos clave en su trayectoria fue cuando una clienta extranjera, dudosa al principio, quedó sorprendida por la calidad de sus productos.

—“Le prometí que, si no le gustaba, le devolvería su dinero. La señora regresó quince días después, pero no para reclamar, sino para agradecerme”, dice con una sonrisa.

En este momento, Dinora supo que estaba en el camino correcto.

— “Me dije: ya llegué, ya estoy donde quiero estar”, afirma con genuino orgullo.

El negocio comenzó a crecer y vinieron nuevos clientes. En poco tiempo, para su sorpresa, sus champús artesanales estaban cruzando las fronteras salvadoreñas, rumbo a España, Estados Unidos y Australia, gracias a las recomendaciones de sus clientes y la calidad de sus productos.

Dinora sabe que el éxito no fue solo fruto de su trabajo artesanal.

“Lo que me ayudó fue capacitarme. Si no hubiera aprendido sobre administración, costos y planes de negocio… estaría andando a ciegas”, comenta.

La Escuela de Empresarios Líderes MYPE – LID – de FUSAI fue crucial en su crecimiento, tanto como emprendedora como persona. Antes de unirse al programa, su meta era vender localmente y mantenerse en el mercado nacional. Sin embargo, tras expresarle al coach su nuevo deseo de expandirse más allá de las fronteras, recuerda con emoción las palabras de su instructor: “Tu visión sigue intacta, lo que ha cambiado es tu misión”. ¡Un momento que nunca olvidará!

El éxito en su negocio también ha tenido un impacto en su comunidad. Ahora colabora en el rescate de animales callejeros y brinda su ayuda en donde puede. “En la vida, no solo es recibir, también es importante devolver”, reflexiona.

Al consultarle sobre qué consejo le daría a alguien que está comenzando a emprender, sin dudar, responde:

“Hay que capacitarse. Si no te preparas, no puedes crecer. Yo aprendí eso al entrar a la Escuela LID”. Y añade: “Eso te ayuda a abrir la mente, a crecer y tomar decisiones con la seguridad de que cada paso está respaldado por el conocimiento adquirido en la escuela”. En sus palabras, hay sabiduría y experiencia, pero también un recordatorio: el éxito no es solo una cuestión de trabajo duro, sino de preparación y apoyo. De acuerdo con el Informe 2024 del Observatorio MYPE de FUSAI, esta opinión la comparten 4 de cada 10 empresarios que operan en sitios turísticos.

Dinora ha alcanzado lo que muchos sueñan: independencia económica y laboral. Lo que queda claro en su historia, no es solo el éxito comercial que ha construido, sino el peso de todo lo que ha dejado atrás: la incertidumbre y la duda sobre sus capacidades.

Al llegar al final de la conversación, el cielo sigue gris. Pero a diferencia de ese primer día en que la pandemia cerró puertas y llenó su vida de incertidumbre, ese mismo cielo parece un testigo sereno del futuro que ha construido. Para Dinora, emprender no es solo un negocio; es una forma de vida, una declaración silenciosa de que, pase lo que pase, ella siempre encontrará la manera de seguir adelante. Con esa misma convicción, se despide, segura de que lo mejor está por venir.

Incremento del endeudamiento, la competencia y la inflación. Cómo afectan a los empresarios de las microempresas.

Incremento del endeudamiento, la competencia y la inflación.
Cómo afectan a los empresarios de las microempresas.

Luis Castillo, Director del Observatorio Mype de la ESCUELA LID de Fusai.

Las microempresas en El Salvador representan la columna vertebral de la economía y son el sustento principal de muchas familias. Sin embargo, en los últimos años, estas pequeñas unidades de negocio han enfrentado desafíos cada vez mayores, como el sobreendeudamiento, la inflación, y la creciente competencia derivada de la mejora en el clima de seguridad del país. Según el Observatorio Mype de Fusai, una de cada tres microempresas expresa problemas financieros, lo que afecta su acceso a financiamiento y, en algunos casos, a los negocios mismos.

¿Qué fue lo que sucedió, cómo llegamos a esta situación?

Aumento de la competencia en un entorno más seguro

El mejoramiento del clima de seguridad ha impulsado a más personas a emprender sus propios negocios. Si bien esto ha dinamizado la economía, también ha intensificado la competencia para las microempresas existentes, reduciendo sus márgenes de ganancia y dificultando su supervivencia. En muchas zonas donde antes solo las maras tenían acceso, ahora han surgido nuevos microempresarios que se enfrentan con la competencia, incluso de medianas y grandes empresas.

El aumento de la competencia significa que las microempresas necesitan invertir más en publicidad y diversificar y mejorar sus productos y servicios para retener clientes, lo que implica mayores gastos en un momento donde el incremento de la inflación ya está afectando sus costos operativos.

El impacto de la inflación en la canasta básica y en los negocios

Uno de los problemas más críticos que enfrentan las microempresas es la inflación. Desde 2021, el costo de la canasta básica en El Salvador ha aumentado casi un 30%, impactando de manera directa el poder adquisitivo de las familias. Esto tiene efectos negativos para las microempresas de la siguiente manera:

Menor poder de compra de los consumidores: las familias destinan una mayor parte de sus ingresos a cubrir sus necesidades básicas, reduciendo su capacidad para consumir productos y servicios de las microempresas, lo que afecta sus ventas e ingresos.

Aumento de costos operativos: la inflación incrementa los precios de los insumos y materiales que las microempresas necesitan para funcionar, reduciendo aún más sus ya estrechos márgenes de ganancia.

Dificultad para pagar deudas: al ver sus ingresos reducidos y sus costos operativos en aumento, las microempresas tienen cada vez más dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras, cayendo en un ciclo de sobreendeudamiento.

Creciente endeudamiento: la herencia de la pandemia y su efecto actual

La pandemia de 2020 dejó una estela de deudas en las microempresas salvadoreñas. La paralización de la economía obligó a muchas a endeudarse para poder reabrir y continuar operando. Sin embargo, la falta de ingresos durante ese período generó un problema de endeudamiento que aún persiste. Ello genera dos situaciones:

Soluciones y lecciones de otros países: un camino hacia adelante

El problema del endeudamiento, la competencia y el impacto de la inflación en las microempresas no es exclusivo de El Salvador. Otros países han implementado estrategias que pueden servir como ejemplo:

Programas de educación financiera: en Colombia, se han desarrollado programas de educación financiera que ayudan a las microempresarias a manejar sus finanzas, evitar el sobreendeudamiento y planificar para el futuro. Esta formación empodera a las mujeres y mejora la sostenibilidad de sus negocios.

Centros de soluciones para empresas con problemas: en Bolivia, las instituciones financieras trabajan en planes de reestructuración y refinanciación en condiciones flexibles, diseñados específicamente para microempresas, reduciendo así el riesgo de sobreendeudamiento.

Fondos de emergencia y ahorro: en Perú, se han implementado programas que fomentan la creación de fondos de emergencia, ofreciendo un colchón financiero a las microempresas para enfrentar crisis como el alza en los costos de la canasta básica.

Programas de asesoría y coaching: en México, existen programas que ofrecen financiamiento, asesoría y capacitación específicos para empresarias, ayudándole a mejorar su administración y decisiones financieras

Conclusión: es necesario dar mayor apoyo para las microempresas

El sobreendeudamiento y la inflación no son solo problemas financieros; son desafíos que afectan directamente la vida de miles de familias salvadoreñas. Las microempresas lideradas por mujeres, que también son responsables de gran parte de la economía del cuidado, enfrentan un panorama que pone en riesgo su capacidad de generar ingresos y ofrecer una vida digna a sus familias.

Es esencial que las instituciones financieras, los reguladores y el gobierno trabajen de manera conjunta para brindar apoyo a estas microempresas. Invertir en educación financiera y ampliar los programas de coaching, asesoría y capacitación es esencial para prevenir que este tipo de empresarios puedan tener problemas para mantener sus negocios.

Al proteger y fortalecer a las microempresas, no solo estamos apoyando la economía del país, sino también garantizando un futuro más equitativo y sostenible para las familias salvadoreñas que dependen de ellas. Ahora es el momento de actuar con empatía y responsabilidad, reconociendo que detrás de cada microempresa hay historias de esfuerzo, perseverancia y esperanza que merecen ser apoyadas y valoradas.

Emprender o migrar: el desafío de arraigar un futuro en El Salvador

Fotografía: IA.

Emprender o migrar: el desafío de arraigar un futuro en El Salvador

En El Salvador, la migración ha sido una realidad que se ha visto impulsada por múltiples factores como la inseguridad, la pobreza y la falta de desarrollo. Sin embargo, uno de los elementos más críticos es la escasez de oportunidades laborales, lo que lleva a muchos jóvenes y otros salvadoreños a emigrar de manera irregular. ¿Qué acciones podemos tomar para frenar esta fuga de talento que deja al país en busca de mejores oportunidades?

Hasta ahora, ninguna de las soluciones que se han intentado ha conseguido abordar el problema de raíz: la falta de oportunidades en el país. El informe de la MYPE 2024 examina la relación entre la migración forzada y el potencial dinamismo que pueden generar las microempresas en comunidades con menos oportunidades. Dos de las soluciones más efectivas que propone el informe son el fomento del emprendimiento y el fortalecimiento de las microempresas.  Estas soluciones van más allá de la mera apertura de negocios; buscan crear un ecosistema en el que los salvadoreños encuentren opciones reales para prosperar en su propio país, aprovechando las remesas de manera productiva.

Ecos del pasado que resuenan en nuestros días

A partir de los años 70, la creciente inestabilidad política y la violencia produjeron un aumento notable en el número de salvadoreños que buscaron refugio, especialmente en Estados Unidos, convirtiéndose en  un fenómeno central en la sociedad salvadoreña.

En nuestros días, decenas de miles de jóvenes que tienen expectativas de insertarse laboralmente se enfrentan a la realidad de un mercado laboral incapaz de brindarles un empleo digno. De los 85,000 jóvenes que cada año alcanzan la edad de trabajar, solo 15,000 logran acceder a un empleo formal. Ante esta situación, las alternativas se limitan a recurrir al autoempleo, la informalidad o la migración. 

jóvenes logran acceder a un empleo formal
85000

Sin embargo, la migración no solo representa un reto demográfico o social. Paradójicamente, también se ha convertido en un motor económico. El dinero que los migrantes envían a sus familias equivale a aproximadamente el 25% de la economía del país. Esta cifra es crucial porque nos permite ver cuán grande es el papel de las remesas en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB), que mide todo lo que el país produce en un año. Al representar una cuarta parte de la economía, las remesas no solo mejoran la vida de muchas familias, sino que también son una fuente clave de ingresos para la nación, impulsando el consumo, los negocios y el bienestar general.

Si bien han sido un salvavidas para millones de familias, las remesas también representan un potencial de desarrollo no explotado: si se aprovecharan mejor, podrían utilizarse para promover la inclusión financiera, la educación, la salud y el emprendimiento, lo que contribuiría aún más al desarrollo económico de las comunidades receptoras.

Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2023, apenas el 1.3% de quienes reciben remesas las destinan a la inversión o creación de negocios. Este dato desvela que existe un porcentaje alto de remesas que podría ser utilizado de manera más productiva y volverse un herramienta para impulsar un cambio.

En contraste, como lo ha detallado el informe El estado de la MYPE, 2024. La otra cara de la economía, los microempresarios que reciben remesas destinan, en promedio, el 15.8% de estas a sus negocios.

Esta cifra demuestra que las remesas pueden ser una poderosa herramienta para fortalecer las microempresas y mitigar la migración forzada.

Además, el informe MYPE 2023 reveló que iniciar un negocio reduce en más del 60% la intención de emigrar entre los microempresarios, y este efecto es aún mayor en el sector agropecuario, donde alcanza el 80%. El emprendimiento, por tanto, no es solo una alternativa económica; es también una herramienta eficaz para arraigar oportunidades en el país.

¿Por dónde empezar?

La migración irregular no solo implica la pérdida de talento humano, sino también la separación familiar y el debilitamiento del tejido social. Fortalecer las oportunidades locales, especialmente apoyando a las microempresas rurales y juveniles, puede ayudar a retener el talento y preservar la cohesión familiar. Para lograrlo, es esencial un entorno con herramientas y apoyo adecuado que permita convertir los proyectos locales en realidades sostenibles.

Aquí es donde las políticas públicas juegan un papel fundamental. Según los propios microempresarios, las medidas más efectivas para frenar la migración incluyen:

Mayor acceso a financiamiento para expandir sus negocios 52%
Apoyo para formalizar las empresas 36.9%
Provisión de capital semilla a bajo costo 35%

Estos datos subrayan un camino claro para arraigar a la juventud en el país y frenar la fuga de talento que ha golpeado a El Salvador durante tantos años.

No obstante, la relación entre el emprendimiento, las remesas y la migración no es tan simple como parece. La violencia y las condiciones sociales también influyen en la decisión de emigrar. El informe revela que, aunque el estado de excepción ha reducido los índices de criminalidad en muchas zonas del país, los resultados no son uniformes. El 40.6% de los hogares de microempresarios reportó una disminución en la intención de emigrar debido a la mejora en la seguridad, pero un 34.1% indicó lo contrario, lo que muestra que aún quedan muchos desafíos por superar.

Microempresas prósperas, una clave para el crecimiento y bienestar de El Salvador

Fotografía: Achivo Observatorio MYPE.

Microempresas prósperas, una clave para el crecimiento y bienestar de El Salvador

La relevancia de las micro y pequeña empresas ha sido un hecho por muchos años en la economía del país y muchos ya intuían su importancia y rol protagónico que poseían, pero hasta hace poco no contábamos con estudios recientes que lo confirmaran. Con el Informe MYPE 2023 del año anterior, finalmente se logra apreciar mejor la composición y el peso de este sector. Este  informe revela  que las microempresas representan cerca del 94% de las unidades económicas y emplean a casi el 70% de la población en edad de trabajar. Además, destacó que el 60% de estas empresas son lideradas por mujeres, subrayando su rol clave en la generación de empleo y el empoderamiento económico de muchas familias salvadoreñas. También se encontró que emprender reduce la intención de emigrar, actuando como una barrera contra la migración forzada.

Sin embargo, tras la presentación del INMYPE 2023, aún quedaba una pregunta importante sin responder: ¿cuál es realmente el aporte que tiene el sector y cuál ha sido su evolución en los últimos años? Ante esta situación, el Observatorio MYPE asumió el reto de responder esta pregunta.

Comprender esto es fundamental para entender la verdadera realidad del país. Se quería poner en cifras el aporte de las miles de familias salvadoreñas que, día a día, trabajan en sus emprendimientos y empresas, un esfuerzo que hasta ahora no había sido reflejado suficientemente en las estadísticas nacionales. En este sentido, el informe logró su cometido, iluminando un poco más ese “otro lado de la luna” que no alcanzar a verse. 

El reto de medir el PIB de las microempresas

El Producto Interno Bruto (PIB) es el principal indicador para medir la salud económica de un país, al calcular el valor total de los bienes y servicios producidos en un periodo. Un PIB sólido y crecimiento indica una economía sana. Sin embargo, este indicador suele centrarse en las empresas formales, que en El Salvador representan menos del 5% del parque empresarial total lo que  no permite visibilizar el aporte de las microempresas que ocupan al 70% de la población en edad de trabajar.

El Observatorio Mype se propuso realizar un cálculo aproximado confiable, tarea que no fue fácil. En el pasado, aunque se realizaron algunos estudios, estos no diferenciaban entre la economía informal, la economía no observada y las microempresas, cuando esta distinción es crucial. Si bien algunas microempresas operan formalmente, muchas lo hacen de manera informal. Además, la economía no observada, que incluye actividades no registradas oficialmente, no siempre está vinculada al ámbito empresarial.

Sumado a lo anterior surgían otros factores, como la alta heterogeneidad del sector, la falta de estudios específicos sobre microempresas, diferencias en terminologías y, uno muy importante, la ausencia de datos fiables en las estadísticas nacionales.  

Para corregir esta omisión, el Observatorio MYPE desarrolló una metodología basada en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN), utilizando datos directamente de los empresarios, lo que permitió medir el aporte real de las microempresas al PIB del país.

El lado oculto de la luna: la contribución de las microempresas al PIB

Los resultados del estudio revelan que entre 2016 y 2023, las microempresas aportaron un promedio del 42.9% al PIB de El Salvador, consolidando su papel como un motor clave de la economía nacional, algo que ya se intuía. Sin embargo, los resultados también señalan una tendencia que merece atención: en los últimos años, su contribución ha disminuido.

Los datos muestran que entre 2016 y 2019, las microempresas experimentaron un crecimiento estable, lo que ayudó a reducir la pobreza y la desigualdad en el país. Sin embargo, la pandemia por COVID-19 en 2020 y la subsiguiente ola inflacionaria alteró este panorama. Si bien en el 2021, las microempresas mostraron señales de recuperación, con un crecimiento del 10.3% en su contribución al PIB, impulsadas por la reactivación económica,  la inflación comenzó a afectar al país a mediados de ese año y deterioró el poder adquisitivo de las familias, que son los principales clientes de las microempresas. Esto redujo su capacidad de crecimiento. Ya para los años 2022 y 2023, la contribución al PIB cayó a un 36.3%, una disminución notable respecto a los años anteriores.

Estos resultados, aunque subrayan la importancia del sector, también revelan una realidad que antes no era tan evidente: cuando las microempresas enfrentan dificultades, la mayoría de los hogares salvadoreños también se ven afectados.

"La otra cara de la economía no es su lado oscuro, sino su lado oculto".
William Pleites.
Director del Informe

Retos y oportunidades para las microempresas

El declive observado en los resultados del estudio podría estar vinculado a varios desafíos estructurales, como la dificultad de ajustar precios y salarios en un entorno inflacionario, así como la limitada integración de las microempresas en cadenas de valor más dinámicas.

Al analizar estos resultados junto con otros capítulos del Informe MYPE 2024, se evidencia que las microempresas enfrentan múltiples obstáculos que frenan su crecimiento y sostenibilidad. En el capítulo 2, se destaca que factores como la inflación, el estancamiento salarial y la creciente competencia han mermado el dinamismo del sector en los últimos años, lo que ha afectado su desempeño reciente. Además, su baja integración en las cadenas de valor formales restringe su capacidad para aprovechar oportunidades de crecimiento.

En concreto, el informe sugiere que, para mejorar la situación de las microempresas, es fundamental implementar un plan que promueva su integración en las cadenas de valor más dinámicas de la economía salvadoreña. También recomienda simplificar los requisitos legales y mejorar sus capacidades productivas.

Desarrollo económico integral

La contribución de las microempresas al PIB de El Salvador entre 2016 y 2023 ha puesto en evidencia tanto su importancia como los desafíos que enfrentan. La disminución de su aporte en los últimos años subraya la urgencia de implementar políticas integrales que fortalezcan a este sector, promuevan su formalización gradual y les permitan acceder a mejores oportunidades de crecimiento. Al hacerlo, no solo se impulsará el crecimiento económico del país, sino que también se mejorará el bienestar de los miles de familias salvadoreñas que dependen de las microempresas para su sustento.

El inicio de un sueño en tiempos difíciles: cómo la persistencia y el apoyo familiar de María Eugenia impulsaron el éxito de Pizzería Nuova Vita

 María Eugenia Flores. Empresaria “Pizzería Nuova Vita”.

El inicio de un sueño en tiempos difíciles: cómo la persistencia y el apoyo familiar de María Eugenia impulsaron el éxito de Pizzería Nuova Vita

En la colonia San José, en Soyapango, se encuentra Pizzería Nuova Vita, un negocio que comenzó en el garaje de la casa de María Eugenia Flores durante los duros momentos de la pandemia. Aunque los inicios fueron difíciles, Eugenia nos cuenta cómo encontró la fuerza para mantener y hacer crecer su emprendimiento, logrando abrir dos locales después de empezar vendiendo desde su casa. 

Su trayectoria es un ejemplo de determinación y pasión, y demuestra cómo las microempresas, con el apoyo familiar, generan empleo y fortalecen la cohesión social ante los retos económicos y sociales del país.

El inicio de la aventura: un respuesta frente a la crisis

María Eugenia vivió en 2020 un revés que marcaría el inicio de su proyecto empresarial. La pandemia afectó gravemente a su familia, disminuyendo sus ingresos por la confección de ropa y también los de su esposo, quien trabajaba como payaso. En medio de esta crisis, cuando las opciones parecían agotarse, Eugenia decidió dar el salto que había postergado tantas veces.  

Un día, simplemente decidimos convertir algo que hacíamos en casa, cocinar pizzas para nuestros hijos, en una oportunidad para mantenernos,” recuerda María Eugenia. Este primer paso, sentó las bases de una historia de éxito, motivada por la necesidad y apoyada por  su familia.

El ascenso y la consolidación: la familia como pilar del éxito

En el garaje de su casa, con el apoyo de su esposo y sus hijos, María Eugenia inició su emprendimiento con la esperanza de mejorar la situación de aquel momento. Mi esposo siempre ha estado allí, él me animó  a empezar y me ayudó en la cocina y en la administración. Entre sus estudios y actividades, también mis hijos siempre encuentran tiempo para ayudar”.

María Eugenia y su esposo José Roberto Alas Palma.

En el sector de la microempresa, esta realidad es común. Según los resultados del informe MYPE 2024, cerca del 40.5% de los empleados en las microempresas salvadoreñas son familiares del propietario. Esta es una práctica que se produce especialmente en negocios liderados por mujeres como María Eugenia. 

Conscientes de la importancia de ofrecer un producto de calidad y un servicio excepcional, María Eugenia y su esposo se dedicaron a perfeccionar sus recetas. El entusiasmo y la lealtad de sus clientes les permitieron abrir su primer local en la colonia Los Ángeles, formalizando así Pizzería Nuova Vita, un nombre que en italiano significa ‘nueva vida’. Este nombre refleja las nuevas oportunidades que la familia de Eugenia logró forjar en medio de las difíciles circunstancias de la pandemia. 

Más adelante, para satisfacer la creciente demanda, Eugenia decidió rentar un local grande y contratar a cuatro empleados, mejorando el servicio y la eficiencia en la entrega de sus productos a su clientela. Un año después, abrió una segunda sucursal, replicando y adaptando la esencia de Nuova Vita a un nuevo espacio.

Primer local de Pizzería Nuova Vita. 

Desafíos y superación

Esta aventura no estuvo exenta de altibajos. A lo largo de su camino como emprendedora, Eugenia enfrentó numerosos desafíos, desde la incertidumbre provocada por la pandemia hasta las complejidades de gestionar un negocio en crecimiento. Sin embargo, su perseverancia, junto con el apoyo incondicional de su familia y su equipo, fueron claves para superar cada obstáculo. 

“Los inicios siempre son complicados. Al principio, el miedo a lo desconocido era grande y las ventas eran inciertas,” confiesa María Eugenia. “A veces sentía que estaba haciendo malabares con el tiempo, tratando de ser madre y empresaria al mismo tiempo, y muchas veces parecía que ninguno de los dos roles recibía la atención que merecía”,agrega.  

Frente a estos nuevos desafíos la joven empresaria inició su formación empresarial en el programa “Método de Activación Empresarial (MAE) Nivel Crea Tu Empresa” de FUSAI. Gracias a este programa, logró salir de su zona de confort, delegar actividades operativas y enfocarse en lo gerencial. Este cambio le permitió organizar mejor los controles de sus procesos internos, las finanzas y el registro de ingresos y egresos, estableciendo funciones y responsabilidades claras para su personal, y transformándose de una “todóloga” a una empresaria con pensamiento estratégico.

Escribiendo el próximo gran capítulo

Actualmente, Nuova Vita sigue innovando y diversificando su menú. Consciente de la necesidad de mantenerse a la vanguardia, Eugenia busca constantemente agregar nuevos platos y bebidas. Su historia es un testimonio del poder de la determinación, el apoyo familiar y el espíritu emprendedor, demostrando que hasta en los momentos más difíciles es posible crear algo extraordinario.

Debido al crecimiento y desarrollo empresarial de su empresa, María Eugenia fue seleccionada para participar en el programa MBA ACTEC de la escuela de negocios LID de FUSAI. Este programa desarrolla y fortalece las habilidades gerenciales a través del pensamiento estratégico que permita lograr un crecimiento acelerado en una empresa a través del diseño e implementación de un Proyecto de Transformación Empresarial.

Esta historia refleja la realidad de muchas microempresas en el país, que representan una parte significativa del sector informal y emplean a aproximadamente a 7 de cada 10 personas de la población ocupada. 

Este entorno familiar no solo es clave para el funcionamiento diario de las microempresas, sino que también ofrece condiciones laborales flexibles que benefician tanto a los propietarios como a los empleados, al tiempo que fortalece los lazos familiares. María, por ejemplo, nos comenta que su emprendimiento le permitió emplear a su hermana, madre de dos hijos, quien puede cuidar de ellos mientras trabaja, gracias a la flexibilidad que su puesto le ofrece. 

Este entorno flexible y familiar que caracteriza a las microempresas, brinda condiciones laborales que benefician tanto a propietarios como a empleados. 

Informe Estado de la MYPE 2024: las microempresas aportan el 42.9% al PIB de El Salvador

Mayra Valle Calero. Microempresaria “Jandet Organic”.

Informe Estado de la MYPE 2024: las microempresas aportan el 42.9% al PIB de El Salvador, por lo que siguen siendo pilar fundamental de la economía

El informe “Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía”, presentado por el Observatorio MYPE, el 29 de agosto, ofrece una nueva perspectiva sobre la economía de El Salvador, actualiza las características del sector y analiza por primera vez la participación de las microempresas en el PIB, destacando sus fortalezas y desafíos a corto y mediano plazo.

Peso determinante en la economía, de las microempresas

Una de las principales novedades del informe es la medición de la contribución de las MYPES al Producto Interno Bruto (PIB), utilizando una metodología basada en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN). Los resultados muestran que, entre 2016 y 2023, las MYPES aportaron un promedio del 42.9% al PIB, consolidándose como un pilar esencial de la economía salvadoreña. Este enfoque mejora notablemente los estudios anteriores, que no diferenciaban adecuadamente entre la economía informal y el sector MYPE.

El informe revela que, en los últimos tres años, las microempresas han enfrentado desafíos significativos, entre ellos el sobreendeudamiento y el impacto de la inflación, los cuales han limitado su capacidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento económico que el país experimenta en diversos sectores.

Perspectivas empresariales en un entorno adverso

Para facilitar la comprensión de la realidad de las microempresas, el informe ofrece un análisis de la percepción de los empresarios sobre el entorno económico. Este análisis se desarrolla en el capítulo 2, utilizando como herramienta principal el Índice de Confianza MYPE.

Los resultados revelan un panorama complejo: al consultar a los empresarios sobre su situación económica en comparación con el año anterior, el 38.5% considera que ha mejorado (13.2% de manera significativa y 25% ligeramente), mientras que el 25.8% opina que ha empeorado (6.5% de forma significativa y 19.3% ligeramente).  

Considera que ha mejorado 38.8%
Considera que ha empeorado 25.8%

Este análisis, junto con otros indicadores de expectativas, inhibidores y confianza empresarial, proporciona una mejor comprensión de las dinámicas internas del sector en un periodo desafiante, que incluyó la crisis derivada de la pandemia por Covid 19. En él, se subraya la necesidad de intervenciones coordinadas entre el sector público y privado para fortalecer la confianza y mejorar el entorno de negocios del sector. 

Barreras invisibles: desafíos socioeconómicos y estructurales

El informe dedica un análisis detallado a los desafíos persistentes que enfrentan las microempresas en El Salvador, incluyendo la formalización. Aunque el documento señala que el 76% de las microempresas en el país operan en la informalidad, sin cumplir con sus obligaciones fiscales ni laborales, también destaca que las principales barreras para aquellos empresarios que desean formalizar sus negocios son los altos costos, la falta de información y la complejidad del proceso. Esto es especialmente cierto para las empresas de subsistencia y las más pequeñas. 

Se destaca la situación de las unidades económicas lideradas por mujeres, que constituyen aproximadamente el 60% de las microempresas en el país. El informe revela que el 57.1% de estas propietarias considera que les resulta difícil o muy difícil obtener un crédito, por el exceso de deuda y problemas en los burós de crédito.

Además, el 75% de las empresarias tiene un nivel educativo de noveno grado o menos, y el 35.3% señala que lidian con una sobrecarga de responsabilidades empresariales y familiares. Esta combinación de factores limita su potencial de crecimiento. Para abordar estos obstáculos, se están explorando programas de apoyo específicos para fomentar su desarrollo.

 

Migración y microempresas: un vínculo crucial

Otra aportación innovadora del informe es el análisis que hace de la relación entre las microempresas y la migración, un tema crucial en el contexto salvadoreño. Uno de los principales hallazgos del informe revela que iniciar un negocio reduce en más del 60% la intención de emigrar entre los empresarios MYPE que estaban considerando esa opción. Además, se encontró que este efecto es aún mayor, alcanzando más del 80%, entre los microempresarios de subsistencia y del sector agropecuario. 

En este nuevo informe, además de abordar nuevamente el tema de las migraciones y relación con las MYPES, se exploró el uso de las remesas. Según la investigación, las políticas más efectivas para fomentar el arraigo y disuadir a sus familiares de emigrar son mayor acceso a financiamiento para expandir el negocio (52%), apoyo para formalizar la empresa (36.9%), y capital semilla a bajo costo para que sus familiares inicien sus propios negocios. En este sentido, la publicación sugiere que el acceso a financiamiento de las microempresas y el apoyo a su formalización gradual pueden constituir políticas efectivas para mitigar la decisión de emigrar.

La expansión del turismo y su impacto en las microempresas

Finalmente, el informe explora las oportunidades y desafíos de las MYPES en las zonas turísticas, un sector en crecimiento en la economía salvadoreña. Aunque se ha observado una recuperación tras la pandemia, el informe revela que el 46.2% de las microempresas que operan en las zonas turísticas atienden a menos clientes que antes de la pandemia, y solo un 12.9% ha superado completamente las consecuencias de la crisis sanitaria. 

Ante este entorno, los microempresarios que operan en zonas turísticas expresaron que las principales limitaciones que enfrentan son:

Los apoyos más solicitados al sector público incluyen la organización de ferias para impulsar el turismo, mejoras en la infraestructura vial, capacitación empresarial, promoción de sus negocios en el extranjero y un mejor acceso a servicios de internet.

Necesidad de mayor comprensión de la importancia del sector

El informe enfatiza la relevancia de este sector a nivel nacional y la necesidad de asignar más recursos para fortalecer a las microempresas, que son el motor económico actual y desempeñan un papel crucial como estabilizadores sociales en el desarrollo del país. Los datos presentados revelan una dimensión de la realidad salvadoreña que había estado oculta en las estadísticas oficiales, permitiendo una mejor comprensión de la vida y los desafíos que enfrentan quienes sostienen la economía del país con su esfuerzo diario, a menudo invisibilizado.

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