Ruth de Valladares: una historia de resiliencia frente a la adversidad

Ruth de Valladares: una historia de resiliencia frente a la adversidad

Las empresarias MYPE enfrentan una realidad compleja en El Salvador. Aunque el 60% de las micro y pequeñas empresas (MYPE) están lideradas por mujeres, muchas se encuentran atrapadas en los segmentos más vulnerables. Según el estudio El Estado de la MYPE 2024: La otra cara de la economía, las principales causas son la falta de acceso a recursos financieros, bajo nivel educativo y barreras estructurales que limitan su crecimiento en sectores más rentables.

Para cambiar este panorama, USAID a través del programa Catalyze WBR lanzó el proyecto Mujer Apoyamos tu Desarrollo en colaboración con Banco Integral y la Escuela LID de FUSAI. Este programa brindó formación empresarial a 100 empresarias MYPE y les facilitó el acceso a crédito con Banco Integral, dos factores clave para impulsar su crecimiento. Para comprender el impacto de estos programas, nos hemos acercado a Ruth de Valladares, quien lidera su empresa “La Haciendita”, para conocer de primera mano la resiliencia de las empresarias MYPE y cómo proyectos como este se convierten en puentes hacia un mayor bienestar.

Los primeros pasos de una historia marcada por la resiliencia

Ruth Recinos de Valladares vive en La Paz junto a sus tres hijos. Desde niña, aprendió a enfrentar la adversidad. “Vivía en el campo y desde los 15 años comencé a trabajar”, relata. A través de diversos oficios, desde costurera hasta vendedora de pupusas, Ruth se esforzaba por contribuir al sustento familiar, ya que los ingresos que sus padres obtenían del campo no eran suficientes para cubrir todas las necesidades del hogar.

Más adelante, formó una familia, pero debido al fallecimiento de su esposo tuvo que criar sola a su primer hijo. “No fue fácil cuidarlo sola; muchas veces me sentí sin esperanza, pero no podía rendirme y seguí adelante”, agrega.

Posteriormente, tuvo dos hijos más con una nueva pareja, pero las adversidades no cesaron. Durante su tercer embarazo, tuvo que cerrar su negocio de pupusas y sobrevivió gracias a las remesas enviadas por su esposo, quien se había visto obligado a emigrar a causa de la inseguridad que enfrentaba el país.

En este momento enfrentó el episodio más desafiante de su vida cuando la enfermedad golpeó a su puerta. Ruth recibió un diagnóstico de cáncer mientras su padre también enfermaba gravemente debido a su avanzada edad. “Tuve que decidir entre operarme o quedarme con mi papá”, confiesa con la voz quebrada. Decidió acompañar a su padre, pero, lamentablemente, él no logró recuperarse. Ruth se sometió a la operación, encontrando en sus hijos y su negocio su mayor fuente de fuerza. “Me puse a dedicar más tiempo a cosas que me dieran fuerzas para seguir adelante: mi familia y mi negocio”, reflexiona.

Estos primeros pasos no fueron fáciles. Ruth comenta que la falta de estudios fue una barrera constante. “No tener estudios era algo que me detenía… pero lo superé”, afirma con orgullo. Como Ruth, muchos empresarios del sector MYPE también enfrentan esta barrera. Según el INMYPE 2023, el 42.7% de los empresarios no cursaron ningún grado educativo o, como máximo, llegaron a sexto grado.

Empresarios MYPE con nivel educativo básico
47.2%

Inspirada por los recuerdos de trabajar junto a su padre en el campo, Ruth encontró una nueva oportunidad para salir adelante. Comenzó a explorar formas de mejorar su negocio y adquirir más conocimientos. Fue entonces cuando identificó una necesidad: los agricultores locales enfrentaban problemas para acceder a insumos para el cultivo y el control de plagas. “Ahí fue donde comenzó todo. Vi una necesidad y también una oportunidad para poner un negocio como el que tengo”, explica con orgullo, recordando los inicios modestos de su empresa, La Haciendita.

La competencia de los grandes y la revancha de Ruth

Con su negocio en marcha, al principio todo iba bien. Las ventas aumentaban y los clientes llegaban constantemente. Sin embargo, esta bonanza no duró mucho. Con el tiempo, los grandes proveedores entraron al mercado. “No es una competencia fácil, porque no solo nos proveen a nosotros, también venden productos directamente”, explica. Esto la afectó significativamente: “Poco a poco mis clientes comenzaron a bajar, buscaban lo más cómodo para ellos”, relata.

Esta experiencia parece ser una realidad para muchos empresarios del sector. Según el Informe de Dinámica Empresarial MYPE del tercer trimestre de 2024, casi la mitad (45%) de los empresarios han percibido una creciente competencia desde inicios del 2023. Este fenómeno puede atribuirse a la mejora en la seguridad, que ha facilitado la entrada de grandes empresas a los mercados locales, una realidad que Ruth ha vivido de cerca. 

Fue en estos momentos difíciles cuando encontró una oportunidad al participar en el proyecto Mujer Apoyamos tu Desarrollo impulsado por el programa Catalyze WBR de USAID. Gracias a las capacitaciones que recibió de la Escuela LID de FUSAI, Ruth adquirió habilidades gerenciales que le permitieron reorganizar sus ideas y mejorar la estructura financiera de su negocio. “Me ayudó a levantarme, a tomar nuevas ideas y recordarme que sí podía”, comenta con entusiasmo.

Además, el proyecto le permitió acceder a un crédito con Banco Integral. “Gracias al proyecto logré ordenar la contabilidad de mi empresa y con eso obtuve mi primer crédito con Banco Integral, menciona con ilusión. Con este financiamiento y los nuevos conocimientos, Ruth logró el impulso que necesitaba. “La competencia se dio cuenta de que no podían seguir con los mismos precios. Ahí, con el impulso del proyecto, fue mi oportunidad para recuperar a mis clientes”, comenta con una sonrisa.

Puentes para lograr sueños

Contar con proyectos como Mujer Apoyamos tu Desarrollo son fundamentales para apoyar a las empresarias MYPE que enfrentan barreras significativas en su sector y buscan crecer económicamente. La historia de Ruth demuestra que cada emprendedor representa una historia de éxito en potencia y que, con el apoyo adecuado, es posible superar barreras y mejorar la calidad de vida del propietario y su grupo familiar. 

Las dificultades de las microempresas para integrarse a la economía, ponen de nuevo en la  mesa el tema del modelo económico.

Más allá de los números: Michell de Reyes, una madre de familia y microempresaria exitosa

Los estudios realizados por el Observatorio MYPE de FUSAI nos han permitido visualizar con claridad la influencia decisiva de la microempresa en El Salvador. Entre otros datos relevantes, este sector conforma más del 90% del parque empresarial, es responsable de emplear a 7 de cada 10 personas y contribuye con el 42.9% del PIB. Sin embargo, los números no cuentan toda la historia completa. ¿Cómo es la vida de estos microempresarios? ¿Quiénes son ellos? ¿Cuáles son sus desafíos? Para conocer su experiencia, hay que hablar con ellos, conocerlos de cerca.

Con este propósito en mente, llegamos al establecimiento de Michell Aguilar de Reyes, una microempresaria que, después de una década de esfuerzo, ha consolidado su negocio. Su establecimiento está ubicado en la colonia Flor Blanca, sobre la concurrida calle sexta décima poniente, cerca del renovado estadio Mágico González. 

Con una sonrisa cálida, Michell nos comparte que ella creció en una familia de emprendedores. «Siempre admiré su esfuerzo», dice, con una sonrisa nostálgica, recordando cómo de niña vendía calcomanías en el colegio para contribuir a los ingresos familiares. Esos primeros pasos marcaron lo que vendría más adelante. Ahora, ella dirige su propia empresa, empleando a cuatro personas. Junto a ella, trabajan su esposo y su madre, quienes le ayudan a dirigir su empresa Multilaser que ha construido con esfuerzo por diez años. 

«Al principio todo era prueba y error», confiesa. Vendía pequeñas cosas que le generaban ingresos modestos, pero pronto descubrió que ser empresaria implicaba mucho más de lo que había imaginado. «Había responsabilidades que cumplir, horarios que seguir, cuentas que mantener al día» comenta. 

Los inicios del negocio de Michell se remontan a sus años universitarios, donde estudiaba diseño de interiores. En esa época, sus compañeros, en su mayoría arquitectos e ingenieros, requerían constantemente trabajos manuales como maquetas o prototipos para proyectos.  Fue ahí cuando Michell comenzó a utilizar la máquina de corte láser de sus padres para realizar proyectos para sus compañeros de estudios. «Al principio no lo veía como algo muy serio», recuerda Michell, «pero luego me di cuenta de que ese trabajo tenía alguna demanda y decidí darle más importancia».

Hoy, Michell tiene un negocio formalizado. «Pasé de poseer una pequeña máquina de corte a un local con empleados», dice con orgullo. Pero lo que más la satisface es haber logrado una mayor estabilidad para su familia. En estos diez años al frente de su empresa, formó una familia y ahora su hija sueña con heredar el negocio. «Creo que esa es la mayor satisfacción. Lo que empezó tan pequeño, ahora es la base para el futuro de mi hija«, comenta emocionada.

Al preguntarle cómo es la vida de un empresario, Michell sonríe y comenta:

"Todo el mundo cree que como empresaria tienes más tiempo, pero en realidad es lo contrario. Das el mil por ciento por tu empresa, siempre es una constante sed de llevar tu sueño y tu empresa más allá."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Su camino no ha sido fácil. Michell ha vivido la transición de ser soltera a casarse y tener una hija, lo que cambió su manejo del tiempo y sus prioridades. «Antes, atendía a mis clientes a cualquier hora. Luego, tuve que aprender a poner horarios y a separar el teléfono personal del de la empresa», agrega.

Este desafío de equilibrar las responsabilidades del negocio con las del hogar no es exclusivo de Michell. Casi la mitad de los microempresarios que han logrado aumentar sus beneficios, ampliar su capacidad productiva y expandir sus mercados, grupo al que pertenece Michell, se enfrentan a situaciones similares.

Poner límites, como explica Michell, es fundamental para cualquier microempresario. Es crucial separar el tiempo dedicado al negocio y no descuidar a la familia, amigos y el cuidado personal. Nos comenta que, aunque emprender puede parecer sinónimo de libertad, esa libertad trae consigo muchas responsabilidades que consumen el tiempo personal si no se ponen límites, pero no siempre es fácil hacerlo. «Me daba miedo poner límites, pensaba que mis clientes se irían con la competencia», confiesa. Pero menciona que en la Escuela de Negocios LID de FUSAI aprendió que los clientes valoran la calidad y el servicio. «Mis clientes me buscarán por lo que ofrezco», dice ahora con la sabiduría adquirida a lo largo de los años.

Michell también reconoce que para crecer es necesario aceptar la ayuda de otros. «Uno ama su empresa, pero no lo sabe todo», afirma. El acompañamiento de mentores e instructores como los de la escuela LID fue fundamental en su desarrollo. «Un instructor es como un árbitro externo en tu empresa, y eso es vital, sobre todo cuando la empresa es un esfuerzo familiar». También destaca la importancia de delegar, un reto que muchos empresarios enfrentan. «El error es creer que nadie ama a tu empresa como tú», reflexiona.

Michell recuerda un momento especialmente difícil, ocurrido hace dos años, cuando su hija enfermó gravemente y tuvo que cerrar su negocio temporalmente para cuidarla. «Como madre y empresaria, sentí que el mundo se me derrumbaba», dice con la voz entrecortada. «Pero tuve que estar ahí y atender lo más importante, mi hija».

Esta experiencia la llevó a aprender dos grandes lecciones en su vida empresarial. La primera, la importancia de poner límites: «es fundamental dedicarle tiempo al negocio, pero también a las cosas que nos hacen felices y nos dan paz mental», reflexiona. Para Michell, la familia, los amigos y el tiempo personal son esenciales para mantener el equilibrio emocional. La segunda lección, igualmente vital, es aprender a delegar y aceptar ayuda. «No puedes hacerlo todo sola. Aceptar el apoyo de otros no solo te libera, sino que también fortalece tu negocio»

Con la experiencia adquirida a lo largo de los años, Michell concluye: 

"Hay que saber cuándo ser empresaria y cuándo ser madre, esposa y amiga. Solo así puedes lograr el éxito en ambas partes de tu vida."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Brodi: un modelo innovador que potencia el ecosistema de negocios de las MYPES

Brodi: un modelo innovador que potencia el ecosistema de negocios de las MYPES

En El Salvador, mientras el turismo y la construcción prosperan, las MYPES luchan por participar en el crecimiento económico del país. Sus principales desafíos son la caída de sus ventas y el incremento de costos operativos, lo que reduce su competitividad y rentabilidad en un mercado cada vez más exigente.

Los datos del tercer trimestre de 2024 revelan una desaceleración en su desempeño: mientras el 36% reportó una caída en sus ventas, solo el 21% logró incrementarlas. Esto contrasta con el mismo periodo del año anterior, cuando menos empresarios reportaron bajas en sus ingresos. Esto sugiere que el entorno actual se ha vuelto desafiante para las MYPES. Actualmente, el 45% de empresarios percibe mayor competencia en el mercado, evidenciando la necesidad de innovar en sus estrategias comerciales.

Tercer trimestre 2024
Disminución de ventas 36%
Aumento de ventas 21%

Realidad MYPE: fuerte competencia, bajas ventas y lucha contra la inflación

Las MYPES salvadoreñas enfrentan un doble desafío: por un lado, una intensa competencia en el mercado, y por otro, el incremento sostenido de costos operativos, con un 40% de empresarios que reporta alzas en los precios de insumos durante 2024. Esta situación los coloca en un dilema: absorber los aumentos de costos afectando su liquidez, o trasladarlos al precio final arriesgando perder clientes, comprometiendo en ambos casos su estabilidad financiera.

En conjunto, la combinación de alta competencia, incremento de precios y limitaciones en la capacidad de ajuste de márgenes indica que las MYPES requieren de nuevas herramientas y métodos que les permitan mantenerse competitivas, proteger su liquidez y mejorar su integración en el mercado.

Brodi: una alternativa que permite a las MYPES vender más, intercambiar y proteger su liquidez

En este contexto, FUSAI ha puesto en marcha Brodi, una plataforma de canje de bienes y servicios empresariales que conecta a pequeñas,  medianas y grandes empresas de diversos sectores económicos, apoyándolas a incrementar sus ventas, mejorar su liquidez y consolidar su rentabilidad. Esta plataforma, que  fue lanzada en octubre de este año, busca construir una red empresarial donde empresas de diversos tamaños puedan conectarse y colaborar entre ellas a través del intercambio de bienes y servicios, sin depender de dinero en efectivo.

Brodi surge como solución innovadora para las MYPES salvadoreñas, ofreciendo una red comercial donde pueden expandir su alcance y optimizar recursos. Para Jorge Hasbún, propietario de Textiles Exclusivos/Color Moda, Brodi “proporciona una gran cantidad de beneficios para los comercios. Tenerlo en nuestra red de aliados ha resultado en una ventaja significativa para nuestra empresa, mejorando nuestras oportunidades de crecimiento y colaboración dentro de la red”.

La plataforma utiliza un sistema de puntos virtuales que permite a los empresarios realizar transacciones sin efectivo, preservando su capital y liquidez mientras acceden a nuevos proveedores y mercados. De acuerdo con Rafael López, gerente de Brodi, “este modelo proporciona una solución efectiva que permite a las MYPES exponer su marca a otros comercios de la red y encontrar un canal adicional de ventas y proveedores”.

“Brodi es un modelo innovador que ofrece una solución efectiva para que las MYPES puedan destacar su marca dentro de una red de comercios, facilitando así un canal adicional tanto para ventas como para la búsqueda de proveedores”.
Rafael López
Gerente de BRODI

Brodi, además, actúa como puente estratégico para que las MYPES accedan a sectores económicos en expansión, tradicionalmente fuera de su alcance. La plataforma facilita la creación de alianzas comerciales sostenibles entre empresas dentro de la red, potenciando sus oportunidades de crecimiento y mejorando su rentabilidad.

Más que una plataforma transaccional, Brodi es una apuesta por la creación de un ecosistema sostenible donde las microempresas puedan prosperar y contribuir activamente al desarrollo económico del país. Modelos de negocio como Brodi brindan una visión innovadora para construir un entorno económico al que las MYPES puedan integrarse de forma sostenible y fortalecer el tejido económico del país. 

Las microempresas salvadoreñas muestran un creciente interés en la formalización. Muchas lo intentan con éxito, pero no son la mayoría.

Las microempresas salvadoreñas muestran un creciente interés en la formalización. Muchas lo intentan con éxito, pero no son la mayoría.

A menudo, se suele decir que  los microempresarios prefieren operar en la informalidad. Sin embargo, ¿qué tan fundamentada es esta afirmación? Un reciente estudio del Observatorio MYPE de FUSAI arroja luz sobre este estigma: la informalidad suele ser más una consecuencia de barreras estructurales que una elección deliberada. 

El estudio “Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía”, que encuestó a más de 1,000 microempresarios de todo el país, ofrece una nueva perspectiva: mientras que el 47.2% de los microempresarios MYPE encuestados ha intentado formalizarse, solo el 30% opera de manera formal. Esta brecha del 70% entre quienes lo intentaron y quienes lo lograron sugiere que existen obstáculos significativos en el proceso de formalización, más que una falta de interés por parte del sector.

¿Qué opinan quienes lo lograron?

Armando Juárez es un propietario de un negocio de servicio técnico para impresoras en San Salvador. Nos cuenta que por ocho años había operado de manera informal hasta que decidió dar el salto a la formalidad este año. “Con esfuerzo y trabajo, logramos crecer poco a poco hasta formalizarnos por completo hace un mes”, expresó. Agregó:

“Esto ha dado tranquilidad a mis colaboradores y ha reforzado nuestra solidez como empresa”.
Armando Juárez
Microempresario

El reto de costos y conocimientos para formalizarse

Aunque la percepción de un número significativo de empresarios MYPE muestra una cara optimista respecto a la formalización, los desafíos que tuvieron que enfrentar son los que suelen disuadir al otro 70% de empresarios que operan en la informalidad.  

Armando reconoce que el costo de formalizarse es un aspecto lave: «Ha sido un poco complicado avanzar paso a paso solo con capital propio y sin una fuente de financiamiento». Para muchos, este factor representa el principal obstáculo para formalizarse. El mencionado estudio del Observatorio MYPE confirma que el costo de la formalización es el reto número uno para quienes lo intentan (48.1% de los encuestados). 

«Al principio sentíamos que eran gastos adicionales con los que no debíamos cargar», comparte Carla, “pero con el tiempo, la misma formalización fortalece y da impulso a la empresa”, agrega.

El mayor reto para la formalización
Costos 48.1%

Por otro lado, ambos empresarios coinciden en la importancia de contar con asesoría profesional para superar los retos del proceso. Esto se alinea con el estudio, que señala que la falta de conocimientos (31.3%) es el segundo obstáculo más grande que enfrentan los microempresarios para formalizarse. Carla destaca que la asesoría de la Escuela LID le permitió ver la formalización como una oportunidad de crecimiento, más que como un gasto adicional, lo que transformó su visión y la convirtió en «una empresaria con una visión de expansión».En el caso de Armando, él decidió delegar los trámites a una empresa especializada para concentrarse en su negocio.

Trazar un nuevo camino hacia la formalidad

Las experiencias de Armando y Carla muestran que la informalidad no se debe tanto a la falta de voluntad, sino a barreras estructurales que dificultan alcanzar la formalidad. En este contexto, los resultados del estudio sugieren la necesidad de construir políticas y procesos adaptados a la diversidad del sector. Los primeros pasos podrían centrarse en reducir los costos de formalización, educar sobre los procesos y simplificar los trámites, siendo estos los tres principales obstáculos que enfrentaron los microempresarios que intentaron formalizarse. 

Como expresa Carla: “La microempresa es el motor de la economía salvadoreña, y cuando te formalizas, todo fluye y te ayuda a crecer”. Este crecimiento se traduce en bienestar para miles de familias salvadoreñas que dependen de sus actividades. Es momento de revisar las normas y procesos actuales para facilitar el acceso a nuevas oportunidades y crecimiento para las microempresas, promoviendo así el bienestar de los dos millones de salvadoreños que dependen de este sector.

“La microempresa es el motor de la economía salvadoreña, y cuando te formalizas, todo fluye y te ayuda a crecer”.
Carla Urquiza
Microempresaria

Este crecimiento se traduce en bienestar para miles de familias salvadoreñas que dependen de sus actividades. Es momento de revisar las normas y procesos actuales para facilitar el acceso a nuevas oportunidades y crecimiento para las microempresas, promoviendo así el bienestar de los dos millones de salvadoreños que dependen de este sector.

Más allá de los números: Michell de Reyes, una madre de familia y microempresaria exitosa

Más allá de los números: Michell de Reyes, una madre de familia y microempresaria exitosa

Los estudios realizados por el Observatorio MYPE de FUSAI nos han permitido visualizar con claridad la influencia decisiva de la microempresa en El Salvador. Entre otros datos relevantes, este sector conforma más del 90% del parque empresarial, es responsable de emplear a 7 de cada 10 personas y contribuye con el 42.9% del PIB. Sin embargo, los números no cuentan toda la historia completa. ¿Cómo es la vida de estos microempresarios? ¿Quiénes son ellos? ¿Cuáles son sus desafíos? Para conocer su experiencia, hay que hablar con ellos, conocerlos de cerca.

Con este propósito en mente, llegamos al establecimiento de Michell Aguilar de Reyes, una microempresaria que, después de una década de esfuerzo, ha consolidado su negocio. Su establecimiento está ubicado en la colonia Flor Blanca, sobre la concurrida calle sexta décima poniente, cerca del renovado estadio Mágico González. 

Con una sonrisa cálida, Michell nos comparte que ella creció en una familia de emprendedores. «Siempre admiré su esfuerzo», dice, con una sonrisa nostálgica, recordando cómo de niña vendía calcomanías en el colegio para contribuir a los ingresos familiares. Esos primeros pasos marcaron lo que vendría más adelante. Ahora, ella dirige su propia empresa, empleando a cuatro personas. Junto a ella, trabajan su esposo y su madre, quienes le ayudan a dirigir su empresa Multilaser que ha construido con esfuerzo por diez años. 

«Al principio todo era prueba y error», confiesa. Vendía pequeñas cosas que le generaban ingresos modestos, pero pronto descubrió que ser empresaria implicaba mucho más de lo que había imaginado. «Había responsabilidades que cumplir, horarios que seguir, cuentas que mantener al día» comenta. 

Los inicios del negocio de Michell se remontan a sus años universitarios, donde estudiaba diseño de interiores. En esa época, sus compañeros, en su mayoría arquitectos e ingenieros, requerían constantemente trabajos manuales como maquetas o prototipos para proyectos.  Fue ahí cuando Michell comenzó a utilizar la máquina de corte láser de sus padres para realizar proyectos para sus compañeros de estudios. «Al principio no lo veía como algo muy serio», recuerda Michell, «pero luego me di cuenta de que ese trabajo tenía alguna demanda y decidí darle más importancia».

Hoy, Michell tiene un negocio formalizado. «Pasé de poseer una pequeña máquina de corte a un local con empleados», dice con orgullo. Pero lo que más la satisface es haber logrado una mayor estabilidad para su familia. En estos diez años al frente de su empresa, formó una familia y ahora su hija sueña con heredar el negocio. «Creo que esa es la mayor satisfacción. Lo que empezó tan pequeño, ahora es la base para el futuro de mi hija«, comenta emocionada.

Al preguntarle cómo es la vida de un empresario, Michell sonríe y comenta:

"Todo el mundo cree que como empresaria tienes más tiempo, pero en realidad es lo contrario. Das el mil por ciento por tu empresa, siempre es una constante sed de llevar tu sueño y tu empresa más allá."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Su camino no ha sido fácil. Michell ha vivido la transición de ser soltera a casarse y tener una hija, lo que cambió su manejo del tiempo y sus prioridades. «Antes, atendía a mis clientes a cualquier hora. Luego, tuve que aprender a poner horarios y a separar el teléfono personal del de la empresa», agrega.

Este desafío de equilibrar las responsabilidades del negocio con las del hogar no es exclusivo de Michell. Casi la mitad de los microempresarios que han logrado aumentar sus beneficios, ampliar su capacidad productiva y expandir sus mercados, grupo al que pertenece Michell, se enfrentan a situaciones similares.

Poner límites, como explica Michell, es fundamental para cualquier microempresario. Es crucial separar el tiempo dedicado al negocio y no descuidar a la familia, amigos y el cuidado personal. Nos comenta que, aunque emprender puede parecer sinónimo de libertad, esa libertad trae consigo muchas responsabilidades que consumen el tiempo personal si no se ponen límites, pero no siempre es fácil hacerlo. «Me daba miedo poner límites, pensaba que mis clientes se irían con la competencia», confiesa. Pero menciona que en la Escuela de Negocios LID de FUSAI aprendió que los clientes valoran la calidad y el servicio. «Mis clientes me buscarán por lo que ofrezco», dice ahora con la sabiduría adquirida a lo largo de los años.

Michell también reconoce que para crecer es necesario aceptar la ayuda de otros. «Uno ama su empresa, pero no lo sabe todo», afirma. El acompañamiento de mentores e instructores como los de la escuela LID fue fundamental en su desarrollo. «Un instructor es como un árbitro externo en tu empresa, y eso es vital, sobre todo cuando la empresa es un esfuerzo familiar». También destaca la importancia de delegar, un reto que muchos empresarios enfrentan. «El error es creer que nadie ama a tu empresa como tú», reflexiona.

Michell recuerda un momento especialmente difícil, ocurrido hace dos años, cuando su hija enfermó gravemente y tuvo que cerrar su negocio temporalmente para cuidarla. «Como madre y empresaria, sentí que el mundo se me derrumbaba», dice con la voz entrecortada. «Pero tuve que estar ahí y atender lo más importante, mi hija».

Esta experiencia la llevó a aprender dos grandes lecciones en su vida empresarial. La primera, la importancia de poner límites: «es fundamental dedicarle tiempo al negocio, pero también a las cosas que nos hacen felices y nos dan paz mental», reflexiona. Para Michell, la familia, los amigos y el tiempo personal son esenciales para mantener el equilibrio emocional. La segunda lección, igualmente vital, es aprender a delegar y aceptar ayuda. «No puedes hacerlo todo sola. Aceptar el apoyo de otros no solo te libera, sino que también fortalece tu negocio»

Con la experiencia adquirida a lo largo de los años, Michell concluye: 

"Hay que saber cuándo ser empresaria y cuándo ser madre, esposa y amiga. Solo así puedes lograr el éxito en ambas partes de tu vida."
Michell de Reyes
Microempresaria - Multilaser

Clima de confianza empresarial: Expectativas a la baja y alivio en el sector MYPE al cierre del 2023

Clima de confianza empresarial:

Expectativas a la baja y alivio en el sector MYPE al cierre del 2023

Lee el informe completo aquí

Las micro y pequeñas empresas experimentaron una recuperación al cierre del 2023, que alivió su situación, luego de experimentar una contracción sostenida en períodos anteriores. El Índice de Confianza de las MYPE alcanzó 104.5 en el cuarto trimestre de 2023, reflejando un aumento de dos puntos con respecto al trimestre anterior. Este incremento marca el tercer año consecutivo donde el último trimestre se destaca como el más favorable para el sector, revelando la ciclicidad del sector.

Durante el ultimo trimestre del año 2023, se registra una mejora en los resultados reportados por los empresarios, evidenciada por el aumento en el Indicador de Situación, que se elevó en 22.4 puntos, alcanzando un 29.4 por ciento. Sin embargo, en comparación con el mismo período del año anterior, se registró una reducción de 11.7 puntos, indicando que el cierre de 2023 fue menos favorable para los empresarios que el de 2022.

Esta disminución según los mismos empresarios debe atribuirse a los diversos factores, como la situación internacional, la inflación, la mayor competencia y disminución de demanda, entre los inhibidores reportados.

Los resultados del informe muestran que estos desafíos también influyeron en el ánimo de inversión de los empresarios durante el último periodo del año. En el cuarto trimestre, el 30.9 por ciento de los empresarios consultados indicaron un aumento en sus inversiones, mientras que el 22 por ciento disminuyeron las mismas. La diferencia entre estos valores resultó en una situación de inversión de 8.9 puntos, en comparación con el mismo período del año anterior, que cerró en 16.9 puntos, representando así una reducción de 8 puntos.

A pesar de los desafíos enfrentados durante el 2023, es importante destacar que la confianza empresarial ha mantenido un ánimo ligeramente optimista durante los últimos dieciocho meses (seis trimestres consecutivos). Esto sugiere que los empresarios mantienen la confianza en un crecimiento futuro de la economía en los próximos meses, a pesar de las incertidumbres y obstáculos experimentados.

Expectativas a la baja

En cuanto a las expectativas empresariales para el 2024, los empresarios que esperan un inicio más positivo que el cuarto trimestre del año anterior se redujeron en 16.4 puntos, cerrando en un 44 por ciento. Aunque es común que las expectativas sean más moderadas al comienzo de un nuevo año después de concluir el último trimestre, que suele caracterizarse por un mayor dinamismo en el sector, las perspectivas para el 2024 muestran una disminución considerable en comparación con el año anterior, registrando una reducción de 9 puntos. Esto indica que los empresarios anticipan un inicio de año con menos oportunidades que en 2022.

En general, los resultados muestran que el sector MYPE ha demostrado una resiliencia notable durante el año 2023, superando desafíos significativos y logrando una recuperación evidente hacia el cierre del año. Aunque se ha observado una disminución en comparación con el año anterior, especialmente en términos de inversión y expectativas empresariales para este año, es alentador destacar que la confianza empresarial se ha mantenido en niveles optimistas durante 18 meses consecutivos.

Esta persistente confianza sugiere que los empresarios siguen apostando por un crecimiento sostenido de la economía en los meses venideros, a pesar de los obstáculos y la incertidumbre que puedan surgir. Por otro lado, la reducción en las expectativas para el inicio de 2024 señala un desafío anticipado; sin embargo, representa una oportunidad para que las empresas innoven y se adapten a un entorno cambiante, buscando nuevas estrategias y colaboraciones para impulsar su desarrollo.

Conoce el informe del cuarto trimestre 2023 y un exhaustivo análisis con expertos en materia económica

El estado de la MYPE 2024: La otra cara de la economía

Archivo Observatorio MYPE

El estado de la MYPE 2024: La otra cara de la economía

Una faceta casi sorprendente de la economía de El Salvador se revela a través del informe «El Estado de la MYPE 2023: La otra cara de la economía», publicado por el Observatorio MYPE de FUSAI en colaboración con CA5 Consultores Internacionales. Este informe muestra que la población activa salvadoreña se divide en cuatro segmentos: casi un millón de trabajadores formales (968,343 para ser exactos), aproximadamente un millón de trabajadores informales empleados en MYPES, 867,393 empresarios MYPES, y unas 4,000 empresas medianas o grandes.

Asalariados, MYPES y Medianas y Grandes Empresas

  • 1,007,635 personas: Asalariados MYPES informales (35.4%)
  • 867,393 personas: Empresarios MYPES formales e informales (30.5%)
  • 968,245 personas: Empleados formales, públicos y privados (34.0%)
  • Mediana y gran empresa: 0.1%

Fuente: Elaboración del Observatorio MYPE, con base en la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) 2022, Informe de Coyuntura del ISSS de febrero 2023 y Listados de Medianos y Grandes Contribuyentes actualizado al 8 de junio de 2021, publicado en la página web del Ministerio de Hacienda de El Salvador.

Esta clasificación nos brinda una perspectiva poco conocida de la economía del país. En El Salvador, alrededor de dos millones de personas están empleadas, tanto en el sector formal como en el informal, y un millón de empresarios MYPES, que representan el 99% de las empresas del país. En promedio, el número de empleos por empresario es de apenas dos, lo que refleja un sector empresarial muy atomizado y disperso.

Los asalariados informales son aquellos que colaboran como ayudantes a tiempo parcial o completo en las MYPES no formales. Aunque su número es similar al de los trabajadores formales, estos empleados tienen horarios y salarios más flexibles y no tienen acceso al Seguro Social, por lo que utilizan el sistema de salud público.

En cuanto a los empresarios MYPES, hay alrededor de un millón de unidades productivas. De estas, el 40% corresponde a empresarios de subsistencia (409,166), cuyos ingresos están destinados a cubrir necesidades básicas como la alimentación. Este grupo incluye vendedores informales, comerciantes, artesanos, pequeños agricultores y una variedad de microempresarios. El 46% restante (458,226) pertenece a empresas de acumulación simple, ampliada y pequeños empresarios, un sector más dinámico que genera hasta 2.3 empleos por unidad productiva, por encima del promedio nacional. Aunque la mayoría son informales, cada vez más empresas de este grupo se están formalizando. Por último, solo el 1% de las empresas son medianas o grandes, y generan la mayoría de los empleos formales del país (800,000 empleos en el sector privado y 200,000 en el sector público).

Observaciones preliminares y oportunidades para la economía de El Salvador

  • No es posible dinamizar la economía de hoy sin comprender mejor la dinámica de las MYPES, que representan la base actual de la generación de empleos en el país (70%). Las MYPES son el motor del empleo nacional.
  • El sector MYPE tiene el potencial de generar el doble de empleos que el sector formal. Con el apoyo adecuado, como formación, asistencia técnica, capacitación y financiamiento efectivo, se pueden crear muchos más empleos de calidad.
  • El sector MYPE es diverso y complejo. Se necesitan estrategias enfocadas en cada segmento para brindar un apoyo integral que cubra las necesidades de cada sector y tamaño de empresario.

En resumen, El Salvador es un país donde las MYPES desempeñan un papel crucial en la economía. Estas pequeñas empresas no solo contribuyen al crecimiento económico, sino que también generan la mayoría de los empleos y dinamizan el mercado. El sector MYPE tiene el mayor potencial para impulsar aún más la economía y mejorar la calidad de vida de los salvadoreños.

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