El sector de transporte de El Salvador se recupera gradualmente tras el impacto de la pandemia por COVID-19

El sector de transporte de El Salvador se recupera gradualmente tras el impacto de la pandemia por COVID-19

El Salvador ha enfrentado un desafío significativo en su economía como consecuencia de la pandemia por COVID-19. Uno de los sectores económicos que se vio más afectado fue el del transporte, debido a las medidas de confinamiento implementadas durante 2020 y los meses posteriores. Las restricciones de movimiento y los cierres temporales de muchas actividades económicas tuvieron un impacto directo en la demanda de servicios de transporte, tanto de pasajeros como de mercancías.

Sin embargo, a medida que el país ha avanzado en su proceso de recuperación, este sector ha comenzado a mostrar señales de estabilización, evidenciando la capacidad de adaptación y perseverancia de los actores que lo conforman.

En el trimestre correspondiente a los meses de abril a junio de 2024, el Índice de Confianza Empresarial para el sector transporte cerró en 108, posicionándolo como el segundo sector con mejor desempeño y con un puntaje superior al promedio obtenido por todo el sector MYPE.

«La pandemia supuso un golpe duro y difícil al momento de iniciar mi negocio, pero ahora vislumbramos la luz al final del túnel«, comenta Dalila Chavarría, empresaria MYPE del sector transporte con sede en Apopa.

Este dato no solo pone de manifiesto la fuerte dependencia de las familias salvadoreñas de los ingresos generados por las micro y pequeñas empresas (MYPE), sino que también refleja la importancia vital que estas empresas tienen para el bienestar de millones de hogares y para la economía del país. La fuerte dependencia de los ingresos generados por las MYPE pone de manifiesto la fragilidad de la situación económica de muchas familias salvadoreñas. Cuando estas empresas enfrentan dificultades, ya sea por recesiones, desastres naturales, cambios regulatorios u otros factores, el impacto se transmite rápidamente a los hogares que dependen de ellas.

Al observar el desempeño del sector durante los primeros meses de la pandemia, se identifica que el punto de mayor inflexión ocurrió en el segundo trimestre de 2021, cuando el 41% de los empresarios del sector informaron una disminución en sus ventas. Esta situación adversa se reflejó en el trimestre siguiente, donde el 30% de los empresarios del sector de transporte expresó haber tenido que reducir su planilla laboral. Esto a su vez se tradujo en el puntaje más bajo registrado en el Índice de Confianza Empresarial para este sector.  (101.1). No obstante, a diferencia de otros sectores, este sector comenzó a recuperarse rápidamente. Para el cierre de 2021, su indicador había mejorado en seis puntos y, para el cierre de 2022, había superado el puntaje obtenido en los trimestres anteriores. 

En cuanto al empleo, durante el segundo trimestre de 2024, aproximadamente el 59.80% de los empresarios han mantenido su planilla laboral y un 17.09% ha incrementado su personal. Esto indica una mejora considerable en el desempeño y la resistencia de las unidades económicas del sector ante un entorno post COVID. En el 2023 también se experimentó un aumento del 10% en el salario en comparación al año anterior. Sin embargo, esta mejora se ha visto atenuada por la inflación y el aumento del costo de vida. 

Dalila Chavarría, quien lleva operando su negocio de transporte desde hace tres años, expresa: «Todo está más caro ahora, desde la canasta básica hasta los utensilios de limpieza. Esto nos afecta porque debemos pagar salarios justos mientras nuestros ingresos se ven reducidos.»  

Al evaluar la situación que experimentaron los empresarios del sector transporte en el segundo trimestre de 2024, el Indicador de Situación cerró en 7.7. Este dato revela que, si bien la mayoría de los empresarios del transporte seguían luchando por recuperarse de los impactos de la crisis, un pequeño porcentaje (7.7) logró mantener e incluso mejorar su situación durante ese período. 

Al consultar a los empresarios del sector de transporte sobre los principales desafíos que afectaron su desempeño, los resultados fueron los siguientes: el 48.70% de los empresarios reportó un aumento en la competencia; el 34.20% notó una disminución significativa en la demanda por sus servicios; y el 30.80% afrontó dificultades financieras, lo que puso en riesgo la viabilidad de sus negocios. Estos datos resaltan la necesidad apremiante de brindar apoyo al sector de transporte en dos áreas clave para mantener una buena salud financiera: innovación y diferenciación, y estrategias de reducción de costos y mejora del flujo de caja.

"En esta industria, el dinero llega, pero a veces tarde, obligándonos a endeudarnos temporalmente."
Dalila Chavarría
Empresaria MYPE del sector transporte con sede en Apopa

Es importante resaltar que para el segundo trimestre de 2024, las regulaciones municipales y gubernamentales también han impactado significativamente al sector de transporte, por tercer trimestre consecutivo. En este período, el 18% de los empresarios reportó dificultades relacionadas con la normativa. Este aumento en los desafíos regulatorios podría sugerir la necesidad de una mejor colaboración entre el sector y el Gobierno para crear políticas que beneficien a los empresarios sin entorpecer sus operaciones. «El IVA y otros impuestos nos afectan significativamente,» comenta Dalila. «A veces, el margen de ganancia apenas cubre los costos.»

En lo que se refiere a los precios de mercadería e insumos de producción, los empresarios MYPE expresan que la inflación sigue siendo el principal problema reportado por el 42%, tres puntos más que en el primer trimestre de 2024. «Recuerdo que cuando comenzamos en 2021, el diésel costaba dos dólares y ahora casi cinco», reflexiona Dalila, resaltando el impacto de los altos precios en los costos operativos.

A pesar de estos retos, la confianza del sector en la economía ha mejorado notablemente desde 2021. El indicador de confianza empresarial alcanzó 36.5 puntos en el último trimestre evaluado, superando al índice general de MYPES. Este optimismo es crucial para el crecimiento económico, ya que al posicionarse por encima de los 20 puntos significa que los empresarios consideran que la economía presentará un crecimiento positivo, incentivando la inversión y la contratación.

Estos resultados muestran que el sector de transporte MYPE de El Salvador posee una notable capacidad de determinación y adaptación frente a los desafíos que presenta un entorno post COVID. Sin embargo, para asegurar un crecimiento sostenido, es crucial implementar políticas que apoyen la innovación, eduquen en salud financiera y fomenten una colaboración más estrecha entre el Gobierno y los empresarios. Con una perspectiva optimista, el sector de transporte está bien posicionado para contribuir significativamente al crecimiento económico de El Salvador.

El Índice de Confianza Empresarial MYPE de El Salvador se contrajo. ¿Por qué debería importarnos?

El Índice de Confianza Empresarial MYPE de El Salvador se contrajo. ¿Por qué debería importarnos?

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El sector de las micro y pequeñas empresas (MYPES) es la fuente de empleo o autoempleo más importante del país, representando alrededor del 70% del mercado laboral. Aunque gran parte de estos trabajos pueden considerarse precarios debido a la informalidad, inestabilidad y bajos salarios, su enorme tamaño y su papel como un pilar económico crucial para numerosas familias hacen que este sector desempeñe un rol fundamental en la economía nacional.

Los últimos resultados del Informe de Dinámica Empresarial 2T 2024 muestran una disminución en el Índice de Confianza Empresarial para el sector MYPE. Este índice, que se mide tomando como referencia el primer trimestre de 2021 con un valor base de 100, ahora se encuentra en 102.2 puntos. Esto representa una caída de 3.6 puntos comparado con el trimestre anterior y 0.9 puntos menos que el mismo periodo del año pasado. Un índice cercano a 100 indica que los empresarios sienten que la situación es más difícil que cuando salieron de la pandemia (primer trimestre de 2021). Esta disminución en la confianza podría llevar a menos inversiones, menos crecimiento e innovación, y menos contrataciones. En este contexto, se vuelve imperativo realizar un seguimiento continuo de los indicadores y adoptar medidas efectivas para mantener el desempeño positivo del sector MYPE en El Salvador. Esto será crucial para garantizar el bienestar de los asalariados y familias que dependen de este importante motor económico. 

Desafíos y retrocesos en el desempeño empresarial MYPE

Para el segundo trimestre de 2024, el índice de situación empresarial se situó en 7.8 puntos, reflejando una situación desafiante (ver gráfico). Este índice comenzó el año en 24.8 puntos, mostrando fluctuaciones significativas debido a factores estacionales. Durante el último trimestre, el 31.4% de los empresarios MYPE entrevistados consideraron que el comportamiento de sus negocios fue favorable en comparación con el primer trimestre, mientras que el 23.6% opinaron que su situación fue desfavorable. Estos resultados indican que, a pesar de algunos momentos favorables, un porcentaje considerable de las MYPE enfrentan una realidad económica difícil. 

A pesar de los desafíos económicos, el índice de expectativa empresarial alcanzó 57.4 puntos, mostrando una mejora gradual respecto al trimestre anterior (55.6 puntos). Eso indica que las MYPE esperan una mayor demanda de productos y servicios en el próximo trimestre, lo cual podría revertir los resultados adversos del segundo trimestre de 2024. Este optimismo debe interpretarse con cautela, dado el contexto inflacionario y las dificultades estructurales del sector.

Inflación: el enemigo silencioso de las MYPE

Entre los principales desafíos que enfrenta el sector se encuentran el aumento de la competencia (43%) y la disminución de la demanda (36%), que podrían ser señales de un mercado saturado y con baja capacidad de compra. También se destacan las dificultades para acceder a financiamiento (43%) y la escasez de mercadería (29%), lo cual podría limitar la capacidad de las MYPE para operar y crecer, creando un ciclo de estancamiento económico.

Aumento de competencia 43%
Disminución de la demanda 36%
Dificultades financieras 43%
Escasez de mercadería 29%

Sin embargo, el principal desafío que enfrenta el sector MYPE es el aumento de precios en mercadería y materia prima. Este problema afecta al 42% de empresarios y ha crecido tres puntos comparado con el trimestre anterior.

A nivel nacional, la inflación ha seguido una tendencia alcista por tercer mes consecutivo en este año. Según el Banco Central de Reserva (BCR), luego de 2021, se ha observado un notable aumento en el índice general de precios, especialmente en alimentos y bebidas no alcohólicas. Desde 2021, la inflación acumulada ha sido aproximadamente del 18.78% en precios generales y del 30% en alimentos y bebidas no alcohólicas (ver gráfico). 

Como se observa en el gráfico, la tendencia inflacionaria ha mostrado un marcado aumento constante desde el año 2021. Esto afecta directamente los costos operativos de las MYPE y disminuye el poder adquisitivo de los consumidores, lo cual resulta particularmente desafiante para los asalariados que tienen menos flexibilidad para incrementar sus ingresos y, por lo tanto, se ven más vulnerables ante el incremento de los precios. 

Panorama MYPE: un futuro desafiante, pero con potencial

Los resultados del informe del segundo trimestre de 2024 revelan un período adverso para los empresarios del sector MYPE. El Índice de Confianza Empresarial cerró en 102.2 puntos, representando una disminución de 3.6 puntos respecto al  trimestre anterior. Este puntaje sugiere que la situación económica percibida por los empresarios no es muy favorable, y acercarse a los 100 puntos indicaría una situación muy mala.

La percepción negativa fue compartida por las diferentes MYPES, con todos los segmentos afectados, aunque algunos más que otros. El más afectado es la microempresa de acumulación simple que se encuentra por debajo de los 100 puntos y también la microempresa de acumulación ampliada que cayó siete puntos cerrando en 100.1. Esto es especialmente importante porque suelen ser los segmentos más pujantes del sector MYPE.  Los otros segmentos redujeron su puntaje, pero aún no han tocado los 100 puntos o menos. Este panorama sugiere establecer mecanismos de coordinación y articulación entre los diferentes actores públicos y privados que intervienen en el ecosistema de las MYPE, con el objetivo de lograr un desempeño sostenible y asegurar el bienestar de los asalariados y familias que dependen del sector. 

Al consultar la percepción de los empresarios sobre el ambiente empresarial para inversión y contratación, a través del índice de confianza empresarial, se registró una confianza de 31.5 puntos, lo que representa una disminución de 8.2 puntos respecto al trimestre anterior. Aunque ha disminuido, este nivel aún muestra cierto grado de optimismo entre las micro y pequeñas empresas. Sin embargo, la ciclicidad de corto plazo refleja patrones estacionales y expectativas cambiantes. 

Confianza Empresarial experimenta una reducción
39.2

En general, el Índice de Confianza Empresarial de las MYPE en El Salvador refleja desafíos económicos significativos, especialmente, por la inflación y el acceso a financiamiento. A pesar de estos desafíos, persiste un nivel de optimismo ligero para el futuro. Los próximos dos trimestres, y el fin del año, darán sin duda una señal si este estancamiento relativo es temporal o más persistente. 

Angélica Sigüenza: los cinco dólares que se convirtieron en un exitoso emprendimiento

Angélica Sigüenza: los cinco dólares que se convirtieron en un exitoso emprendimiento

Todo comenzó en 2015 cuando, con una inversión inicial de solo 5 dólares, Angélica logró hacer y vender dos docenas de panecillos. En pocas semanas sus ventas se multiplicaron por cuatro. En la actualidad, en un sector tradicionalmente dominado por hombres, Angélica emplea a 11 personas y su negocio tiene sucursales en Santa Ana y San Salvador.

El comienzo…

A una edad en la que muchas jóvenes se dedican a sus estudios y a hacer planes para el futuro, Angélica se vio enfrentada a la maternidad. Tras quedar embarazada a los 16 años, su vida dio un giro inesperado, con nuevos retos que afrontar y con poco apoyo de su pareja. Sin embargo, en 2014, cuando el padre de su hijo se vio obligado a migrar, ella se encontró en la necesidad de buscar una alternativa para sostener a su familia. En este momento de gran adversidad, Angélica decidió cambiar el rumbo de su vida, volviendo a vivir con su madre y buscando formas de mantenerse y cuidar de su hijo.

Fue entonces cuando, con una pequeña inversión de solo 5 dólares, Angélica comenzó a vender cruasanes en las escuelas locales. Este emprendimiento fue un respiro para sus finanzas, generándole ingresos y permitiéndole recuperar gradualmente el control sobre su vida.

Para su sorpresa, la respuesta del mercado fue impresionante. En pocas semanas había cuadriplicado sus ventas, los cruasanes se vendían rápidamente y se dio cuenta de que tenía un negocio en ciernes. Su pasión y dedicación la llevaron a aprender lo necesario para mejorar su producción y atender la creciente demanda. En poco tiempo, su negocio, al que llamó Innova Croissant, se expandió a varias escuelas y colegios, convirtiéndose en un nombre conocido en la comunidad.

Aunque la falta de experiencia empresarial y el acceso limitado a recursos financieros eran obstáculos significativos, Angélica nunca se dio por vencida. Buscó apoyo en su comunidad y en organizaciones locales que ofrecían capacitación y asesoría a pequeños empresarios. Estas conexiones le dieron las herramientas necesarias para administrar su negocio de manera más eficiente.


Adaptación y perseverancia

En 2020, la pandemia por COVID la colocó ante nuevos desafíos, pero también le ofreció nuevas oportunidades. Angélica se adaptó rápidamente y utilizó las redes sociales para promocionar sus productos y encontrar nuevos clientes. Su perseverancia la llevó a dar un paso significativo: abrir una sucursal en Santa Ana. Con un nuevo préstamo bancario, estuvo lista para enfrentar los riesgos y oportunidades que le presentaba este nuevo mercado.

Después de la pandemia, Angélica expandió su cartera de clientes y experimentó un aumento en los pedidos al por mayor. Los pedidos crecieron tanto que su hermano y su madre tuvieron que involucrarse en las operaciones productivas y de distribución. Esto es común en el sector MYPE, donde la mayoría de las empresas son operadas por familiares. Según nuestro informe MYPE 2023, se estima que alrededor del 40.5% de las personas empleadas en el sector son familiares de los administradores del negocio. 

Angélica también ha utilizado su éxito para retribuir a la comunidad que la apoyó, participando en programas de mentoría para jóvenes emprendedores y ofreciendo empleo a madres solteras que enfrentan desafíos similares a los que ella experimentó. Para 2024, su empresa de Angélica se ha convertido en una pequeña empresa que brinda empleo a 11 personas, de las cuales 8 son mujeres, contribuyendo a mejorar su situación y a reducir la brecha de género en un segmento donde la mayoría de las empresas (70%) son administradas por hombres.

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Para el futuro, Angélica tiene planes ambiciosos para seguir creciendo y diversificando su negocio. Ahora explora la apertura de nuevas sucursales en otras ciudades y la posibilidad de introducir nuevos productos. Su visión aspira a crear una cadena de panaderías que ofrezcan productos de alta calidad, reconocidas por su compromiso con la excelencia y la innovación. Angélica Sigüenza ha demostrado que con determinación se pueden superar obstáculos y alcanzar el éxito.

Retos financieros MYPE frente a la inflación y un entorno post COVID

Retos financieros MYPE frente a la inflación y un entorno post COVID

En el dinámico y competitivo mundo de los negocios, las micro y pequeñas empresas (MYPE) son el alma de la economía salvadoreña. Estos emprendedores, resilientes y dedicados, navegan constantemente los desafíos de la inflación y los efectos de la pandemia. Pero, ¿qué tan saludables son las finanzas de las MYPE en El Salvador hoy en día?

Un reciente estudio del Observatorio MYPE, que abarca a 574 empresarios de 14 municipios, arroja luz sobre la situación financiera de este crucial sector. La salud financiera promedio de las MYPE es de 7.5 sobre 10, lo que indica una gestión competente, pero con amplio margen de mejora. ¿Qué revelan realmente estos números?

empresarios de 14 municipios

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La distribución de la salud financiera entre los empresarios muestra que el 58.89% se encuentra en un estado de salud media, lo que implica una gestión adecuada pero no óptima. Este grupo podría beneficiarse significativamente de estrategias financieras mejoradas. Por otro lado, el 36.76% de los empresarios demuestra un manejo financiero robusto, ofreciendo un modelo a seguir para otros. Sin embargo, el 4.36% enfrenta vulnerabilidades críticas, necesitando urgente apoyo y asesoramiento.

¿Dónde se ubica tu empresa?

Para evaluar dónde se encuentra tu empresa, es útil considerar estas tres categorías: salud media, salud alta o salud baja. La mayoría de los empresarios están en el rango medio, indicando una gestión adecuada pero mejorable. Si tu negocio podría beneficiarse de mejores estrategias financieras, tal vez sea el momento de actuar. Algunas empresas muestran una gestión sólida, sirviendo como ejemplo para el resto. Sin embargo, hay un pequeño grupo que enfrenta serias dificultades y requiere apoyo inmediato.

El estudio también revela diferencias interesantes según el tipo de empresa. Las pequeñas empresas, gracias a su agilidad organizativa, parecen tener una ventaja en la adecuación financiera. Sin embargo, ¿qué mantiene despiertos a los empresarios MYPE por la noche?

Aunque el manejo del presupuesto no es la mayor preocupación, aquellos que lo priorizan lo hacen con gran eficacia, sugiriendo que un buen presupuesto es clave para la estabilidad financiera.

Fortalecer la educación financiera, mejorar el acceso a asesoría y compartir mejores prácticas son pasos cruciales para mejorar la salud financiera de las MYPE. Estos cambios no solo estabilizarán tu empresa, sino que también potenciarán su capacidad para crecer y prosperar en un entorno económico en constante cambio.

Empresarios de subsistencia en un mundo con inflación

Empresarios de subsistencia en un mundo con inflación

Entre datos y vidas: estampas de una lucha

La economía salvadoreña se caracteriza por el predominio absoluto de las micro y pequeñas empresas (MYPE) como principales fuentes del 70% del empleo. Aproximadamente el 95% de las empresas están compuestas por MYPEs; dentro de este grupo, los empresarios de subsistencia representan una mayoría con un 49%. A pesar de su importancia en la economía, su realidad aún es poco conocida.

En un esfuerzo por aclarar la situación de este segmento, el Observatorio MYPE realizó un estudio en comunidades de todo el país, entrevistando a 537 empresarios, de los cuales el 66% eran de subsistencia. El estudio revela preocupaciones significativas: sus negocios solo alcanzan para cubrir necesidades básicas como la alimentación, dejando poco o ningún margen para gastos esenciales.

La lucha de Henry

Henry, un barbero en su hogar, encarna la dura lucha de un amplio sector de empresarios de subsistencia que se ganan la vida y con ello alimentan a muchos de los hogares en condiciones similares, la mayoría liderados por mujeres (60% de empresas en el sector de subsistencia son lideradas por mujeres). Como muchos empresarios de este tipo, Henry es de mediana edad, 30 años, y apenas pudo terminar su educación básica.

«Al inicio, venir de una familia de pocos recursos fue un gran desafío. Me costó comprar las herramientas necesarias, pero ahorré y logré comprar mis primeras máquinas, lo que mejoró mi negocio.» comenta Henry. Esta limitación influye en su capacidad para gestionar y expandir su negocio, restringiendo sus oportunidades de crecimiento.

Desde temprana edad, Henry mostró interés en los negocios. A los 13 años comenzó a vender pan y, después de terminar sus estudios, optó por aprender el oficio de la barbería, en el cual ya lleva seis años. «La falta de empleo fue una gran motivación para emprender; al no encontrar trabajo» comenta Henry. Muchas personas le aconsejaron que aprendiera un oficio, con la esperanza de abrir puertas y tener mayores oportunidades.

El negocio de Henry tiene niveles de ventas por debajo de los 600 dólares, con una media de 585 dólares mensuales. Con un margen aproximado del 50%, apenas le alcanza para sufragar parcialmente sus gastos de comida, transporte, educación y salud. Su capacidad para cubrir sus gastos ha venido cayendo mes a mes como resultado de la inflación. Cada día se enfrenta a crecientes dificultades para pagar sus gastos, lo que lo obliga a reducir la calidad y cantidad de comida para él y su familia. A esta situación para muchos empresarios, se suma el pago de créditos que están atrasados que representan más del 50% de su ingreso disponible, y solo con el apoyo de las remesas logran salir adelante.

Entre la supervivencia y la pobreza extrema

El índice de precios al consumidor para alimentos y bebidas no alcohólicas cerró en mayo en $156.28, reflejando un incremento del 2.71% respecto al año anterior. De forma acumulada, en los últimos 3 años, la inflación se sitúa en un 25% en promedio. Esta tendencia inflacionaria pone una presión constante sobre los hogares salvadoreños, especialmente aquellos con ingresos limitados. Para los empresarios de subsistencia, estos aumentos en los precios de los alimentos básicos representan una carga adicional ya que sus ingresos deben estirarse aún más para cubrir estos incrementos.

El rescate de las remesas: salvavidas para empresarios en apuros

Si no fuera por la ayuda que recibe de sus familiares, Henry no podría sobrellevar el creciente aumento de los precios y la disminución de las ganancias de su negocio. Como tres de cada diez salvadoreños, las remesas juegan un papel crucial en la supervivencia de muchos empresarios de subsistencia. El 33% de ellos recibe remesas con un promedio de $259 y, de este grupo, el 39% ha considerado mejorar su negocio con estos fondos. Sin embargo, la dependencia del sector de remesas refleja la insuficiencia de los ingresos generados por sus negocios, perpetuando un ciclo de dependencia económica externa.

Desafíos país de cara a esa problemática

Los empresarios de subsistencia en El Salvador enfrentan una serie de desafíos económicos y sociales que dificultan su capacidad para mejorar sus condiciones de vida. La inflación, el alto costo de la canasta básica y la falta de programas de rescate crediticio son solo algunos de los obstáculos que deben superar. A pesar de esto, Henry, como miles de empresarios de subsistencia, ha visto mejorar sus ventas en el cierre del trimestre pasado y espera con optimismo este próximo trimestre.

Henry es un ejemplo de la resiliencia y de la actitud admirable con la que este tipo de empresa familiar lucha para sobrevivir en un mundo con inflación. Su historia es un testimonio del esfuerzo incansable y la valentía de aquellos que, a pesar de las adversidades, continúan adelante, sosteniendo no sólo a sus familias, sino también contribuyendo significativamente a la economía del país.

Empresarios MYPE arrancan el año con optimismo y buen desempeño

Empresarios MYPE arrancan el año con optimismo y buen desempeño.

El primer trimestre de 2024 ha sido un comienzo prometedor para las MYPE que destaca por un optimismo creciente en la economía. El Índice de Confianza Empresarial para el primer trimestre 2024 ha alcanzado los 105.8 puntos, registrando una puntuación alta con respecto a años anteriores y por encima del cuarto trimestre 2023.

Análisis de resultados

El reciente informe trimestral ofrece una visión alentadora para las MYPE, evidenciada por el aumento del Índice de Confianza Empresarial, que evalúa la percepción de los empresarios sobre la economía. Este índice ha crecido significativamente cerrando en 105.8, este puntaje refleja optimismo respecto al futuro económico y una confianza fortalecida, impulsada principalmente por expectativas optimistas a corto plazo y una mejor percepción de la situación actual en comparación con el mismo periodo del año anterior. Durante este primer periodo la proporción neta de empresarios con una opinión favorable sobre el desempeño de sus negocios fue de 24.8%, un incremento de 7.7 puntos frente al primer trimestre de 2023. 

Con respecto a la dinámica por segmento mype, las pequeñas empresas han liderado este crecimiento con un índice de 108.5 puntos, seguidas por los segmentos de subsistencia y acumulación ampliada, con índices de 107.3 y 107.1 respectivamente. Estos datos sugieren un entorno favorable para la inversión y la producción a corto plazo, destacando también una tendencia de crecimiento sostenido que estos tres segmentos han mantenido durante los últimos tres trimestres. Esto es positivo, ya que refleja una solidez en el desempeño del sector y es especialmente relevante para el segmento de subsistencia, indicando que una parte considerable de estos empresarios podría estar en transición hacia empresarios de acumulación simple, lo que representa una mejora en la calidad de vida.

Perspectivas por sector económico

Al examinar la dinámica del sector MYPE por sector económico, se observa que, a pesar de una contracción en el sector transporte, este sigue siendo el líder con un índice de 109.3. Le siguen los sectores de comercio y agropecuario, ambos mostrando mejoras y cerrando con índices superiores a 107 puntos. Este panorama refleja un entorno heterogéneo donde, aunque algunos sectores enfrentan desafíos específicos, la tendencia general es hacia la mejora y el crecimiento.

Inhibidores y desafíos

A pesar del optimismo, aún existen desafíos que los empresarios perciben y que prevalecen en la economía. El aumento de la competencia y una disminución en la demanda fueron citados como principales inhibidores por un considerable número de empresarios. Adicionalmente, un 31% de los empresarios reportaron dificultades para acceder a financiamiento, lo que podría obstaculizar la expansión y el crecimiento futuro. Por último, los empresarios aún manifiestan que la inflación sigue siendo un desafío en sus actividades, el 39.60 por ciento de los empresarios consideran que los precios de compra de mercadería y materia prima aumentaron, 1.5 por ciento más que el trimestre anterior.

Perspectivas futuras

El crecimiento del Índice de Confianza Empresarial es un buen indicador que sugiere un mejor desempeño para los próximos trimestres. Las expectativas para el próximo trimestre son altamente positivas, con un 61% de los empresarios anticipando una mejora en el desempeño de sus negocios. Este optimismo que se percibe en el sector es prometedor y podría traducirse en un crecimiento sostenido a lo largo del año. Sin embargo, es importante mantener cautela ante estos repuntes del índice, ya que un análisis histórico muestra que, aunque el sector siguió una tendencia similar en los últimos tres trimestres de 2021 y comenzó el primer trimestre de 2022 con un índice de confianza empresarial fuerte, luego se desplomó por debajo de los 100 puntos cerrando el segundo trimestre de 2022 en 97.4. Esto significa que, ante este entorno de optimismo, será crucial mantener una posición vigilante frente a los principales inhibidores señalados por los empresarios y aprovechar las oportunidades de la mejor manera posible.

Por lo tanto, aunque la dinámica empresarial MYPE ha comenzado el año con una nota alta, reflejando un entorno económico favorable, será crucial mantener la atención en los desafíos estructurales y en desarrollar estrategias para superar los inhibidores que podrían frenar este impulso y asegurar un crecimiento sostenido del índice. Esto requerirá que los empresarios y las entidades de apoyo se enfoquen en estrategias que fortalezcan la resiliencia para fomentar un crecimiento inclusivo y sostenido en el sector.

Análisis de tendencia: Las micro y pequeñas empresas cautelosas frente a un nuevo año de desafíos económicos

Análisis de tendencia: 

Las micro y pequeñas empresas cautelosas frente a un nuevo año de desafíos económicos

Las micro y pequeñas empresas han enfrentado un ambiente lleno de incertidumbres a lo largo del 2023, lo que parece estar induciendo un comportamiento más cauteloso en las micro y pequeñas empresas. El Indice de Confianza de la MYPE publicado por el Observatorio MYPE de FUSAI, muestra que las expectativas de las MYPEs no han variado sustancialmente, aminorando un tendencia optimista que se registro en el año 2022, cuando los resultados de la mejoría en la seguridad pública empezaron a ser palpables.

Según la última encuesta, que abarca a todos los segmentos, al finalizar el tercer trimestre de 2023, el índice de confianza se situó en 33.2, solo 1.2 puntos menor que en el trimestre anterior. Comparando el 2022 con el 2023, se observa un cambio significativo en la confianza empresarial. Mientras que, en 2022, el índice experimentó altibajos y alcanzó su pico más alto a fin de año, los primeros tres trimestres del 2023 han mostrado una movimiento lateral.

El índice de confianza fue de 33.2 al comienzo de 2023, subió ligeramente a 33.4 en el segundo trimestre y luego bajó a 32.2 en el tercero. Esto indica que, a pesar de un cierto optimismo entre los empresarios, hay una cautela que limita las posibilidades de expansión, especialmente en comparación con el año anterior, cuando el índice había subido 5.3 puntos en el tercer trimestre. 

Factores que influyen en la confianza empresarial

La precaución creciente entre los empresarios se debe a varios eventos que han afectado los precios y la demanda de productos. Entre estos eventos se incluyen conflictos internacionales que han mantenido altos los precios del petróleo y algunos alimentos. A nivel regional, huelgas y la saturación de ciertas rutas comerciales han encarecido algunos productos. Además, eventos climáticos y la inflación, que según datos del BCR alcanzó el 15% en septiembre de 2023 con respecto al mismo mes en prepandemia (2019), han reducido considerablemente el poder adquisitivo de las personas, afectando así la demanda de productos.

Aunque las micro y pequeñas empresas continúan enfrentando retos, no ha habido un deterioro significativo en su situación. Un número importante sigue lidiando con problemas financieros y de competencia, pero esto no ha variado mucho en el último tiempo. Sin embargo, ha habido un incremento notable en la escasez de productos, reflejando problemas en las cadenas de suministro ( 2 de cada 10 empresarios se quejan de este problema).

Perspectivas y estrategias para el 2024

Los resultados de la encuesta muestran que eventos globales, regionales y nacionales han impactado significativamente en el sector MYPE. Esto se ha traducido en una demanda estancada de sus productos y servicios, la persistencia de desafíos financieros y un aumento en la escasez de productos. Estos factores están fomentando una actitud de cautela en el sector, lo que podría limitar la inversión y el crecimiento en 2024.

FUSAI celebra el exito de 761 Empresarios que se graduan de su programa de activacion y aceleramiento empresarial

FUSAI celebra el éxito de 761 empresarios que se gradúan de sus programas de activación empresarial

El 12 de diciembre de 2023 marcó un día significativo para el devenir del sector MYPE de El Salvador. La Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI) en colaboración con la ONG belga ACTEC, celebró el impacto positivo del programa «Formar para Transformar», que ha culminado exitosamente con la graduación de 761 empresarios de micro y pequeñas empresas. Este programa es un claro ejemplo de cómo la formación empresarial integral puede influir decisivamente en el crecimiento económico de un país.

«Formar para Transformar» se distingue por su enfoque integral, enfatizando el pensamiento estratégico y analítico como herramientas esenciales para impulsar el desarrollo de las micro y pequeñas empresas en El Salvador. El programa ofreció más de 4,100 horas de capacitación, y los resultados han sido notables. Los participantes del programa experimentaron un incremento promedio del 24% en sus ventas, las cuales sumaron un total de US$18,880,823 hasta octubre de 2023, lo que indica la pujanza del sector.

Además de los resultados financieros, el programa generó un impacto social notable, creando 62 nuevos empleos y fortaleciendo 273 empleos existentes. La diversidad de los sectores representados por los participantes —comercio, alimentos, artesanías, turismo, arte, cultura, servicios, industria liviana y agroindustria— demuestra la versatilidad del programa en fomentar la innovación y el crecimiento en variadas áreas de negocio.

La expansión del proyecto a países como Guatemala y Colombia valida su replicabilidad y eficacia. Este éxito no solo es un hito para El Salvador, sino también una fuente de inspiración para toda la región, mostrando que la aceleración empresarial es clave para un futuro económico más sólido y equitativo.

La ceremonia de clausura, que fue presidida por la Ing. Mabel de Soundy, presidenta de FUSAI, y que contó además con la presencia del Presidente de la Sociedad de Ahorro y Crédito Integral ,Dimas Quintanilla, empresa que fue co-patrocinadora del programa, no solo fue un momento para celebrar los logros individuales, sino también para destacar el papel del programa en el ecosistema  de apoyo a las MYPEs y su contribución al desarrollo socioeconómico del país.

FUSAI destacó que este notable logro refleja que «Formar para Transformar» es más que un programa; es un movimiento que impulsa a los empresarios hacia el éxito y abre caminos hacia un El Salvador más próspero y dinámico.

Felicitaciones a todos los empresarios que se graduaron del programa y que son parte activa de este cambio positivo.

Inclusión financiera de los empresarios Mype en El Salvador

Archivo Observatorio MYPE

Inclusión Financiera de los empresarios MYPE en El Salvador

El proceso de formulación de la Política Nacional de Inclusión Financiera para El Salvador (PNIF) contó con la participación de organismos internacionales como el Banco Mundial y la Alianza para la inclusión financiera. La política nacional define la inclusión financiera como:

La PNIF destaca tres perspectivas que deben considerarse y medirse en la inclusión financiera:

El acceso

Consiste en la capacidad para usar los servicios financieros disponibles; vinculado a una adecuada infraestructura y su regulación que garantice la existencia de una conveniente oferta de productos y servicios financieros.

El uso

Basarse en la permanencia y profundidad del uso de los servicios y productos financieros; vinculado a la frecuencia y aprovechamiento de los productos, servicios e infraestructura financiera por parte de los usuarios.

La calidad

Consiste en la relación entre las entidades financieras y los clientes con las diferentes alternativas del mercado influyendo en la comprensión que se tiene de ellas. En síntesis, se refiere a contar con productos y servicios que sean seguros y adecuados a las necesidades de los clientes, y el conocimiento que tengan de estos.

El Observatorio MYPE de FUSAI desarrolló una investigación a nivel nacional, con el propósito de conocer el grado de inclusión financiera, el estudio se limitó a reunir los elementos de valor que provean una visión de la inclusión financiera desde la perspectiva de acceso a productos y servicios financieros por parte de los micro y pequeños empresarios.

Cuentas de Ahorro a la vista, corriente y depósitos a plazo fijo

De los empresarios encuestados, manifestaron que posee una cuenta de ahorro a la vista, ahorro corriente y/o depósito a plazo fijo

Profundizando la exploración

Destaca el hecho que a mayor ingreso por venta mensual, mayor es el porcentaje de clientes que poseen algún tipo de cuenta de ahorro, por tanto, es la base de la pirámide que refleja mayor dificultad para accesar a productos de ahorro. Respecto al tiempo de existencia del negocio en funcionamiento, mientras mayores son los años de operación, mayor es la inclusión financiera por medio del ahorro.

Razones para no tener una cuenta de ahorro

Créditos

Cuando se les consultó sobre las razones por las cuales no tramitaría un préstamo en alguna institución financiera, la principal objeción fue la tasa de interés y las altas cuotas en un 50.1% de los entrevistados, seguido de exceso de requisitos, documentos y trámites engorrosos por el 16.7%.

Seguros privados

Dentro de las objeciones para no contratar un seguro privado, la percepción de que son muy caros fue señalada por el 30.1% de los entrevistados, no poder pagarlos un 21.2%, no le han ofrecido el producto un 20.8%, desconocer en qué consisten el 14.8% y 9.6% manifestó que dispone de ahorros para cubrir cualquier imprevisto.

Tarjetas de Crédito

Los resultados obtenidos respecto al acceso a tarjetas de crédito indican que, del total de empresarios, solo el 26.2% tenía tarjeta de crédito.

Las razones para no tener el producto son:
Otros Instrumentos financieros

Respecto a los instrumentos financieros que se detallan a continuación, se consultó desde dos perspectivas: Acceso y uso.

Transferencias Bancarias y Dinero electrónico son los medios a los que mayor acceso tienen los empresarios, las primeras son utilizadas por un 59.9% de los empresarios y las segundas por un 56.2% (Tabla 1)

Respecto a la frecuencia de uso, puede notarse que la mayoría de los empresarios utilizan muy poco los diferentes instrumentos definidos. Las de mayor frecuencia de uso son las transferencias bancarias por un porcentaje mínimo de 5.2% de los empresarios entrevistados.

Conclusiones

El acceso a productos y servicios financieros por sí solo no puede considerarse como inclusión financiera, los empresarios de la micro y pequeña empresa requiere educación financiera a fin de dotarles los conocimientos sobre el uso adecuado y funcionamiento de los diferentes productos y servicios financieros.

Se necesita fomentar una mayor frecuencia de uso, educar financieramente a los empresarios de la micro y pequeña empresa dotándoles de conocimiento sobre los diferentes productos y servicios, uso adecuado de cada uno, entre otros pueden contribuir a mejorar esta dimensión de inclusión financiera.

La falta de estandarización mínima en la reglamentación prudencial de administración de riesgos y de prácticas de protección al cliente con las cuales operan las instituciones financieras según su figura legal, limitan el desarrollo de una competitividad de mercado que fomente la oferta de productos y servicios de mayor calidad. Siendo este un obstáculo para mejorar la inclusión financiera desde la dimensión de calidad.

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